La tecnología va de la mano de la creatividad. Tanto es así que la Mobile Week Barcelona (mWeekBCN) ha dado el pistoletazo de salida con un giro de guion: Aleix Valls y Marc Vidal han saltado de imprevisto al terreno de juego del Cosmocaixa para hablar del impacto de la cuarta revolución industrial en el mercado de trabajo. "El trabajo que os estáis imaginando no existirá", ha augurado el CEO de Liquid. Para corroborarlo basta con observar el baile de sillas entre las empresas más valiosas del mundo en sólo una década.
Cada vez más habituado al rol de entrevistador, Valls ha lanzado la primera pregunta: "Como voces el futuro del mercado laboral? Seas honesto". Con una sonrisa, Vidal ha alertado que "la sociedad sufrirá si no se prepara por los cambios sobre como la gente se gana la vida". El dato que el rey de Alibaba, Jack Ma, dejó caer a Davos no admite masas dudes: en los próximos 30 años desaparecerán 800 millones de puestos de trabajo.
Vidal: "El valor incalculable que nos permitirá ser humanos vendrá de todo aquello que no pueda hacer la tecnología"
Así pues, la clave pasa precisamente por la reacción: "No tenemos que pensar si encontraremos trabajos para vivir sino dar respuesta en este nuevo mundo". Cada vez sorprende menos (o no) que un vendedor comercial de pisos pase el 90% de su tiempo a Internet, que una mujer japonesa se cure del cáncer gracias a un software de IBM o que el 60% del trabajo de un abogado la pueda hacer la inteligencia artificial.
Humanos más humanos
"El valor incalculable que nos permitirá ser humanos vendrá de todo aquello que no pueda hacer la tecnología", ha augurado Vidal. Ahora bien, que pasa con el conductor de camión que es el trabajo más demandado de los Estados Unidos o con los cajeros después de que Amazon Go ya haya lanzado su iniciativa sin cajeros? Wallmart ya ha dado el primer paso y ha reinventado los cajeros en repartidores. Acción, reacción.
Valls: "Se tiene que democratizar la tecnología"
Aún así, Valls defiende que la revolución 4.0 todavía se encuentra en un debate "muy tecnocèntric" y para superar esta narrativa se tiene que "democratizar la tecnología". Las cosas están cambiante pero muy posiblemente no lo hacen ni al ritmo esperado ni al gusto de todo el mundo. "Mi abuela hace unos años me veía trabajando con un ordenador y me preguntaba cuando iría a trabajar?", ha bromeado Vidal.
Del pasado al futuro, el consultor de transformación digital ha recomendado a los más jóvenes cambiar el verbo "trabajar para aprender" y promover así la creatividad, la sociabilidad o la intuición, entre otros. "La relación entre persona y empresa cambiará totalmente y por eso se tiene que estudiar aquello que te apasiona", ha añadido Valls. A guisa de ejemplo, los dos expertos han coincidido al mezclar arte y derecho o filosofía y economía porque al fin y al cabo se trata de estimular "aquellas calidades que nos hacen humanos y dejar aquellas que nos hacen máquinas".