Con tanta matanza en Juego de Truenos, hay una que quizás os ha pasado por alto. Una guerra silenciosa se está disputando en la tienda de aplicaciones de Apple, y no está gustando a algunos desarrolladores.
En una de las últimas actualizaciones del sistema operativo de los dispositivos de Apple, la empresa ha incorporado un sistema dentro del mismo iOS para saber como consumimos el tiempo los usuarios en el mismo dispositivo: cuánto tiempo pasamos con cada aplicación, diariamente o semanalmente, restringir el uso de algunas funciones para "desintoxicarnos" o vigilar que no se nos vaya la mano el tema de los horarios del móvil.
Esta semana pasada se conocía la noticia que hacía saltar todas las alarmas de los "ya-te lo-decía-yo-que-el-móvil-no-podía-ser-bueno": El App Store de Apple está eliminando las aplicaciones que disminuyen el uso para "desengancharse" del teléfono, o que controlan el que hacen los hijos con el dispositivo. Los desarrolladores afectados son 11 de las 17 apps de este tipo más descargadas del mercado, y atribuyen la causa a que son competencia directa.
El App Store de Apple está eliminando las aplicaciones que disminuyen el uso para "desengancharse" del teléfono, por competencia o por protección de datos?
Apple les envió un correo pidiendo ciertos cambios para poder mantener su app en la tienda de aplicaciones, o que serían eliminados en 30 días.
Los desarrolladores han declarado que nadie se puede fiar de una empresa como Apple, que elimina las apps que restringen el uso, o sirven para el control parental, puesto que están eliminando directamente la competencia directa y tratando el usuario de burro. Apple se defendía diciendo que tratan todas las apps del mismo modo, incluso las que compiten con ellos mismos, y que tan sólo intentan proteger al usuario de posibles malos usos.
El sistema de Apple no es perfecto, puesto que sólo funciona la restricción si todo el ecosistema es Apple. No hay apoyo para Android. Algunas de las aplicaciones eliminadas sí que servían para todos los sistemas a la vez, y ofrecían funcionalidades que Apple ahora mismo no tiene. Pero sinceramente, cuando juegas "en casa de alguien", tienes que acabar asumiendo sus normas, y si no, no tendrías que haber pulsado aquel botón de "He leído los Términos y Condiciones y estoy de acuerdo con lo que se explica". Como mínimo tienes que jugar hasta que un órgano regulador ponga los ojos encima y decida si es justo, correcto y legal, o no.
Pero atención, porque ahora mismo hacemos un stop antes de que os pongáis todos de parte de los "pobres desarrolladores" que están cerrando su proyecto por culpa de Apple.
Y es que una app que restringe el uso del teléfono móvil, controla qué hacen tus hijos con el móvil o ayuda a desengancharte del dispositivo, es por concepto una app a la cual le estás dando toda la legitimidad para que espie todo lo que estás haciendo con la tecnología. Una app de estas tiene que ver todas las apps con las que navegas, juegas y compras, y también en qué geolocalización estás en todo momento. Exactamente lo mismo que hace Facebook, o lo que hacen las apps que colocan los maridos en Arabia Saudí a sus mujeres para saber qué hacen en todo momento.
Pero claro, una app está vendida como "protege a tus hijos" o "recorta tu adicción al teléfono" y la otra es una app opresiva para las mujeres. Todo depende, como siempre, del uso que se haga, pero en este caso también qué etiqueta le ponemos desde el departamento de marketing.
¿Por qué una linterna necesita conocer mis contactos, la localización y recuperar aplicaciones que se están ejecutando?
Ya hace años Google y Apple eliminaron muchas apps tipo linterna de su tienda de aplicaciones, puesto que también espiaban a los usuarios. ¿Por qué una linterna necesita conocer mis contactos, la localización y recuperar aplicaciones que se están ejecutando? Pues básicamente era un software de control escondido dentro de una inofensiva linterna. En este caso del 2019 es bastante más invasivo y la raya de hasta dónde es legal que una empresa tenga todos los datos es más fina y gris que nunca.
La conclusión a la cual tendríamos que llegar es que el usuario tendría que saber qué está dando a cambio, que está ofreciendo y si tiene alguna alternativa, pero como siempre el usuario no lee y no le interesa porque ni lo sabe ni lo quiere entender. Quizás las tiendas de apps están tratando al usuario de imbécil e irresponsable, pero vistos los antecedentes, no me extraña. Todo depende de cómo se plantee el marketing.