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Las novedades que uno encuentra paseando por el Mobile

Nos adentramos en los pabellones del MWC para descubrir las novedades de la feria, que van desde el primer teléfono modular del mundo hasta las Rollings Bots y los nuevos modelos de Samsung

Bit sólo estará disponible en el Reino Unido y su precio rondará las 15 libras.
Bit sólo estará disponible en el Reino Unido y su precio rondará las 15 libras.
Quico Domingo
23 de Febrero de 2016
Act. 24 de Febrero de 2016
Pasear por el Mobile Word Congress es esgotador. Sobre todo si no se tiene un rumbo fijo, esquivar las multitudes de asiáticos desatados que se mueven a toda velocidad entre pabellones podría ser un argumento digno de un vídeo-juego de plataformas. Localizar pequeñas empresas con productos modestos es, a veces, una auténtica odisea –no sufrís, durante la semana osharemos una compilación. Aún así, los grandes fabricantes de teléfonos se ven enseguida, sólo hay que adentrarse en las zonas más súper-pobladas de la feria y a buen seguro que detrásencontraréis el estand de Samsung, Huawei o LG.

Si sois fanáticos del mundo Android, el Mobile World Congress es una locura. Cada fabricante presenta un móvil con una pantalla más grande que el anterior, con una cámara con más megapíxels o con un procesador con más núcleos. De hecho, tal como decía el amigo Ganyet a su artículo de hace unos días, la gran mayoría de "revoluciones" que se presentan estos días al salón duran el mismo que dura la feria. Un golpe acabada, nadievuelve a sentir a hablar nunca más.

Hacer predicciones de futuro siempre es arriesgado, pero me atrevería a decir que esto es exactamente el que sucederá con la nueva apuesta de LG, el modelo G5 de su catálogo de smartphones. El claim del producto –y como lo han titulado la gran mayoría de medios– es fantástico: el primer teléfono modular del mundo.

De entrada, al ver la nota de prensa, pensé que por fin alguien se había atrevido a traer al gran público el Project Ahora de Google, del cual hablamos hace tiempo a VÍA Emprendida y que consistía precisamente en un teléfono móvil que, como si fuera un rompecabezas, permitía sacar y añadir componentes o ampliar las prestaciones de una manera súper sencilla.

Un golpe me he plantado ilusionado al stand de LG, mi decepción ha sido mayúscula. El novísimo teléfono modular no es más que un teléfono Android normal y corriendo al cual le podemos añadir –a expensas de hacerlo más grande y pesado– algunos elementos externos.

El proceso para hacerlo también es bastante decepcionante: primero hay que estirar la parte inferior. Cuando lo he intentado, el representante de la marca me ha tenido que decir, literalmente: "Estira más fuerte, no sufras, que no lo romperás". Efectivamente, he estirado fuerte, se ha sentido un "clac!" y la parte inferior del dispositivo junto con la batería, se han desprendido –hecho que ha provocado, está claro, que el móvil se apagara.



El siguiente paso es separar la batería de la base del teléfono. Para hacerlo hay que hacer un movimiento tan intuitivo como estirar de uno de los lados para soltar unas pequeñas pestañas. Todo el mecanismo me ha hecho pensar en la tapeta con la cual se cerraba la batería de los antiguos Nokia, que en el momento en que dejaba de hacer buen contacto... ave revoir teléfono.

Si hemos conseguido llegar hasta aquí, las prestaciones que podemos añadir son –irónicamente, está claro– espectaculares:

Un módulo que añade una batería extra al teléfono y que, además, lo dota de controles físicos para la cámara –una rodeta mecánica para el zoom– y un disparador.
Otro módulo fabricado por Bang & Olufsen que en principio funciona como un amplificador de audio de alta calidad. Ha sido imposible verificarlo, puesto que el ruido ambiente de las órdenes de gente que invadían el espacio atraídas por el poderoso claim era imposible de superar.

Aún así, hay que decir que la visita a LG no ha sido del todo decepcionante. Sobre una pista de cursashabía colocados tres Rolling Bots, unas pelotas robotizadas –que recuerdan sospechosamente al BB8 de la Guerra de las Galaxias– y que se pueden controlar a distancia desde el teléfono móvil.



El aparato trae una cámara integrada, un puntero láser y altavoz. Esto permite, por un lado, que si sois al trabajo, lo podáis hacer correr por casa y mirar si hay alguien –y en caso afirmativo hablar a distancia– o que, tal como explican sus fabricantes, mantengáis ocupada y entretenida vuestra mascota cuando noestáis.

Su disponibilidad y precio todavía no han sido revelados, a pesar de que uno de los representantes de la marca nos ha dicho –off the recuerdo– que el widget podría costar alrededor de los 150 euros.



Cruzando el pasillo, llegamos al estand de Samsung, donde hay el esperadíssim S7 y S7 Edge, la iPhone killer de este año.

Hay que decir que el aparato está extremadamente muy acabado –de hecho a escala de diseño es prácticamente igual que su predecesor–, que la pantalla es una maravilla y que la cámara, por primera vez, es capaz de hacerle sombra a la iPhone. Dispara fotografías nítidas, con colores brillantes y a una velocidad envidiable –incluso dispone de un modo ráfaga–.

Para los amantes de las especificaciones, el modelo S7 dispone de una pantalla AMOLED de 5,1 pulgadas –contra las 5,5 del S7 Edge–, un procesador Snapdragon 820 y 4Gb de RAM. En cuanto a la batería, Samsungha aumentado la capacidad respecto de sus predecesores: el modelo S7 ha pasado de 2.550mAh a 3.000 y la Edge de 2.600 a 3.600mAh.

Otra de las novedades de este año es que los dos son sumergibles hasta 1.5 metros durante 30 minutos y que el almacenamiento se puede ampliar con tarjetas microSD.

Aún así, después de remover teléfonos de alta gama, mesitas y ojeras de realidad virtual –parece que este año son la estrella del Mobile World–, hemos llegado a una pequeña joya escondida en un rincón del press-room de Samsung: los micro:bit, un invento desarrollado conjuntamente con la BBC.

El producto, pensado para niños y dirigido al mercado británico –donde la programación es una asignatura troncal en las escuelas–, permite que las criaturas desarrollen programas realmente interesantes de una manera visual desde el mismo teléfono móvil.

Con un lenguaje de programación visual basado en bloques, los niños pueden definir acciones que, un golpe sean detectadas por el dispositivo –como por ejemplo un cambio en la iluminación, un sonido, una pulsación o un zarandeo–, lo transmitirán al teléfono móvil, que actuará en función de la programación –haciendo una foto, reproduciendo un sonido, abriendo una aplicación...–. Todo de una manera amena e intuitiva.

Según nos han explicado, de momento el micro:bit sólo estará disponible en el Reino Unido y su precio rondará las 15 libras.