"El dinero en efectivo no desaparecerá"

Michael Cottrell (Global Payments) asegura que los nuevos métodos de pago estarán al alcance de todo el mundo, pero descarta que sustituyan completamente a los billetes y monedas

Sistema de pago facial, como alternativa al dinero en efectivo | Cedida
Sistema de pago facial, como alternativa al dinero en efectivo | Cedida
Barcelona
05 de Febrero de 2020

"Cada año en alguna conferencia se oye que "este año desaparecerá el dinero en efectivo", pero no creo que los que vivimos hoy veamos una sociedad sin billetes ni monedas". Los métodos de pago son cada vez más sofisticados, pero a la vez més sencillos para el usuario. Los smartphones, el reconocimiento facial o de voz y los pagos invisibles, sin embargo, no acabarán con el efectivo, según Michael Cottrell. Es el vicepresidente de producto de Global Payments, un proveedor de tecnología y software de pagos de Estados Unidos, y uno de los cinco partners que conforman el Payment Innovation Hub de Barcelona.

 

La irrupción de las tarjetas de crédito en el Estado español a finales de los años 70 -en Estados Unidos ya se habían popularizado una década antes-, trajo los primeros vaticinios de desaparición del efectivo. Más de 40 años después, todavía se utiliza. Lo mismo pasa con las tarjetas de crédito: "Hace 20 años ya empezaban a decir que desaparecerían, y mira...". Cottrell cree que el camino hacia una sociedad que no utilice ningún método de pago físico será muy largo.

 

En conversación con VIA Empresa, el directivo de Global Payments asegura, no obstante, que los nuevos sistemas de pago que utilizan tecnologías relacionadas con el 5G y el internet de las cosas llegarán a ser accesibles para cualquier persona, en cualquier lugar del mundo. Actualmente, las diferencias entre países es evidente. Por ejemplo, en el Estado español el efectivo todavía es el método más utilizado, según el Banco Central Europeo (BCE), mientras que en el resto de la Unión Europea, predominan los pagos con tarjeta.

En algunos países africanos o del sudeste asiático, por ejemplo, el uso de la tarjeta es muy residual o nulo. Pero Cottrell piensa que se acabará igualando. "En algunos países no tienen tarjetas de crédito pero sí tienen smartphones; simplemente, creo que se saltarán un nivel", indica. De hecho, añade que "la habilidad de llevar la tecnología a cualquier lugar del mundo" lo facilitará.

"En algunos países no tienen tarjetas de crédito pero sí tienen 'smartphones'; simplemente, creo que se saltarán un nivel"

Las nuevas tecnologías de pago tampoco dejarán fuera del escenario a las personas mayores. "La habilidad de ayudar a la gente mayor a través de la tecnología es increíble, y hoy en día tienen tabletas y teléfonos inteligentes, pero los utilizan de manera muy simple", explica. Cree que en este punto será clave la accesibilidad, que "empezó como un sistema para ayudar a las personas con discapacidad, pero también puede servir para facilitar las cosas a la gente mayor".

¿Un sistema de pago único?

"El objetivo tiene que ser que cada uno pueda pagar desde cualquier lugar, en cualquier momento y de la manera que quiera, sea cuál sea el método que utilice", afirma Cottrell. Pero esto no quiere decir que se implante un sistema de pago único de manera global, sino que las opciones que existan sigan unos estándares comunes. Y esto no sólo incluye a los métodos de pago sino también a las regulaciones que hay en cada país, muy diferentes las unas de las otras y que "actualmente, dificultan el trabajo de los desarrolladores".

Michael Cottrell, vicepresident de producte de Global Payments, durant el segon aniversari del Payment Innovation Hub | Cedida

Michael Cottrell, vicepresidente de producto de Global Payments, durante el segundo aniversario del Payment Innovation Hub | Cedida

El Payment Innovation Hub busca nuevas formas de pago que supongan un ahorro de tiempo y de esfuerzos a los usuarios. Como explica su CEO, Silvana Churruca, para hacerlo han desarrollado varias soluciones, entre las que destaca el pago facial -que han denominado Face to pay-, del que se han hecho tres pruebas piloto y esperan implementar en comercios durante este 2020. El pago por voz o el invisible son otros caminos de investigación que se exploran.

Pero, ¿qué beneficios supone para el comerciante introducir en su tienda una de estas tecnologías? "Creo que realmente estas soluciones dan respuesta a un problema que no existe, pero sí mejoran la experiencia del cliente: el beneficio es la fidelización", responde Cottrell. La inversión que tienen que hacer los comercios para introducirlas es mínima: "Con una tableta que puede costar menos de 80 euros ya lo tienes".

Transparencia y seguridad

El problema se encuentra en la gestión de los datos personales, sobre todo. El director general de pagos de Caixabank, Joan Morlà, cree que quienes tienen que dar respuesta a esta inseguridad que provoca la innovación son los principales actores del sector. "Mucha transparencia e información: es lo que necesitamos para que los usuarios estén tranquilos y confíen", asegura durante el segundo aniversario del Payment Innovation Hub.

"Antes las transacciones tardaban cinco días y ahora en cinco minutos es suficiente: ha cambiado la rapidez"

En la misma línea, el director de marketing de Arval, Manuel Orejas, considera que "las grandes marcas, las que estamos aquí, somos de confianza; el usuario necesita una empresa segura y fiable para la gestión de sus pagos". Por lo tanto, la mejor estrategia es conservar "la confianza que nos depositan millones de clientes cada día".

Desde que Michael Cottrell empezó llamando puerta a puerta para gestionar los pagos de los comercios, el panorama ha cambiado radicalmente. La clave: la rapidez. Según el directivo de Global Payments, "antes las transacciones tardaban cinco días y ahora en cinco minutos es suficiente: es mi dinero y lo quiero ahora". Así, sean los métodos de pago más o menos sencillos o más o menos tecnológicos, "lo que tienen que hacer es funcionar".