Me cojo el confinamiento con la familia en casa como las prácticas de un viaje interplanetario a Marte. Si nunca vamos, tendremos que pasar cerca de siete meses confinados con la familia en un espacio mucho más pequeño que casa; el viaje es demasiado largo y costoso para volver, si lo tenemos que colonizar tendremos que ir para quedarnos. Y esta es una buena excusa para entender quiénes somos, de dónde venimos y dónde vamos.
"Me cojo el confinamiento con la familia en casa como las prácticas de un viaje interplanetario a Marte"
Empezamos el día y a la hora de desayunar ponemos el podcast de "La Tierra es Plana", la preciosa y necesaria sección de ciencia que Joan Anton Català hace a las siete y media de la mañana del domingo en el Suplemento de Catalunya Ràdio. Cualquier episodio va bien, pero el de los planetas y el de Marte me van perfectos para mi simulación de viaje interplanetario familiar.
Para hacernos la idea de cómo sería vivir en un lugar estrecho como una nave espacial hemos cogido el navegador web y hemos "subido" a la Estación Espacial Internacional con Google Earth. Impresiona ver cómo se vive en microgravedad, la cantidad de ordenadores que hay por la estación y el dispendio en cintas de velcro que hemos pagado entre todos.
En el móvil hemos visto el primer vídeo inmersivo nunca filmado en el espacio, también en la Estación Espacial Internacional. Coged el móvil, abrid el fascinante vídeo del National Geographic dirigido por el Darren Aronofsky y movedlo arriba y abajo y a ambos lados mientras y os encontraréis los astronautas Chris Hadfield, Mae Jemison, Mike Massimino y Nicole Stott. Si os fijáis bien aprenderéis como funciona una máquina de pesas en microgravedad.
Por la tarde volvemos a la tierra, en la sala de casa, y nos ponemos en Netflix un episodio de Our Planet con Sir Richard Attenborough. Visto desde fuera es otro de aquellos documentales de animales para quedarse dormido en el sofá. Visto con atención es una invitación a pensar en la presión que nuestras acciones ponen en la naturaleza y un llamamiento a la acción individual y colectiva. El 4K añade realismo y a la vez, dramatismo.
Sagan: "Volved a mirar este punto. Es aquí. Es casa. Somos nosotros. Encima, todo el mundo que queréis, todos los que conocéis, todos los que habéis escuchado, todo ser humano que ha sido, vivieron su vida aquí"
El 14 de febrero de 1940, a petición de Carl Sagan, la sonda Voyager giró su cámara hacia la Tierra cuando ya estaba abandonando nuestra vecindad planetaria, a 6.400 millones de kilómetros de distancia de casa. En la foto que nos envió, la Tierra era poco menos que un píxel azul decolorado, un píxel que inspiró Carl Sagan a escribir su celebrado libro Pale Blue Dote donde decía: "Volved a mirar este punto. Es aquí. Es casa. Somos nosotros. Encima, todo el mundo que queréis, todos los que conocéis, todos los que habéis escuchado, todo ser humano que ha sido, vivieron su vida aquí."
Estos días estas palabras tienen todavía más sentido. Y el viaje a Marte, también.