"La inteligencia artificial (IA) se está desarrollando enormemente en sectores donde no interesa, como en defensa con robots que sirven para matar", señala el fundador y CEO de Datumize, Nacho Lafuente. Esta es una de las grandes falacias de la IA, puesto que la extrema regulación sobre esta tecnología no permite que se aplique en ámbitos donde realmente sería necesario, como las ciudades inteligentes. El miedo al uso que hagan las empresas de nuestros datos todavía provoca que la gente se ponga las manos en la cabeza cuando la sanidad quiere utilizar el historial clínico de los pacientes para hacer investigación. Y es que la inteligencia artificial todavía genera desconfianza, un recelo que las startups Factic, Iomed y Datumize han querido minimizar durante la Esade Startup Day.
"La salud será uno de los sectores donde la inteligencia artificial tendrá más impacto, tanto a escala social como económica", señala el cofundador y CEO de Iomed, Javier de Oca. Sin embargo, todavía es el penúltimo sector en adopción de esta tecnología. A los pacientes los preocupa qué puede pasar con su información médica, un hecho que de Oca acata a que "existe una carencia de conocimiento sobre los beneficios de la IA en la ciudadanía si realmente se hace un uso eficiente de los datos".
En este sentido, Iomed trabaja para que los datos clínicos se puedan usar de forma más eficiente en la investigación clínica. Según explica el emprendedor, los hospitales tienen mucha información clínica recogida en formato de texto libre, por eso desde Iomed han desarrollado un algoritmo que utiliza la IA para transformar estos textos clínicos en datos útiles para hacer investigación. "Somos capaces de reducir en 10 veces el tiempo que se tarda a encontrar pacientes que sean candidatos a participar en un ensayo clínico y aumentamos en un 200% la cantidad de pacientes que encontramos para esa investigación", detalla de Oca.
La salud todavía es el penúltimo sector en adopción de la inteligencia artificial
En el caso de Factic, la startup utiliza la IA para automatizar la toma de decisiones de las pymes en el sector de la alimentación. "Sólo el 1% de los datos que se registran en una fábrica se utilizan para la toma de decisiones", señala el cofundador y CEO, Adrià Quintana. El problema es que las pequeñas empresas no generan una cantidad suficiente de datos para que los algoritmos de IA funcionen. Así que Factic emplea otros datos externos y públicas para nutrir de más información a las pymes.
"A Datumize trabajamos con el big no data", explicaba Lafuente, en una entrevista con VIA Empresa. La startup ha creado un software que utiliza técnicas de IA para obtener datos oscuros, ocultas e incluso inexplorades.
IA en el trabajo, las pymes y Europa
La IA puede tener varias ventajas, pero las tres startups coinciden en el hecho que para ellas la automatización de tareas y la extensión de la fuerza laboral son los aspectos donde más incide esta tecnología. "Nosotros permitimos hacer el trabajo de ocho años de recopilación de información sanitaria de un médico en tan sólo una hora", destaca de Oca. Ahora bien, los tres emprendedores inciden en el hecho que en ningún caso la IA quita el trabajo de los trabajadores, sino que les permite dedicarse a otras tareas menos mecánicas y que aporten valor profesional.
Ahora bien, la presidenta del Grupo AIA y moderadora del acto, Regina Llopis, señala que hay cuatro imperativos que giran alrededor de la IA: preparar a las nuevas generaciones en torno esta tecnología, articular claramente sus beneficios sociales versus el miedo a lo desconocido, la ética y los derechos humanos en el ámbito de los datos y la promoción de marcos reguladores específicos. "Hay problemas éticos no resueltos y la gente no entiende la manera como se están empleando sus datos", apunta Lafuente. El emprendedor ve paradójico como las personas aceptan todas las políticas de Gmail a la hora de crearse un correo electrónico pero después se asusta cuando Facebook utiliza sus datos para enviar mensajería política.
Llopis: "Europa está perdiendo la carrera en la inteligencia artificial"
Además, la carencia de regulación hace que no se avance en la aplicación de la IA en algunos sectores. "Qué pasa si nuestro sistema toma una decisión que causa un problema a la empresa? No sabemos de quién es la culpa, y esto nos frena a la hora de avanzar", explica Quintana. Un hecho que hace que todavía pocas pymes estén preparadas para la adopción de esta nueva tecnología. "En el ámbito tecnológico, las pymes son las grandes abandonadas del sector", añade.
Una situación que provoca que, para Llopis, "Europa esté perdiendo la carrera en la inteligencia artificial". "China ya es líder en el mundo, y si queremos ni siquiera acercarnos a ella tenemos que hacer un salto en la digitalización, abandonar lo que no hemos acabado y pasar directamente a la IA".