Alfredo Saenger y Augusto Bartolomé fundaron hace solo tres meses la startup Electrogenos, especializada en generar hidrógeno verde a través de electrolizadores, y en esta breve trayectoria ya han conseguido uno de los primeros hitos que requiere la carrera emprendedora: generar confianza y conseguir financiación. A la primera ronda de 450.000 euros cerrada en octubre, le ha seguido el premio Atlantic Investment Awards, de 250.000 euros. Pero hay más: ya están negociando con diferentes países la instalación de su primera planta piloto y "los inversores hacen cola" para conseguir un buen posicionamiento en la segunda ronda de inversión que los jóvenes catalanes acaban de abrir para hacer realidad la fábrica: de 1,2 millones de euros.
Este momento en el que se pasa de la nada a desencadenarse una serie de hechos exitosos, en inglés se le llama el tipping point: el punto de inflexión en el que un producto, idea, compañía o marca consigue el éxito repentinamente, acontece tendencia, masivo y viral. Y aunque esta no es la actual situación de Electrogenos, la empresa emergente catalano-inglesa presenta altas perspectivas de escalabilidad y rápida aplicación al mercado.
El momento actual, por lo tanto, es clave; "como también lo es todo aquello que has hecho antes de emprender. Todo aquello que has aprendido para minimizar riesgos", ha apuntado Saenger en el evento a puerta cerrada organizado por Esade con motivo del 30º cumpleaños de Esade Entrepreneurship Institute (EEI). Para Saenger, ex alumno del centro, "emprender va de gestionar riesgos y, por lo tanto, es básico conocerlos bien". Por eso, valora todo el proceso de formación y de apoyo al emprendimiento que ha recibido en su trayectoria en el centro, a la vez que Esade lo presenta como un caso de éxito de su apuesta por el emprendimiento.
Parada: "No somos una fábrica de startups"
Una empresa con propósito, que piensa en aquello que aporta a la sociedad, que hace "un balance entre rentabilidad y crecimiento y que tiene claro hasta dónde quiere crecer o a expensas de qué". Más allá de cifras de facturación o de número de startups creadas o mentoradas, el EEI se basa en otros indicadores para valorar el éxito de su estrategia como hub de innovación y emprendimiento. "Nuestro indicador de éxito no es el número de startups, sino aquellas que son de alta calidad y que son generadoras de ocupación", ha asegurado George Chondrakis, director del EEI. María José Parada, profesora e investigadora, en la misma línea ha aclarado: "No somos una fábrica de startups". Y ha añadido: "Ser emprendedor no consiste solo en crear startups y venderlas, sino en estar constantemente creando valor a la sociedad a través del emprendimiento. De hecho, se puede ser emprendedor dentro de una gran corporación o dentro de una empresa familiar", ha asegurado.
Una startup de startups
La historia de la Esade Entrepreneurship Institute (EEI) se inicia 30 años atrás, bajo el nombre de Centro de Iniciativa Empresarial, y va evolucionando con el paso de los años hasta convertirse en un instituto con un fuerte reconocimiento internacional, en el cual la investigación y la formación innovadora juegan un rol fundamental.
Esade ha configurado un ecosistema de emprendimiento en los últimos años formado por tres capas: el aula (con programas, másteres y formaciones específicas), el entorno -como la Rambla del Emprendimeito ubicada en Esade Creapolis-, y las instituciones, como son eGarage, Esade BAN y eWorks. Esta última, por ejemplo, fue fundada en 2015 con el objetivo de acontecer "un puente entre la actividad académica y el momento de crear el negocio", asegura Davide Rovera, director de eWorks, quien cree que eWorks funciona directamente con mentalidad de empresa emergente: "Somos una startup de startups", ha afirmado. Desde su creación, eWorks ha acelerado más de 255 proyectos después de su selección, y en los últimos tres años, ha aumentado el número de mujeres emprendedoras que participan (el 23 % durante el curso 2021-2022), y también ha crecido la tendencia a crear proyectos con impacto social.
En los últimos tres años, el número de mujeres que se han apuntado a eWorks se ha incrementado un 23%
Según datos publicados este martes por EEI, más de 2.000 emprendedores han contado con el apoyo del Esade Entrepreneurship Institute (EEI) y han participado en sus actividades desde el 2015. Además, se han impulsado más de 320 proyectos emprendedores. Concretamente, en el año académico 2021-2022, uno de cada cuatro alumnos de Esade, 715 (el 22,5 %), se ha formado en emprendeduría.
Entre casos de éxito consolidados nacidos en Esade se encuentran cuatro unicornios -Gorillas (2020), Rappi (2015), Wefox (2015) y Creditas (2012)- y otras empresas emergentes destacadas como Wallapop, Colvin, Treinta, Chartboost o Creditbook. El impulso a la iniciativa emprendedora de Esade se extiende también a la asociación de antiguos alumnos Esade Alumni, que dispone de su propia red de business angels, Esade BAN, integrada por 240 inversores privados. Desde 2012, las empresas emergentes del ecosistema emprendedor de Esade consiguieron más de 3.500 millones de euros de financiación, entre varios fondos de inversión y business angels.