La cuenta atrás del emprendimiento

El ecosistema emprendedor catalán se reivindica con la organización a contra reloj del Tech Spirit Barcelona y el viaje de innovación Imagine Express

Uno de los equipos del edició de este año de lo Imagino Express trabaja en su reto | Berta Vicente
Uno de los equipos del edició de este año de lo Imagino Express trabaja en su reto | Berta Vicente
París
23 de Febrero de 2020

El cronómetro del Imagine Express marca 5.000 minutos; el del Tech Spirit Barcelona marcaba 10 días cuando el evento todavía no tenía ni nombre. El ecosistema emprendedor ha vivido esta semana una cuenta atrás continua, pero por diferentes motivos. En el primer caso, un viaje de innovación da a varios equipos un tiempo concreto para desarrollar soluciones para varias grandes empresas. En el segundo, emprendedores e inversores han montado a contra reloj un evento en Barcelona para los días en los que se tenían que celebrar el Mobile World Congress (MWC) y el 4YFN, cancelados por la crisis del coronavirus. En las dos ocasiones, se ha demostrado capacidad de reacción y organización.

 

"Esto es emprendimiento: cuando hay un problema buscar las oportunidades y ponerse a ello". Xavier Verdaguer es el fundador y CEO de Imagine, el centro de creatividad que organiza estos viajes de emprendimiento -además del Imagine Express, que va a París, también hacen uno a Silicon Valley, uno a Colombia, uno a Italia y uno a las Islas Canarias, entre otros-. VIA Empresa ha hablado con él durante el viaje en tren. De hecho, Verdaguer es socio de la aceleradora de startups Conector -en la que también participan inversores como Carlos Blanco-, que ha sido una de las impulsoras del Tech Spirit Barcelona.

Verdaguer considera que la suspensión del MWC y el 4YFN es una oportunidad: "El Mobile es un acontecimiento tan grande que se lo acaba comiendo todo, así que este año el movimiento emprendedor ganará mucha más visibilidad, se verá qué hacen los emprendedores de Barcelona". El premio para los equipos ganadores del Imagine Express siempre había sido presentar sus proyectos en el 4YFN, un escaparate no sólo para los participantes sino también para las empresas que forman parte de la experiencia. Este año son Nestlé, Renfe SNCF, Novartis, TMB y Aertec.

 

"Las compañías que colaboran con nosotros se inquietaron un poco con la suspensión del Mobile, y nosotros les decíamos: 'Tranquilos, esto es emprendimiento y a este tren no lo para nadie'", explica Verdaguer. El viaje dura todo el fin de semana y el lunes cada equipo presenta en un acto en el Movistar Centre de Barcelona el proyecto final y se anuncian los cinco ganadores. A falta de MWC, este acto se ha incluido en la programación del Tech Spirit.

Subimos al tren

A las 14.00 horas en punto del viernes, el TGV de Barcelona a París se ponía en marcha en la Estación de Sants. La cuenta atrás para desarrollar los proyectos había empezado a funcionar a las 10.00 horas y marcaba 4.760 minutos restantes. Los nueve equipos que conforman la edición 2020 del Imagine Express ya estaban instalados en sus asientos, tenían claro a qué reto se enfrentaban y empezaban con la primera fase del proyecto: la inspiración. Cada grupo está formado por tres o cuatro dreamers y tiene que desarrollar una solución concreta a un problema que les plantea o bien uno de los partners de la iniciativa o el propio Imagine. Hay tres retos de sostenibilidad, tres del ámbito de la salud y tres de movilidad.

Nestlé buscaba ser más sostenible a través de la tecnología y los tres dreamers que formaban su equipo (Mariana, Meritxell y Nuno) han pensado en recoger el metano que expulsan las vacas -uno de los gases de efecto invernadero-, convertirlo en metanol y venderlo a la industria química. Sería el consumidor quien, pagando unos céntimos más por el producto lácteo final que compra, financiaría parte del proyecto. El equipo es guiado por mentores, algunos de ellos provienen de las propias empresas -para evaluar si es aplicable la solución y orientar al equipo en las necesidades de la compañía- y otras, del equipo de Imagine.

Tots els participants de l'edició 2020 de l'Imagine Express abans de pujar al tren que els ha portat a París | Berta Vicente

Todos los participantes de la edición 2020 del Imagine Express antes de subir al tren que les ha llevado a París | Berta Vicente

Las siete horas de trayecto entre Barcelona y París sirven para completar la fase de inspiración, que acaba a las 18.00 horas con una presentación de cada equipo ante el staff. El cronómetro marcaba 4.520 minutos y empezaba la fase II, la ideación. Siguen el método Lombard, que incluye dos etapas posteriores: el prototipaje y la comunicación. "Hay una cosa que tiene mucho sentido con el tren: juntamos a directivos y personas que vienen de empresas grandes con gente emprendedora y joven que aporta ideas nuevas. Si pones a estos dos perfiles tan diferentes juntos en una empresa, no funcionará, pero en este contexto de viaje y convivencia forzada, tiene mucho más sentido", indica Verdaguer.

La farmacéutica Novartis lanza tres retos a los participantes del Imagine Express. Uno de estos ha supuesto la ideación de una versión de Tinder aplicada a los ensayos clínicos. El reto era facilitar la identificación de personas candidatas y pacientes para acceder a nuevos tratamientos en fase de estudio. Silvia, Paula y Anna proponen una aplicación en la que el usuario debe introducir sus datos y las características específicas de la enfermedad que sufre y, a través de inteligencia artificial, encuentra un match con el ensayo clínico de cualquier centro en el que encajaría.

Los concursantes del Imagine Express acceden al programa por varias vías. Los más jóvenes conocen la iniciativa a través de las universidades, y los patrocina la Fundació Banc Sabadell; los que no son tan jóvenes, normalmente son trabajadores de las empresas que participan. Es el caso de Renfe SNCF, que ha enviado a un equipo de cuatro personas que tienen el objetivo de diversificar el negocio de la compañía aprovechando la infraestructura que ya existe. Entre las dreamers más jóvenes están Silvia y Paula, que han desarrollado el Tinder de Novartis junto con una trabajadora de la empresa. "Es una oportunidad participar en el Imagine Express, una carta de presentación", aseguran. Además de vivir la experiencia, tienen la esperanza de que las ayude en el ámbito laboral.

Agilidad y capacidad de reacción

El perfil de empresa que participa en el Imagine Express es bastante concreto: "Generalmente son grandes empresas que entendemos que necesitan innovar y, como son tan grandes, les cuesta mucho porque no son ágiles", según Verdaguer. Los mentores de Nestlé que han viajado a París, Oscar Gil y SergiArjona, lo corroboran: "La toma de decisiones es lenta en las grandes empresas, mientras que las startups van más rápido y nos quitan parte del mercado. Esto hace que nos pongamos las pilas con iniciativas como esta".

Precisamente capacidad de reacción es lo que no ha habido en el MWC, el congreso de móviles más grande del mundo y al que asisten cada año las mayores empresas del sector. Una gestión dudosa que ha servido para que los emprendedores se reivindiquen. El Tech Spirit ya tiene forma y programa. En 10 días, se ha coordinado todo y contará con la presencia de empresas de primer nivel (Uber, Glovo, Edreams, Holaluz, Telegram, Mediapro, Badi, Telefónica, ImaginBank...). En la presentación oficial del evento -que empieza este domingo-, el presidente del la entidad organizadora, el Barcelona Tech City, Miguel Vicente, lo destacaba: "Hace cinco días nadie sabía que habría un acontecimiento así". Ahora, ya está todo listo.

¿Qué queda de los proyectos?

El Imagine Express llega a las 20.48 horas a París. El temporizador marca 4.352 minutos y la segunda fase ha acabado. "En vez de Imagine Express se tendría que llamar Imagine Estrés", bromea Verdaguer. La agenda intensa continúa el sábado. Los equipos trabajan en el prototipaje hasta la hora de comer. Cuando quedan 3.380 minutos para el final, se acaba la fase III. La siguiente etapa, la comunicación, se trabaja por la tarde con una clase magistral y se da por acabado el desarrollo de los proyectos.

Judith, Nathalie y Hamza se enfrentan al reto de TMB: ofrecer una experiencia diferencial a los usuarios del metro y el bus de Barcelona por medio de una app que utiliza códigos QR -actualmente para informar a personas invidentes-. La idea que ha surgido es gamificar la solución y hacer una especie de "Quién es quien" con las personas que viajan en tu vagón o autobús. Los usuarios introducirían algún hecho sobre sí mismos y el resto tendría que adivinar a qué pasajero corresponde cada descripción.

L'impulsor de l'Imagine Express, Xavier Verdaguer, amb un dels equips de l'edició d'enguany | Berta Vicente

El impulsor del Imagine Express, Xavier Verdaguer, con el equipo que se enfrenta al reto de TMB en el edició de este año | Berta Vicente

Optimizar la gestión de los ensayos clínicos, reinventar el piromusical de la Mercè y motivar a los investigadores y centros a optimizar la gestión de los ensayos clínicos son otros retos a los que se han enfrentado los dreamers. Pero, ¿qué pasa con las ideas que se generan? Xavier Verdaguer explica que la parte más complicada es que se acaben implantando: "Cuando las empresas y los inversores tienen que apostar por ellas se tienen que bajar; a veces sólo hay que esperar un poco para dejarlas reposar".

Con 2.120 minutos hasta la presentación final en el Movistar Centre de Barcelona, los equipos hacen el primer pitch completo. Será este domingo, en un barco que recorre el río Sena. Ahora, sólo les falta coger el tren de vuelta a la capital catalana y descansar antes del acto final, que se enmarca en el Tech Spirit Barcelona. La cuenta atrás se habrá acabado.