La realidad virtual se ha incorporado a la formación de los trabajadores de la central térmica de ciclo combinado Besòs 5 de Endesa, ubicada en Sant Adrià de Besòs. Desde este otoño, sus 41 empleados se entrenan sin riesgos y de forma más eficiente en cuanto a operaciones clave de la planta, gracias a una solución inmersiva.
El director de la planta, Juan Ramón Obón, explica que en este momento la instalación se encuentra en pleno proceso de digitalización, tanto de los procesos como de los equipos -recogiendo datos masivos para poder mejorar el mantenimiento de los equipos y la operatividad-. Así mismo, esta transformación digital llega también a la formación de los trabajadores para mejorarla con el proyecto VIVES (Virtual, Inmersivo, Visión, Endesa, Seguridad).
En este caso la empresa ha apostado por incluir la realidad virtual en la formación de "descarga de equipos", esto es "el bloqueo físico de los equipos con candados para asegurar el área para los trabajadores", también conocido como metodología LOTO -lockout tagout-. Los empleados usan unas gafas de RV y, como si se tratara de un videojuego, tienen que realizar las tareas de aseguramiento y bloqueo de las máquinas, como si se tratara de una situación real. "Es un método intuitivo y motivador a la vez que individualizado", detalla.
Un total de 700 empleados emplearán la tecnología de realidad virtual que se está probando a Sant Adrià del Besós
Este procedimiento de seguridad se aplica para dejar la planta segura para que mantenimiento pueda trabajar. Es una metodología de seguridad para desconectar y consignar las diferentes fuentes de energía de los equipos industriales mientras las operaciones de mantenimiento, limpieza o reparación se llevan a cabo. Este procedimiento protege a los trabajadores tanto de una puesta en marcha accidental de las energías vivas, como de las energías residuales y de un encendido imprevisto, que pudiera provocar un accidente durante un servicio de mantenimiento o aislamiento.
La solución de formación para los empleados de las instalaciones de generación de Endesa integra las ventajas de la realidad virtual y de los serious games, y permite formar el agente en la correcta ejecución de las fases de un descargo (tanto mecánico como eléctrico): bloqueo, a pruebas y levantamiento del descargo. En cada nivel se recrean diferentes situaciones reales e interacciones con otros actores que intervienen en el proceso, sobre las cuales el agente tendrá que actuar, aplicando los procedimientos asociados a LOTO y el uso de los EPIS (equipos de protección individual).
Según dice Obón, los trabajadores están bastante ilusionados y animados, dado que anteriormente esta formación se hacía tipo clase magistral y sin unas prácticas reales en que se pudiera desarrollar la tarea de bloqueo hasta el final. "En este caso podemos poner los candados y hacer todo el procedimiento y el alumno lo puede ver, antes no se llegaba al detalle". Así mismo, la experiencia y la práctica inmersiva también mejoran la comprensión de operativas y procedimientos que se tienen que aplicar para preservar la seguridad y aumentan la motivación en un contexto de aprendizaje para 700 trabajadores de 24 centros.
"La realidad virtual lo que nos permite respecto de la formación tradicional es crear un entorno real ajustado a nuestras necesidades"
"La realidad virtual lo que nos permite respecto de la formación tradicional es crear un entorno real ajustado a nuestras necesidades", dice Julián Gallego, jefe de seguridad del área de generación térmica en Catalunya. Anteriormente "el procedimiento se tenía que memorizar y ahora se puede practicar", subraya. El videojuego empieza desde la sala de control y lleva los practicantes a salas de turbinas o salas eléctricas para realizar diferentes ejercicios.
Gallego explica que el objetivo del proyecto VIVES se engloba en el proceso de digitalización de Endesa y Enel, al cual la empresa destina 1.300 millones de euros hasta el 2021. En concreto, este proyecto ha sido desarrollado por Minsait, filial de Indra, con un presupuesto alrededor de 220.000 euros que incuye el desarrollo del proyecto, la adquisición de tres equipos y un curso en línea.