Labs 3D: tu doble en miniatura 

La start-up catalana confecciona figuras a escala de personas reales mediante la tecnología de la impresión 3D, una línea de negocio que ya cuenta con lista de espera

    Las miniaturas se hacen a escala y tienen un precio diferente según la medida escogida
    Las miniaturas se hacen a escala y tienen un precio diferente según la medida escogida
    17 de Febrero de 2015
    Act. 20 de Febrero de 2015

    A las cámaras analógicas las sustituyeron las digitales; a estas, los teléfonos. Y a los móviles? Quién los toma el lugar a ellos? La impresión 3D podría hacerlo en un futuro más cercano del que creemos, porque tener una figura en miniatura de un mismo ya es posible.

    Esta tecnología se puede encontrar en Barcelona a Labs 3D, una tienda puesta en marcha porelingeniero de telecomunicaciones Jorge Montoya el pasado mes de mayo de 2014. Desde entonces, ha visto como sus miniaturas se han convertido en el nuevo recuerdo para enviar a los abuelos que viven lejos. Y no sólo para ser un producto nuevo al mercado que atrae los curiosos, sino porque "tiene un impacto mucho más emocional que una fotografía", explica.

    3.500 fotografías en 10 minutos
    El procedimiento es sencillo: visionado, diseño e impresión. Hay que pasar por el escáner, que hace entre 3.500 y 4.000 fotografías de la persona en poco más de 10 minutos. Las imágenes se almacenan en un ordenador y después se envían a la impresora 3D, la cual tarda borde 15 horas a modelar la figura.

     
        

     

    Jorge Montoya, fundador de Labs 3D, con una miniatura suya

     


    El resultado final, todavía sin pulir, es una miniatura hecha de polímero. Ya sale con color, pero hay que limpiarla, puesto que este material deja un tipo de pizca blanquinós, "como si fuera harina", describe Montoya. Desmiente así que sea plástico, una creencia generalizada.

    Así pues, haciendo la suma de tiempo, el pedido no tendría que tardar más de un día. Aun así, el CEO de Labs 3D subraya que tiene lista de espera: "A veces venden familias y el procedimiento multiplica por 4 o 5 el trabajo y las horas. El que hago es dar horas y organizar los trabajos en función de la urgencia del cliente". El precio oscila entre los 99 y los 299 euros según la medida de la figura.

    De recuerdo familiar a prototipos de envases
    "El más habitual es tener turistas que están de vacaciones y van ya con la idea de gastar", resume Montoya. Destacan también los extranjeros que viven en Barcelona y quieren enviar un recuerdo a la familia o los clientes quienes quieren una figura junto a un familiar ya difunto. "En este caso aceptan una fotografía", matiza el ingeniero, "pero siempre decimos que no a las fotos porque no tienen ni la mitad de detalles".

    Tampoco se escapan la moda los novios. "Los pasteles de boda normalmente traen muñecos, por qué no poner a tú con tu pareja?", se pregunta Montoya.

    La última línea de negocio que tienen entre manso a Labs 3D es el packaging. Las compañías envían sus diseños a la tienda, los imprimen y estas los usan como prototipos para darlos el visto bueno o añadir cambios.

    Y si hay un negocio polifacético, sin duda es este. Los escultores y arquitectos son otro segmento que se suma a la confección de miniaturas, pero de sus obras. Tanto pueden ser prototipos de proyectos que tengan entre manso como trasladar sus creaciones a "nuevos formatos". "No son copias", matiza con rapidez, "ellos ceden las figuras y hacemos miniaturas a escala que, posiblemente, serán a un precio más asequible por quien son amantes del arte". Es decir, una unión de profesionales para reinventar negocios de siempre.

    Reinventarse en tiempo de crisis
    Montoya es otro de los casos de profesionales que se reciclan por obligación. Explica que, antes, se dedicaba a la distribución de tecnología como mayorista, pero que su empresa cerró y se vio obligado a buscar una salida.

    Cuatro meses en los Estados Unidos fueron suficientes para tener claro que la impresión 3D era el futuro. "Pude hablar con dos fabricantes que hacían prototipos por empresas de coches grandes", recuerda el fundador de Labs 3D, "y fueron ellos quienes me dijeron que el sector del consumo tenía mucho para explotar".

    Otro de los aciertos estratégicos de Montoya rae enelestudio de la competencia. Remarca que, antes de emprender, estudió en detalle el tipo de cliente de los locales que ya trabajaban allá con esta tecnología, que se vendía y como funcionaba toda la parte comercial.

    Con las ideas claras, sólo quedaba encontrar un socio. En este caso, el compañero de Montoya es su hermano. La inversión inicial ascendió hasta los 100.000 euros, una cifra astronómica pero inevitable dado el coste de la maquinaria: 70.000 euros.

    Un negocio con futuro
    Tocando de pies a tierra, Montoya revela que el objetivo era facturar 6.000 euros en el cierre del 2014. La cifra era tan modesta que incluso lo han superado, "y de lejos". El 90% de los ingresos provienen de la venta de miniaturas al consumidor de pie, mientras que las otras líneas representan escasamente el 10% restante.

    De cara al futuro, el CEO pretende seguir diversificando: "Quiero hacer negocio con las empresas y con la preparación de acontecimientos. Hay compañías que montan jornadas durante varios días y nos preguntan si pueden ofrecer figuretes a sus participantes. Esto es el que quiero hacer, traer Labs 3D a los acontecimientos". "El cliente me da ideas, es él quienes ve cosas que yo no veo", añade.