Livercolor es una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por investigadores catalanes capaz de detectar si un hígado es útil para trasplantar. Lo han ideado profesionales de Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus y de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), a través de un algoritmo que identifica los niveles de grasa del órgano.
La herramienta analiza la tonalidad de color amarillo y la textura del tejido a través de fotografías hechas con un teléfono móvil para comprobar si hay demasiada grasa, hecho que dañaría el órgano y provocaría que no sea apto para un trasplante. A través de un comunicado, la UPF ha recordado que el hígado es el segundo órgano más trasplantado del Estado, después del riñón, con más de 1.000 intervenciones de este tipo al año. Esta herramienta, por lo tanto, tiene como objetivo aprovechar un mayor número de hígados candidatos a trasplantes.
La valoración de la cantidad de grasa la suele hacer un cirujano observando la tonalidad de amarillo. "En la clínica, Livercolor sería capaz de determinar si una tonalidad de amarillo y una textura concretas indican un nivel de esteatosis apto o no para el trasplante. En caso de no ser apto, el hígado se descartaría", explica Concepción Gómez-Gavara, cirujana del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplantes del Hospital Universitario Vall d'Hebron e investigadora del área de uso de Livercolor.
Así, es una metodología más objetiva que la valoración visual, según explica Itxarone Bilbao, jefa de sección del Servicio de Cirugía Hpatobiliopancreática y Trasplantes del Hospital Vall d'Hebron: "Esta tecnología permitiría aprovechar un mayor número de hígados, que de otra forma se descartarían. Es un método claramente más eficiente que la decisión basada en lo que el médico ve a simple vista". El objetivo es desarrollar una app para poder aplicar la tecnología en pacientes "en un futuro próximo".