• Innovación
  • La DARPA crea prótesis artificiales que pueden 'sentir'

La DARPA crea prótesis artificiales que pueden 'sentir'

La agencia militar norteamericana diseña una prótesis que conecta el cerebro humano mediante electrodos

L’agencia ha conectado el brazo al cerebro de l’individuo mediante pequeños electrodos
L’agencia ha conectado el brazo al cerebro de l’individuo mediante pequeños electrodos
quico domingo
Socio y director de Mortensen
15 de Septiembre de 2015
Hace aproximadamente un par de años la DARPA, una división del departamento de defensa de los Estados Unidos dedicada a la investigación y desarrollo de proyectos tecnológicos, anunció que estaba trabajando para conseguir fabricar prótesis ortopèdiques mecánicas con un mejor enlace con sus portadores.

Este enlace, según la DARPA, tenía que ser bidireccional: por un lado era necesario que el portador fuera capaz de controlar la prótesis del mismo modo que lo haría con su miembro natural, y por otro lado hacía falta que las prótesis fueran sensibles al tacto.

En estudios previos, la misma agencia demostró que manipular correctamente pequeños objetos con precisión, depende en gran medida de la capacidad de "sentir" el momento en el cual los dedos de la mano tocan el objeto en cuestión, y que si el sentido del tacto se intentaba sustituir con el de la vista, no daba los resultados esperados.



Así pues hace sólo unos días, la DARPA ha anunciado que acaba de conseguir implantar un brazo mecánico a un hombre que había quedado paralizado. Para conseguir el enlace bidireccional del cual hablábamos con anterioridad, la agencia ha conectado el brazo al cerebro del individuo mediante pequeños electrodos. De este modo, el usuario es capaz controlar la mano y sentir los objetos o personas que toca mediante dos grupos de electrodos: el primero situado al córtex motor, la parte del cerebro encargada de dirigir nuestros movimientos y el segundo situado al córtex sensorial, encargado de proporcionarnos sentido del tacto.

La prótesis, desarrollada en la Universidad John Hopkins, trae una serie de sensores ultrasensibles capaces de detectar si se aplica presión a los dedos y convertir esta información en un impulso eléctrico que se transmite al cerebro.

Pruebas para mejorar la calidad de vida
Para demostrar el funcionamiento, la DARPA ha llevado a cabo una batería de pruebas con el individuo que consistían a colocarle una venda alrededor de los ojos y hacerle adivinar qué era el dedo que le estaban tocando. El porcentaje de éxito fue prácticamente del 100%.

Un golpe más, tal como ya pasó con los orígenes de internet, podría ser que una tecnología desarrollada desde el ámbito militar fuera capaz de cambiar y mejorar vidas de miles de personas si, en un futuro próximo, llegara a estandarizarse.