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El futuro del trabajo lo dictará la inteligencia artificial, no la covid-19

La carrera de los humanos para diseñar el futuro de la IA en el mundo laboral tiene los datos como principal herramienta

La IA marca el futuro del trabajo. | iStock
La IA marca el futuro del trabajo. | iStock
project manager en el CREB y vocal del Talento Hub Institute
Barcelona
24 de Junio de 2020

Grandes empresas como Twitter y Facebook ya han establecido el trabajo en remoto de forma permanente para sus empleados y claramente la covid-19 ha acelerado este proceso. La adopción del teletrabajo es el presente, ya está pasando y es algo a lo que gradualmente nos iremos acostumbrando. De lo que quiero hablar en este artículo es del verdadero futuro del trabajo, uno al que no nos será tan fácil acostumbrarnos, que vendrá dictado por la entrada de la inteligencia artificial en todos los ámbitos y la realidad como la conocemos.

 

Cada vez son más los expertos que se suman al pronóstico del visionario Elon Musk, que piensa que la inteligencia artificial acabará dominándonos y no nos quedará más remedio que ser sus mascotas y "dejarnos querer". Precisamente una de las actividades principales de investigación en OpenAI -empresa fundada por Musk y SamAltman en 2015 con una inversión de un billón de dólares de Microsoft- es desarrollar algoritmos que permitan que la inteligencia artificial aprecie la humanidad. Queda por ver hasta qué punto los humanos dejaremos de tener un papel relevante en el mundo, pero es innegable que la IA cambiará muchos aspectos de nuestra vida, especialmente los puestos de trabajo.

El entusiasmo por todos los avances que esta tecnología está trayendo a muchos sectores, se desvanece en comparación con la cantidad de pérdidas de trabajo y el incremento de desigualdad que comportará. La implementación de algoritmos autónomos borrará billones de puestos de trabajo en todos los estratos de la escalera económica: analistas bursàtils, contables, operadores en almacenes, inspectores de calidad, jueces, conductores y médicos, entre otros muchos.

 

Incluso aquellos trabajos para los que nos parece esencial el trato humano se podrán llegar a optimizar extremadamente. Ya existen empresas que se dedican a aplicar algoritmos de aprendizaje profundo para agilizar las negociaciones y encontrar un acuerdo que beneficie a ambas partes, como la startup PactumAI de Estonia, fundada en septiembre de 2019 y que ya está colaborando con empresas como Walmart.

Como emprendedora, me imagino lo que podría ser recopilar toda la información disponible en internet de un fondo de inversión y sus partners, para entonces elaborar un pitch totalmente enfocado a sus intereses mediante algoritmos de IA. A pesar de que se perdería la esencia del fundraising como lo conocemos, los emprendedores podrían dedicar mucho más tiempos a desarrollar el producto y los inversores recibirían información mucho más focalizada.

¿Beneficios o inconvenientes?

La civilización humana ha adoptado otras innovaciones tecnológicas en el pasado como la transición del trabajo agrícola al industrial, que trasladó a mucha gente del campo a las fábricas. Sin embargo, la transición duró dos siglos y ninguno de estos cambios ha llegado nunca tan deprisa como lo está haciendo la IA. Kai-Fu Lee, ejecutivo de Apple, Google, Microsoft y experto en IA en China, prevé que en 15 años la IA será capaz de sustituir a más del 40% de puestos de trabajo en Estados Unidos.

Considera que la pérdida de puestos de trabajo incrementará junto con una riqueza astronómica a manos de los magnates de la IA. Si Uber ya es actualmente una de las startups más valoradas del mundo a pesar de que da a sus conductores un 75% del coste de cada viaje, ¿cómo aumentará su valor una vez pueda sustituir todos sus conductores por vehículos autónomos?

Una transformación del mercado laboral en tan poco tiempo nos cambiará el estilo de vida y los gurús toman dos posiciones sobre si el resultados nos beneficiará o no

Una transformación como esta en tan poco tiempo nos cambiará el estilo de vida y los gurús toman dos posiciones principales sobre si el resultado nos beneficiará o no. Por un lado, Jack Ma, fundador y CEO de Alibaba, defiende que la entrada de la IA para sustituir los puestos de trabajo es algo muy positivo para la humanidad. Cree que gracias a los adelantos en la materia podremos trabajar sólo dos o tres días a la semana, encontrando un mayor equilibrio con nuestra vida personal y que los humanos seremos siempre superiores a las máquinas porque siempre nos diferenciará la vertiente emocional.

Por otro lado, hay expertos que defienden que la IA nos llevará a una crisis humana sin precedente. Durando miles de años nos hemos adaptado a un sistema de canje en el que ofrecemos nuestro tiempo y conocimiento a cambio de un hogar y comida. Este modelo es parte estructural de nuestra cultura, e incluso hace que definamos nuestra autoestima en función del trabajo que hacemos. Quienes defienden esta visión más pesimista consideran que ser sustituidos por algoritmos de IA pondrá en riesgo la sensación de propósito en la vida y valía personal en un periodo demasiado corto como para reinventarnos a tiempo.

Probablemente las dos visiones aparentemente contradictorias confluyen en que estamos entrando en un nuevo modelo socioeconómico, donde no podremos aplicar un reset, sino que hará falta un complejo y duro periodo transitorio, que potencialmente nos puede conducir a un mundo magnífico, pero que sin duda dejará a mucha gente relegada.

¿Cómo nos prepararemos por el cambio de paradigma?

En mi opinión, nos estamos equivocando al hablar del futuro del mundo laboral como robots que eliminarán los puestos de trabajo y no tendríamos que centrarnos en qué posiciones son más susceptibles a ser sustituidas o quiénes serán los más afectados. La inteligencia artificial sacudirá la realidad de todo el mundo y los debates realmente productivos tienen que girar en torno a cómo nos preparamos por el cambio de paradigma.

La IA nos da la posibilidad de hacer la experiencia laboral mucho más atractiva y equilibrada; es nuestra responsabilidad aprovecharla

La IA nos da la posibilidad de hacer la experiencia laboral mucho más atractiva y equilibrada, y es nuestra responsabilidad aprovecharla para este motivo. No tenemos que olvidar que nuestro futuro será creado por nosotros mismos, reflejará las decisiones que tomamos y las medidas que adoptamos. Pero, ¿realmente está en nuestras manos? Desgraciadamente estamos muchos pasos atrás para poder tener un papel relevante en esta transformación; serán aquellos que tienen medios para recopilar big data -conjuntos de datos extremadamente grandes que permiten reconocer patrones especialmente relacionados con el comportamiento humano- quienes tendrán influencia en el futuro de la IA.

Estados Unidos domina el mundo digital alojando los grandes referentes del sector, pero pese a sus inmensas cuotas de mercado, China le está avanzando en la revolución de la inteligencia artificial. Los algoritmos de IA son tan buenos como los datos con los que se entrenan, y la adquisición de gran cantidad de datos de calidad es uno de los procesos más reptadores de estas tecnologías. China ha adoptado la aproximación del real-world data, es decir, la obtención de información de los ciudadanos en todo momento, estén o no utilizando plataformas online. No me refiero sólo a los algoritmos de reconocimiento de imagen con los que el gobierno puede identificar a cada ciudadano, sino de una estrategia general de las empresas chinas. No sólo quieren desarrollar la plataforma online sino que disponen de toda la infraestructura necesaria para el negocio, lo que se conoce como "to go heavy". El objetivo es tenerlo todo herméticamente controlado y poseer los datos de cada proceso, conociendo al detalle el comportamiento de sus clientes y facilitando el desarrollo de algoritmos que personalicen su servicio.

Prácticamente cada empresa de Silicon Valley tiene su análoga en China y es interesante analizar las diferentes estrategias. Dos plataformas para recopilar recomendaciones de restaurantes, Yelp (EE.UU.) y Dianping (China), fueron fundadas en 2004. Años más tarde, cuando empezaron a hacer delivery, Yelp siguió la estrategia light ofreciendo sólo una plataforma de oferta-demanda, mientras que la empresa china contrató a una inmensa flota de repartidores y compró restaurantes. En el año 2017, Dianping tenía una valoración de 30 billones de dólares, el triple que Yelp y Grubhub (competidor también americano) juntos. Hay muchos ejemplos en los que la estrategia china go heavy impacta en empresas referentes en el resto del mundo.

Las empresas chinas aplican el modelo 'to go heavy', en el que no sólo desarrollan la plataforma online, sino que disponen de toda la infraestructura necesaria para el negocio

El análogo de Uber, Didi, empezó a comprar gasolineras y tiendas de reparaciones, y el Airbnb chino, Tujia, ofrece el servicio completo de limpieza, entrega de llaves y suministro. La riqueza de China en real-world data sobre patrones de consumo y hábitos personales de los usuarios les permite introducir la IA de forma mucho más eficiente, personalitzable y escalable.

En definitiva, el futuro de la inteligencia artificial lo crearemos los humanos y es imprescindible ganarnos un lugar para asentar las bases de la nueva realidad laboral que viviremos. Por eso, a mi parecer, es esencial que activemos una economía de real-world donde se permita obtener datos de nuestros comportamientos, con la certeza de que se utilizarán éticamente y con responsabilidad. Sólo así podremos tener un rol líder en el cambio.