Estos días he tenido la ocasión de coincidir en diferentes eventos en el entorno del sector TIC, y creo que hay una constante preocupación entre sus directivos vinculada al talento, y especialmente concentrada en la falta de talento y en las dificultades de retención y atracción. Según el BaròmetredelCercle Tecnològic publicado en junio de este año, los datos son claros: el 54,4% de las empresas encuestadas considera que la fuga de talento afecta al sector tecnológico de manera intensa y preocupante. Esta cifra se ha mantenido persistentemente por encima del 50% en los últimos años, lo que ha permitido al Barómetro reflejar su importancia para el sector. Hace 10 años, la cifra se situaba en el 30%.
Y su impacto en el negocio es importante: si el talento no fuera un problema, el 65% de las empresas encuestadas afirma que podría aumentar su facturación. Por ello, durante el 2022 se han implementado de forma masiva propuestas como el teletrabajo (66%) y los planes de formación, promoción y retención de talento (54%).
La digitalización de los negocios requerirá que miles de profesionales adquieran habilidades que antes eran accesorias y que a partir de ahora serán imprescindibles.
Por otro lado, muchos estudios recientes señalan que España cuenta con menos de un millón de personas especialistas en TIC, y el objetivo es superar los 2,12 millones de profesionales con estos conocimientos para 2030. Por lo tanto, faltarán casi 1 millón de profesionales TIC. Según el informe La Década Digital en Europa de Deloitte, España es el cuarto país de la Unión Europea con más especialistas del sector, superado por Italia, Francia y Alemania. Las previsiones de la Unión Europea para 2030 implican ampliar la digitalización de la red empresarial.
La digitalización de los negocios requerirá muchos profesionales TIC, pero también que miles de profesionales adquieran habilidades que antes eran accesorias y que a partir de ahora serán imprescindibles. Se trata de evolucionar y adaptarse a las necesidades de un mercado cada vez más exigente y donde la relación entre trabajadores, empresas y clientes cambia a un ritmo frenético de la mano de la digitalización.
Desde esta perspectiva, el problema de la falta de talento agrava la necesidad de digitalización de nuestras empresas, y las previsiones, como vemos, son aún más crudas. La competitividad del país está en juego.
Sabemos el problema, ¿pero cuáles son las causas?
El Barómetro destaca la oferta de sueldos poco competitivos y peores condiciones laborales que en otros países como principales causas. La pandemia ha ayudado también a la capacidad de internacionalización vía teletrabajo, pero también por la creciente facilidad de movilidad internacional de nuestro talento. Una cuarta parte de las compañías también menciona la contratación por parte de empresas de demanda tecnológica cómo un elemento que dificulta la retención del personal.
Las principales causas de la carencia de talento TIC: la oferta de sueldos poco competitivos y peores condiciones laborales que en otros países
En la misma línea, uno de los temas y preocupaciones recurrentes es la falta de mujeres en las TIC. Solo el 26% de los profesionales del ecosistema son mujeres, y de estas, un 23% ocupa posiciones tecnológicas. Si miramos los datos de las carreras TIC, el curso pasado la presencia de mujeres es significativamente menor. Solo alrededor del 13% de los estudiantes matriculadosen estas carreras son mujeres.
Permítanme agregar desde mi experiencia en el sector, que muchas veces en este marco, nuestras empresas no tienen otra opción que primero seleccionar y priorizar aquellos proyectos que realmente retribuyen la aportación de valor y, en segundo lugar, trasladar una parte importante de esta falta de personal a los servicios que prestan para mantener su competitividad. Y en nuestro país cuesta entender el valor de este tipo de servicios.
A pesar de los esfuerzos de todos, y de muchas iniciativas privadas y públicas, no hemos sido capaces de corregir esta falta, lo que hace que perdamos oportunidades y competitividad frente a un escenario de cambio que afecta al conjunto de sectores productivos del país y que necesita los servicios de nuestras consultoras, de las empresas TIC, de su experiencia y conocimiento.
Perdemos oportunidades y competitividad ante un escenario de cambio que afecta al conjunto de sectores productivos
Las soluciones nos las dan las mismas causas que hemos ido apuntando: mejora de salarios y condiciones laborales, competitivos con otros países, necesidad de una mayor oferta de talento TIC y STEAM, con un tema crucial como las vocaciones de las mujeres, necesidad de concienciar sobre el valor de estos recursos y, por tanto, de la retribución de estos servicios por parte de nuestro tejido empresarial, y seguramente de la misma Administración, entre otras.
Si no le ponemos remedio, nos podemos encontrar con la absurdidad de que se traslade la producción de estos servicios al exterior, igual que ha pasado en otros sectores, y se pierda parte del tejido empresarial del sector TIC. O bien, como el teletrabajo o la alta movilidad internacional que antes comentábamos, el talento residente en Catalunya lleve a cabo los proyectos de futuro de otros países y empresas competidoras, no pudiendo abordar los proyectos transformadores del nuestro, porque realmente lo valoren. Es urgente, ya que nos va la competitividad actual y futura de nuestro país.