En laFórmula 1 existen unos héroes anónimos, los mecánicos, que se entrenan durando todo el año para que su técnica sea infalible en el momento de cambiar neumáticos a boxes. Cada décima de segundo es esencial y puede ser la diferencia entre ganar o no. El sector de la logística cada vez sufre más esta necesidad, en su caso para hacer entregas lo más rápido posible. Es una carrera casi asfixiante para competir en un escenario con cada vez más players y para responder a las necesidades de un consumidor digital.
Mouze (DHL Express Iberia): "Plantear sólo la opción de entregas a domicilio ya no es suficiente para competir en este mercado"
En el caso de la última milla, también llamada logística urbana, la medida no es de segundos, pero sí de minutos (ya ni siquiera de horas). El usuario moderno está obligando al sector logístico a adoptar un nuevo tipo de tratamiento, más eficiente y transparente, y a acelerar procesos como nunca antes. Dado que el consumidor que vive en las grandes ciudades no acostumbra a estar en casa, los operadores logísticos han tenido que desarrollar soluciones flexibles para adaptarse a sus necesidades y facilitar las entregas con la mayor comodidad posible.
De aquí nacen las redes de puntos de conveniencia, las consignas automáticas o las entregas por franjas horarias. "Plantear sólo la opción de entregas a domicilio ya no es suficiente para competir en este mercado", afirma Nicolás Mouze, director de marketing y ventas de DHLExpress Iberia, división especializada en el transporte urgente internacional. Es el moment de la transformación digital y esto implica que todo se acelera, como los mecánicos cuando el coche para en boxes.
El reto de la conveniencia
Tres de cada cuatro consumidores incrementaría el gasto en compras y estaría dispuesto a probar nuevos productos si el servicio de entrega es satisfactorio, según un estudio mundial de Capgemini. A pesar de que la satisfacción de un buen servicio no se traduce sólo, o no necesariamente, con la rapidez. El 73% manifiesta que poder disfrutar de una franja horaria que resulte realmente conveniente es más importante que recibir los envíos de forma rápida.
La transformación digital está generando un cambio total dentro de las grandes organizaciones, pero también está provocando la irrupción de startups dispuestas a lograr esta necesidad de agilidad que tiene el sector.
Stuart, fundada el 2015, siempre ha tenido claro que la demanda de servicios de reparto flexibles y programables tendría una incidencia clave. En su caso, la empresa apuesta por las entregas programadas en franjas de aproximadamente quince minutos.
El 73% de consumidores prefiere poder disfrutar de una franja horaria que resulte realmente conveniente antes que recibir los envíos de forma rápida
El modelo de Stuart está enfocado al B2B, de forma que ofrece su servicio logístico a negocios que van desde el retail hasta el ecommerce, pasando por pequeños establecimientos. "Damos poder al comercio local y le ayudamos a aumentar su base de clientes gracias a la tecnología", señala David Guasch, director general de la compañía en el mercado español.
Por supuesto, la entrada de nuevos actores en el sector no deja indiferente a los grandes jugadores. Mouze, de DHL Express, asegura que "la evolución del sector, las nuevas necesidades y los nuevos servicios hacen que las empresas tengan que ser más dinámicas e innovadoras, lo que es beneficioso para todos y, en algunos casos, hace que se generen acuerdos de colaboración que redundan en más ventajas para el cliente final".
Tecnología al servicio de la agilidad
Blockchain, inteligencia artificial o aprendizaje automático son algunas de las tendencias digitales que más crecen en el mundo y, probablemente, el ámbito de la logística no sería el primero en el que pensaríamos a la hora de asociarlas con algún sector. Ciertamente, pero, la última milla cada vez abraza más las nuevas tecnologías y se acerca a un cambio absolutamente trascendental.
La inteligencia artificial, por ejemplo, es una herramienta crucial para explotar la mina de oro de los datos. Si esta última se analiza, puede ayudar a transformar radicalmente las operaciones. De acuerdo con Infoholic Research, el mercado de inteligencia artificial en logística crecerá un 43% anual hasta 2023 para llegar a un valor de mercado global de casi 6.000 millones de euros.
Guasch (Stuart): "Damos poder al comercio local y le ayudamos a aumentar su base de clientes gracias a la tecnología"
Claramente, el uso de la tecnología tiene que ayudar a rentabilizar todo el proceso logístico. El almacenamiento y clasificación de productos suponen un tercio de los costes de la cadena logística, de forma que la automatización de los procesos constituye una oportunidad significativa. El 89% de las empresas reconoce esta oportunidad y está invirtiendo en la mecanización y la automatización de sus almacenes para agilizar la preparación de pedidos y la entrega, según Capgemini.
Así mismo, Mouze indica que "el cambio hacia unas flotas más eficientes es uno de los grandes retos". Renovar las flotas aéreas y terrestres para reducir el consumo de combustible y disminuir los costes de distribución, por ejemplo, está sobre la mesa. Por su parte, Stuart quiere optimizar las rutas próximas a la entrega y un camino factible es gestionar múltiples direcciones de recogida y entrega dentro de un único servicio, según explica Guasch.
Para el director general de Stuart en el mercado español, la tecnología mobile y el Big Data marcarán claramente el futuro de su estrategia. Hoy por hoy, la empresa dispone de un innovador servicio multientrega que permite que, desde un mismo punto de recogida, el cliente empresarial pueda realizar tantas entregas como quiera en un único viaje. Así, Guasch remarca que proporcionan un ahorro a los usuarios y optimizan significativamente la tarea de los mensajeros.
El uso de la tecnología también es vital para DHL Express, que tiene incorporado el RFID (Radio Frequency Identification) para rastrear los productos y el Big Data para gestionar los datos de las entregas. Además, la compañía hace uso de una aplicación propia, denominada On Demand Delivery (ODD), que permite la comunicación con el consumidor final para acordar con él diferentes opciones de entrega.