Vivimos en un mundo en constante cambio, y por muchas ganas que tengamos, nunca podemos prever qué pasará mañana. Un día estás planteándote ampliar los horizontes de tu empresa y al siguiente, te estás peleando con Recursos Humanos para intentar sobrevivir de la mejor manera posible a una pandemia. Pero si una cosa queda clara, es que los humanos somos capaces de reinventarnos, sobrevivir, pero sobre todo, innovar. "La innovación es todo aquello que hace un comercial cuando decide que aquello que ya le da beneficios lo quiere replantear", explica Xavier Marcet, consultor internacional de estrategia e innovación y colaborador de VIA Empresa.
En el marco de las charlas Fluffy Talks, una iniciativa de Alex Phimister, quien ha cocinado, junto a más de 30 profesionales del sector, un libro de innovación, Marcet ha sido entrevistado por Víctor Costa, director de VIA Empresa, para reivindicar conceptos que rigen lo que todo el mundo entiende por innovación. Muchas veces nos centramos en un cambio digital cuando hablamos de innovar, pero esta palabra engloba mucho más de lo que realmente pensamos.
Según explica el consultor, la necesidad de innovar de las empresas siempre tiene que ir ligada a sus valores. Es decir, hay que seguir la misma línea de valores de la empresa, mientras se sigue innovando: "Nuestra vida tiene que navegar entre la supervivencia de las empresas y la necesidad de innovar". Y es que Marcet tiene un gran recorrido en innovación, puesto que lleva desde 2006 trabajando con diferentes empresas para emprender proyectos que les hagan avanzar.
"Nuestra vida tiene que navegar entre la supervivencia de las empresas y la necesidad de innovar"
Desde la crisis de la covid, parece que la innovación siempre tenga que pasar por delante del personal de las empresas, como si importara más ser más eficientes que los mismos trabajadores: "Llegados a cierto punto no hay empresas insanas sino sociedades insanas", remarca Marcet. El consultor repite que el conflicto siempre es causado por la misma bifurcación: "La necesidad de innovar frente a los riesgos que tiene para las personas".
Un buen innovador tiene...
Otra de las grandes necesidades de las empresas es construir los planes de innovación a base de pasión, pero no es lo único que se necesita. "La pasión es importante, igual que la creatividad, pero no son las únicas claves para llegar a hacer proyectos innovadores", explica Marcet. En este sentido el consultor recuerda que en muchas empresas hay una carencia de capacidad de liderazgo.
"No tenemos que trabajar como islas creativas, por muy buenas que seamos, aislarnos no es la solución, tenemos que cooperar"
También tiene en cuenta que muchas veces la innovación acaba por pasar sólo por unas manos, una práctica peligrosa, puesto que los riesgos de no salir son mayores: "No tenemos que trabajar como islas creativas, por muy buenos que seamos, aislarnos no es la solución, tenemos que cooperar", añade.
De Barcelona a Boston
El consultor internacional, como bien indica la palabra, trabaja en diferentes ciudades, entre ellas Barcelona y Boston, dos almas que poco tienen a envidiar la una de la otra, pero son muy diferentes.
"En Boston debe haber unas 1.200 empresas de VentureCapital, hay un sentimiento de asemejarse en cierto modo a SiliconValley, y en Barcelona trabajamos diferente y todavía estamos creciendo", explica Marcet. Y es que según remarca, "yo no me muevo de un lado a otro para hacer un copia y pega, creo que la innovación está en la mirada y cada sector, país o lugar es diferente, pero todos están preparados para innovar".
Y si una cosa deja clara Marcet, es que la razón de ser de la innovación no es ni mucho menos conseguir más beneficios para la empresa o ser los primeros en sacar un producto al mercado. Para él, la necesidad de innovar pasa por la convicción de reafirmar que, tal como cita él mismo: "Tenemos que utilizar la innovación para construir comunidades que valgan la pena".