El culebrot del Galaxy Noto 7 ha generado mucha literatura. En primer lugar, los compradores del dispositivo insignia de Samsung empezaron a reportar que el aparato sacaba humo, se calentaba e incluso se incendiaba de manera espontánea.
La compañía reaccionó rápidamente anunciando que había detectado y corregido el problema y que procedía, de forma inmediata a sustituir los teléfonos afectados. Y cuando todo parecía que se trataba de un problema superado, resultó que los teléfonos de sustitución –que en teoría estaban entregues de problemas– seguían incendiándose sin que nadiesupiera el motivo.
Tal fue la magnitud de la tragedia, que Samsung decidió echar la toalla y dejar de fabricar el modelo.
Todo el mundo sospechaba que, más allá de los millones de dólares de pérdidas directas en la sustitución de aparatos y en el descenso de las ventas, este hecho podía suponer un golpe durísimo para la imagen de Samsung, pero hasta ahora, nadie había podido cuantificarlo.
Ahora, la consultora internacional IDC acaba de publicar los resultados de una encuesta en la cual se ha intentado medir hasta qué punto la imagen de la firma surcoreana se ha visto afectada por la crisis del Galaxy Noto 7.
De este modo podía acabar el Samsung Galaxy Noto 7 |
De la muestra de 1.082 usuarios, había 507 que actualmente usaban algún modelo de teléfono Samsung, de los cuales 24 afirmaban haber tenido un Galaxy Noto 7.
De estos 24, el 50% afirmó que habían cambiado su Samsung por un iPhone, mientras que sólo el 17% decidió mantenerse fiel a Samsung.
La encuesta también preguntaba a la totalidad de la muestra –tuvieran o no un teléfono Samsung–, si la crisis había influido en la imagen de la marca. La gran mayoría de los encuestados declaró que este problema no influiría en la posible compra de nuevos productos de la marca como por ejemplo televisores o diferentes tipos de electrodomésticos. Incluso un 13% aseguró no haber sentido a hablar del problema del Noto 7.
Así pues, uno de los hechos que podía preocupar de entrada –la confianza en la marca–, parece no haberse producido. Aún así, Samsung hará be de intentar explicar a sus compradores lo porque del problema con sus terminales si quiere evitar que un segmento importante de los compradores de sus teléfonos móviles –recordamos que el Galaxy 7 es un teléfono de gama alta–, se escapen a la competencia.