08
de Diciembre
de
2016
La reducción de los recursos hídricos y el aumento de las temperaturas obligan al sector agrícola actuar ante los cambios climatológicos que afectan directamente a su actividad. Una adaptación del sector a sus efectos es la implantación entre los fructicultors del sistema de programación de riego a escala de parcela Giroreg, el cual está basado en las medidas de contenido de agua al suelo en alta frecuencia, y es gestionado con el criterio de la Internet de las Cosas. La innovación ha sido desarrollada por el centro IRTA Mas Badia, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias.
El sistema implantado y en continuado crecimiento consiste al medir sistemáticamente un total de 42 fincas piloto de fruteros de las comarcas de Girona, en las cuales se recoge la máxima diversidad climática, edáfica y varietal, del contenido de agua al suelo, que se transmite vía tecnología GPRS a la nube, en concreto, a un sistema experto llamado Aquafruit.
Este sistema integra la previsión meteorológica de los siete días próximos y planifica la programación de riegos de las fincas piloto en función de los datos de las sondas instaladas y al resto de fincas, que no disponen de sondas de medida, a partir de la integración de la información de las fincas piloto. En algunos casos, es este sistema experto el que programa automáticamente el programador de la finca rural, sin que haga falta la intervención del agricultor.
Según apuntan desde el IRTA, este sistema permite ahorros superiores al 20% de agua, sin que se vea afectada la producción, tanto en cantidad como en calidad de la fruta.
El sistema implantado y en continuado crecimiento consiste al medir sistemáticamente un total de 42 fincas piloto de fruteros de las comarcas de Girona, en las cuales se recoge la máxima diversidad climática, edáfica y varietal, del contenido de agua al suelo, que se transmite vía tecnología GPRS a la nube, en concreto, a un sistema experto llamado Aquafruit.
Este sistema integra la previsión meteorológica de los siete días próximos y planifica la programación de riegos de las fincas piloto en función de los datos de las sondas instaladas y al resto de fincas, que no disponen de sondas de medida, a partir de la integración de la información de las fincas piloto. En algunos casos, es este sistema experto el que programa automáticamente el programador de la finca rural, sin que haga falta la intervención del agricultor.
Según apuntan desde el IRTA, este sistema permite ahorros superiores al 20% de agua, sin que se vea afectada la producción, tanto en cantidad como en calidad de la fruta.