La industria 4.0 supone el origen de una nueva revolución industrial, que se encuentra en un contexto de nuevas tecnologías que han impulsado avances significativos en cuanto a ámbitos como la robótica, la realidad virtual o, especialmente, la inteligencia artificial (IA). La aparición del ChatGPT, el prototipo de bot conversacional de moda, es uno de los ejemplos que más fama está consiguiendo en la actualidad, poniendo en valor el potencial de la IA, que cuenta con un largo recorrido en los diferentes ámbitos de nuestra cotidianidad. Pero, puede suponer esta una amenaza?
La humanidad ha logrado un nivel de prosperidad sin precedentes. Desde la explosión de la renta per cápita a partir del siglo XIX, hemos llegado a "no solo ser más ricos que los reyes y la nobleza del pasado, sino a hacer cosas que a lo largo de la historia eran inimaginables", según ha asegurado el catedrático de economía de la Universidad de Colúmbia de Nueva York, Xavier Sala-i-Martín, en la ponencia que ha iniciado el Industry 4.0 Congress de Advanced Factories, Inteligencia natural y el factor humano. En este contexto el aumento de la riqueza en comparación a los últimos siglos "ha sido posible gracias a las ideas que nos han permitido mejorar".
Òscar Íñigo: "El factor humano es el centro de la inteligencia artificial, porque enfoca su uso"
El factor humano ante la inteligencia artificial
Òscar Íñigo, director de programa del Industry 4.0, durante la presentación del congreso ha afirmado que "el factor humano es el centro de la inteligencia artificial, porque enfoca su uso". Y así ha sido con los progresos de los últimos 200 años, que han tenido lugar a partir de las últimas revoluciones industriales. Actualmente, nos encontramos en la cuarta, "la madre de todas las revoluciones industriales" que está dando lugar a muchas tecnologías disruptivas con suficiente poder para cambiar el mundo, como por ejemplo las neurociencias, la bioingeniería, la manufactura digital, los nanomateriales, energías renovables, blockchain... y la inteligencia artificial (IA). Todas estas no son tecnologías del futuro. Lo son del presente.
"La clave en este progreso no se debe a la tecnología. Se debe a partir de tres tipos de ideas que surgen de la inteligencia natural: las ideas científicas, las tecnológicas y las sociales", ha afirmado Sala-i-Martín. Este último tipo es el más importante según el catedrático, puesto que supone el poder de nuestra especie, que se caracteriza por el trabajo en grupo y la capacidad de organizarnos: "somos animales sociales, y gracias a esto, podemos producir los dos otros tipos de ideas".
Son las nuevas tecnologías realmente inteligentes?
El concepto de inteligencia lo asociamos rápidamente con la mente, y al hablar sobre inteligencia artificial, la comparamos con la nuestra. Pero, en la actualidad, se trata de una comparación errónea, puesto que estamos comparando nuestra inteligencia con algoritmos estadísticos que se limitan a realizar predicciones a partir de datos. En el año 2010, estos algoritmos contaban con un ratio de error del 30% que, en comparación con el del humano (5%), era muy superior. Cinco años después, en 2015, las máquinas redujeron su cifra situándola por debajo de la de los humanos. Es un adelanto muy significativo, puesto que estos algoritmos han empezado a no solo facilitar ciertas tareas como la recopilación de datos o la identificación de imágenes, sino también llevarlas a cabo con menos errores. Uno de los sectores más beneficiados es el de la salud, porque, por ejemplo, el cáncer se diagnostica identificando imágenes y estos algoritmos se pueden usar en favor de beneficiar su detección.
El ratio de error de los algoritmos se ha situado por debajo del de los humanos
Aun así, las máquinas actuales que cuentan con estos algoritmos "no son inteligentes. Simplemente hacen predicciones muy acertadas", ha detallado Sala-i-Martín. Por lo tanto, a la inteligencia artificial, la denominamos inteligencia, pero no deja de ser un algoritmo que hace predicciones. "La IA tiene todavía un amplio recorrido, a pesar de que actualmente está avanzando a gran velocidad" ha explicado a VIA EmpresaJordi Bonhora, investigador de robótica del Centro Tecnológico de Catalunya (Eurecat), quien ha añadido que "en la actualidad se limita principalmente a la recogida y procesamiento de datos".
De igual manera, las máquinas verdaderamente inteligentes pueden convertirse en una realidad en el futuro: "todavía no tienen esta inteligencia porque no estamos capacitados para conseguir que la tengan, pero con los futuros avances sí que se conseguirá una inteligencia artificial que esté realmente capacitada para llevar a cabo tomas de decisiones básicas", ha añadido Bonhora.
La automatización: una amenaza?
"A mucha gente le da miedo que las máquinas nos automaticen, puesto que habrá humanos que se quedarán sin trabajo. Pero, a partir de lo que destruye la tecnología, somos capaces de crear algo de nuevo", ha explicado el catedrático, quien ha detallado la aparición de nuevos trabajos que surgen como resultado de todas las innovaciones que se están produciendo en la actualidad, a pesar de que estas pongan en riesgo la ocupabilidad de ciertos sectores. Por lo tanto, la inteligencia artificial supone una gran ayuda para la humanidad, pero todavía está lejos de poderse comparar con la nuestra, y lo está todavía más de suponer una amenaza para nuestra sociedad, puesto que hay otro tipo de inteligencia que se le superpone: la inteligencia natural.