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La investigación empuja, el mercado estira y el gobierno facilita

Los expertos coinciden en la necesidad de invertir dinero público y privado en la transferencia de tecnología y conocimientos

El debate de Barcelona Innovation Coast en el marco de las jornadas Barcelona React | Cedida
El debate de Barcelona Innovation Coast en el marco de las jornadas Barcelona React | Cedida
Barcelona
15 de Abril de 2021

La apuesta por la investigación, ya la tenemos; ahora es necesario invertir en que las innovaciones lleguen a la sociedad. Los expertos que han participado en el Barcelona Innovation Coast, un debate en el marco de las jornadas Barcelona React, coinciden en esta premisa. ¿Cómo se debe hacer? Escuchando y ordenando. Cada parte tiene que hacer su trabajo: la investigación tiene que empujar, el mercado tiene que estirar y las administraciones tienen que facilitar. Pero esta es una situación utópica; actualmente, en Catalunya, no es así.

 

"En Barcelona falta una apuesta por la investigación aplicada; esto nos puede asegurar un futuro", ha indicado Esteve Almirall, director del Center for Innovation in Cities de Esade, colaborador de VIA Empresa y uno de los ponientes del Barcelona Innovation Coast. Las responsables de esta investigación aplicada no tienen que ser las universidades, sino los centros de investigación y todo un ecosistema que se cree a su alrededor. Un ejemplo de país en el que ya se ha hecho un esfuerzo en la transferencia del conocimiento es Alemana. En el debate ha participado, precisamente, el jefe de negocio y administración del Instituto de Ingeniería Biomédica Fraunhofer alemán, Peter Hauptmann.

 

Uno de los secretos, ha asegurado, se encuentra en la profesionalidad: "Nuestro instituto está organizado como una empresa y tenemos financiación proveniente de la propia industria y también de la administración". El problema reside, muchas veces, en la falta de comunicación, puesto que "los políticos no entienden qué quieren los investigadores y los investigadores les tienen miedo a las empresas". Si todo esto se institucionaliza, hay una comunicación fluida y dinero público, todo es más fácil.

Poner la oreja

"Escuchar solo el mercado no es bueno; debe haber una mezcla entre el mundo científico y tecnológico y el mundo social, que tiene mejor percepción de los problemas que hay que resolver", ha apuntado Xavier Torra, presidente de Eurecat. Si se produce este intercambio, hay más riqueza de ideas. "Es una habilidad que no muchas compañías tienen; falta gente para gestionar esta dualidad", ha añadido. La CEO de Gate2Brain, Meritxell Teixidó, ha puesto su caso de ejemplo. "Hacemos una tecnología que hace que los fármacos lleguen mejor al cerebro; una vez desarrollada, miramos si era necesaria y, hablando con el interlocutor vimos cuáles eran las necesidades concretas y adaptamos la tecnología para que pudiera ser útil", ha dicho.

Xavier Torra (Eurecat): "Escuchar solo el mercado no es bueno; debe haber una mezcla entre el mundo científico y el mundo social, que tiene mejor percepción de los problemas que hay que resolver"

Tanto Torra como Jordi William Carnes, presidente de Leitat, ha destacado otro aspecto que dificulta la transferencia tecnológica: la transversalidad de la innovación. "Cualquier producto es multitecnológico y, por lo tanto, es mucho más complejo y se tiene que ordenar bien", ha dicho el primero. William Carnes ha añadido que "cuanto más rompamos las visiones compartimentadas, más normalizaremos la transversalidad". El talento también es una parte básica de la ecuación. En Fraunhofer, seleccionan a investigadores "con un ADN concreto", según Hauptmann. Además de la vertiente de investigación, tienen que tener capacidades de dirección, que mejoran con varios programas de formación del propio centro.

"Mucha gente deja el instituto para irse a la empresa con la que está desarrollando una tecnología; esto es negativo para nosotros, porque perdemos talento, pero positivo en términos generales, porque asegura la transferencia tecnológica", ha afirmado. A pesar de que no es exactamente lo que pasó con Teixidó, su historia es parecida: después de 14 años de investigadora en el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) de Barcelona, creó una spin-off para transferir la tecnología que había desarrollado. "Una se tiene que preparar: yo sabía que quería formar parte y participé en algunos programas que ayudan el científico a hacer este camino hacia la empresa", ha explicado.

El dinero público

¿Qué papel debe tener la administración? Tiene que ser "facilitadora", han coincidido los cinco ponientes. Un tercio de la financiación que recibe Fraunhofer proviene de las administraciones. "Los proyectos que vienen del sector público son los que quieren resolver los problemas de la sociedad a largo plazo, a entre cinco y 10 años vista, mientras que la industria mira para el futuro más inmediato", ha asegurado Hauptmann. En Alemania, el dinero que proviene de los gobiernos va acompañado de un plan que establece cómo se tienen que invertir, pero no es detallado: "La acción concreta la establece el propio centro, que es quien mejor sabe qué tiene que hacer".

Las reivindicaciones del sector en Catalunya y España son más básicas: evitar poner trabas. "La administración tiene que ser facilitadora: cada día hay más normas nuevas y esto, sobre todo para las pequeñas empresas, es un mundo muy complejo que lo dificulta mucho; matan la innovación antes de empezar", se ha quejado Torra. Y ha añadido: "Aquí, todo está prohibido menos lo que está permitido, mientras que en otros sitios, todo está permitido menos lo que está prohibido; el matiz es muy importante". El presidente de Eurecat todavía ha ido más allá y ha puesto como ejemplo de obstáculos a la investigación aplicada los concursos públicos: "La administración podría ser un motor de compra innovadora, pero los sistemas de contratación no lo permiten; es hablar de riesgo con quien no quiere oír hablar de riesgo".

Peter Hauptmann (Fraunhofer): "Mucha gente deja el instituto para irse a la empresa con la que colabora; esto es negativo para nosotros, porque perdemos talento, pero positivo en términos generales, porque asegura la transferencia tecnológica"

En la misma línea, el presidente de Leitat también se ha referido al aspecto legal. "Los operadores públicos tienen que involucrarse para dar las legitimidades legales necesarias", ha dicho. Para él, es importante hablar también de industria -"seamos osados y que no nos dé miedo utilizar la palabra industria"- y la ha presentado como una oportunidad para la innovación. Considera que el trabajo que se hizo hace 30 años de sacar las fábricas de la ciudad se tiene que deshacer. "Tenemos que reindustrializar las ciudades; acercar la industria a la innovación", ha considerado. Esto, tiene efectos colaterales: menos transporte de los trabajadores y, por lo tanto, menos contaminación. Es una asignatura pendiente que William Carnes pone a Barcelona y la región metropolitana.

Según Hauptmann, la capital catalana lo tiene todo para avanzar en el camino correcto. "La innovación no se puede administrar [hacer parte de la administración], pero Barcelona tiene universidades y centros de investigación; todo el mundo que viene, acaba siendo fan de la ciudad", ha concluido. Barcelona tiene todos los ingredientes; falta mezclarlos.