
17
de Enero
de
2015
Act.
30
de Marzo
de
2015
El proyecto de ojeras inteligentes Google Glass siempre ha sido rodeado de una cierta desconfianza sobre su aplicación real. Nadie duda de la espectacularidad del producto y de sus posibilidades, sin embargo, aspectos como la privacitat o el actual diseño de las mismas ojeras, que hacen que quienes las puerta puestas parezca un Terminator, han hecho dudar además de uno sobre su viabilidad.
Ahora Google acaba de anunciar quesuspende la venta, una venta que nunca llegó al gran público. Hasta el momento, todos aquellos interesados al adquirir las ojeras, tenían que vivir en los Estados Unidos, solicitar formar parte del Explorer Program y pagar los 1.500 dólares que costaban.
La compañía de Mountain View insiste que esta noticia no significa la cancelación del producto, sino que se trata únicamente de una reorientación estratégica. La división encargada del proyecto, dejará de depender de Google X, la sección de investigación de la compañía del buscador y pasará a depender de Tony Fadell (@tfadell) la cabeza de la unidad de negocio de automatismos por el hogar, que se incorporó a Google a partir de la compra de la empresa Nest.

Hay que destacar que Fadell, además de ser el creador de Nest, un termostato inteligente, tiene un pasado a Apple cómo uno de los padres del iPod, posiblemente el producto clave en el resurgimiento de la compañía.
Según informó hace unas semanas el Wall Street Journal, Google habría llegado a un acuerdo con Intel, el fabricante de micro-procesadores, para sustituir los actuales chips ARM que incorporan las ojeras –y la mayoría de teléfonos móviles del mercado- por modelos más potentes que permitan a las Google Glass ser útiles en ámbitos más profesionalidades, como por ejemplo entornos médicos y hospitalarios o cadenas de producción.
Aún así, desde Google insisten que esta noticia no significa que abandonen la idea de producir las Google Glass para el gran público. De hecho, uno de los grandes defensores y entusiastas del proyecto es el mismo Sergey Brin, co-fundador de Google. En la presentación de las ojeras, él mismo y una serie de paracaidistas saltaron de un avión en pleno quiere mientras los asistentes a la conferencia veían, en directo y en primera persona, las imágenes que se transmitían desde sus ojeras.

Habrá que ver como evoluciona el producto a partir de esta nueva reorganización interna y si realmente la compañíasigue apostando de verdad. El que está claro es que, sin duda, todos aquellos desarrolladores y early adopters que invirtieron 1.500 dólares a comprar una de las primeras unidades, no deben de estar precisamente contentos con esta noticia.
Ahora Google acaba de anunciar quesuspende la venta, una venta que nunca llegó al gran público. Hasta el momento, todos aquellos interesados al adquirir las ojeras, tenían que vivir en los Estados Unidos, solicitar formar parte del Explorer Program y pagar los 1.500 dólares que costaban.
La compañía de Mountain View insiste que esta noticia no significa la cancelación del producto, sino que se trata únicamente de una reorientación estratégica. La división encargada del proyecto, dejará de depender de Google X, la sección de investigación de la compañía del buscador y pasará a depender de Tony Fadell (@tfadell) la cabeza de la unidad de negocio de automatismos por el hogar, que se incorporó a Google a partir de la compra de la empresa Nest.

Hay que destacar que Fadell, además de ser el creador de Nest, un termostato inteligente, tiene un pasado a Apple cómo uno de los padres del iPod, posiblemente el producto clave en el resurgimiento de la compañía.
Según informó hace unas semanas el Wall Street Journal, Google habría llegado a un acuerdo con Intel, el fabricante de micro-procesadores, para sustituir los actuales chips ARM que incorporan las ojeras –y la mayoría de teléfonos móviles del mercado- por modelos más potentes que permitan a las Google Glass ser útiles en ámbitos más profesionalidades, como por ejemplo entornos médicos y hospitalarios o cadenas de producción.
Aún así, desde Google insisten que esta noticia no significa que abandonen la idea de producir las Google Glass para el gran público. De hecho, uno de los grandes defensores y entusiastas del proyecto es el mismo Sergey Brin, co-fundador de Google. En la presentación de las ojeras, él mismo y una serie de paracaidistas saltaron de un avión en pleno quiere mientras los asistentes a la conferencia veían, en directo y en primera persona, las imágenes que se transmitían desde sus ojeras.

Habrá que ver como evoluciona el producto a partir de esta nueva reorganización interna y si realmente la compañíasigue apostando de verdad. El que está claro es que, sin duda, todos aquellos desarrolladores y early adopters que invirtieron 1.500 dólares a comprar una de las primeras unidades, no deben de estar precisamente contentos con esta noticia.