Los drones tienen mucho campo para correr y mucho cielo para volar. Ahora bien, el director general de la empresa especializada en aeronaves Sitep, Ermengol Casanovas, ha dejado muy claro durante el Smart City Expo World Congress -que se celebra estos días en Barcelona- que "no son juguetes". A la espera que la legislación los permita sobrevolar las ciudades, las aeronaves sin tripulación ya se están adentrando en el sector servicios, las emergencias o la inspección de infraestructuras, entre otras. Incluso, dicen que acabarán controlando las manifestaciones o ayudante a los bomberos a apagar fuegos.
"Hoy en día está prohibido hacer ningún servicio sobre aglomeraciones urbanas, pero ya llegaremos", ha recordado Casanovas durante la mesa La aplicación de los drones en las ciudades inteligentes organizada por el CTecno en el marco del congreso. Tanto en Europa como España ya se está trabajando en un decreto para permitir que estas naves puedan ofrecer sus servicios dentro de las metrópolis de "forma segura" en función de cada misión. "Hay mucha gente que se piensa que esto de los drones es para jugar, pero son dispositivos serios que aportan mucha información", añade.
Los drones serán siempre nuestros
Pero, cuáles son los servicios? Los vehículos aéreos no tripulados fueron desarrollados para la seguridad pero actualmente ya tienen aplicaciones en el mundo del entretenimiento, la construcción, la agricultura o la investigación científica. A la práctica, pueden controlar el tránsito, supervisar aglomeraciones, ayudar a elaborar mapas o a derrocar edificios, enviar datos de zonas inaccesibles o actuar en caso de emergencia en accidentes e incendios.
Casanovas: "Hay mucha gente que se piensa que los 'drones' son para jugar, pero son dispositivos serios que aportan mucha información"
Hemav es una de las empresas catalanas que más ha trabajado en este campo los últimos años y forma parte de la incubadora de la Agencia Espacial Europea. Su innovation manager, Carlos Ferraz, asegura que "la seguridad ha sido uno de los drivers del negocio de los drones". De hecho, el responsable de Sitep -una de las compañías más antiguas en sistemas de información territorial y posicionamiento con más de 20 años de experiencia en el sector- destaca que "la aplicación más importante dentro de las ciudades es la de emergencias y seguridad, puesto que permiten tomar decisiones en tiempo real".
A guisa de ejemplo, Sitep ya trabaja con Bomberos de Cataluña para utilizar los drones como dispositivos autónomos que gracias a una cámara y un sistema de posición, pueden amplificar el estado de un edificio o zona que se está quemando. "Necesitaremos aeronaves de gran autonomía y con una gran capacidad trayendo", augura.
Los evangelitzadors
Hemav está especializada en la gestión y aplicación de drones a la vida real: agricultura, industria, energías, obra civil o formación. Nacida hace cinco años en un garaje de Molins de Rei, al más puro estilo Silicon Valley, ya tiene más de 100 trabajadores y 70 aeronaves sobrevolando el mundo. Con estas cifras, Ferraz reconoce que se sienten "evangelitzadors de la tecnología drone".
Un 'drone' tarda cinco minutos a inspeccionar el mismo que una persona en una hora
"La clave está en los datos: recoger y procesar información para después crear capas de valores", asegura. Hemav hace de consultor y ayuda a sus clientes a hacer una gestión inteligente de sus recursos. En el caso de los agricultores, los mujer información de sus parcelas y los hace una propuesta de cómo optimizarlas. Según Ferraz, "los drones nos abren una puerta a la digitalización, lo ponemos todo en un bateador y lo soplamos con técnicas de big fecha". Aun así, desde la fundación de Hemav se está trabajando en el diseño de una aeronave que limpie desde fuera las ventanas de los edificios.
El alcantarillado del Borne
Los drones no sólo pueden salvar vidas sino que también pueden hacerlas más fáciles, limpias y saludables. La cabeza de sistemas autónomos de Eurecat, Daniel Serrano, ha aprovechado el congreso inteligente para presentar la plataforma autónoma Arsi, equipada con sensores 3D para navegar de forma autónoma y detectar todo el que haya en un sistema de alcantarillado.
"Tenemos un drone para capturar datos, hacer reconstrucción 3D y analizar los desperfectos de escaleras y paredes", ha explicado. Arsi ha empezado por los 1.532 kilómetros de alcantarillado de una gran ciudad como Barcelona que no tiene "la cartografía al día" y dónde sólo la mitad de la distancia de alcantarillado puede ser inspeccionada por humanos. De hecho, un drone tarda cinco minutos a inspeccionar el mismo que una persona en una hora.
Un golpe superadas las fases del diseño y el desarrollo itineratiu del producto, el proyecto ya está a punto por la tercera fase de producción e industrialización. Ahora hace poco más de un mes se realizaron algunas pruebas a las calles subterráneas del Borne. Serrano ha acabado bromeando: "Mejor no describir qué te puedes llegar a encontrar al alcantarillado".
En resumen, según Ferraz, "los drones son una realidad y han venido para quedarse". Desde el alcantarillado del Borne hasta las misiones de los Bomberos o las ventanas de los rascacielos.