02
de Abril
de
2015
Act.
02
de Abril
de
2015
La fantasía de la fábrica de chocolate de Willy Wonka, donde cualquier cosa era posible, está a punto de convertirse en una realidad en el sector de la gastronomía. Las impresoras en 3D han llegado a las pastelerías para imprimir chocolate y azúcar y elaborar las mones de Pascua más creativas. Las princesas Elsa y Anna de la película Frozen de Disney ya tienen su versión más dulce en 3D.
Hace unos años se pedían pasteles con fotografías o con impresiones (2D) encima del pastel. Es la llamada 'impresión en tinta'. "El cliente envía un montaje de imágenes y letras vía corred electrónico a la pastelería, y las impresoras imprimen tinta comestible sobre pan de ángel. A partir de aquí le aplicamos una gelatina y queda perfecto; todo es comestible", explica Oriol Baylina, propietario de la Pastelería Baylina.
La pastelería Baylina de Barcelona abrió el 1899. El negocio familiar que empezó el abuelo, siguió el padre y que ahora actualmente dirige Oriol mezcla innovación y tradición. Desde bombones y dulces tan tradicionales como el tortell de reyes y las cocas de San Juan, como las creaciones más innovadoras con pasteles digitales. "Del mismo modo que en su momento creímos mucho en la impresión en tinta, ahora también creemos que la impresión en 3D será el futuro, es fascinante", argumenta Baylina. En esta pastelería ya hace dos años que sienten a hablar de las impresoras en 3D. "Ahora estamos en contacto con HP para hacer las primeras pruebas".
Tecnología comestible
No hay elemento mágico, sólo alta tecnología. "Con la pastelería se están haciendo verdaderas filigranas, como ya sucede con la arquitectura, la joyería, la moda, la medicina y la automoción", anuncia Marc Torras, director general de entresD; empresa de productos tecnológicos con sede en Barcelona, Madrid y en la China. Según Torras, "las impresoras que imprimen en chocolate o azúcar ya empiezan a estar en boca de todo el mundo. Podremos crear formas imposibles, con diseños inimaginables". Otra utilidad en pastelería, que ya se está llevando a cabo con las impresoras que imprimen con plástico ABS es la de crear moldes para después trabajar con silicona y chocolate. "En los Estados Unidos el gobierno está invirtiendo mucho capital y recursos en investigación 3D; nos traen unos dos años de ventaja", advierte Torras.
Actualmente ya se puede encontrar una buena impresora en 3D por menos de 800 euros. De hecho, una de las primeras impresoras 3D es la Foodini , una máquina de Barcelona que empezará a fabricar la empresa catalana Natural Machines bien pronto en la China y del cual ya han recibido más de 400 pedidos, principalmente de los Estados Unidos y de los países norteños de Europa. "Con un precio alrededor de los 1.000 euros, se supone que no tiene que ser exclusivamente para uso profesional. Esta funciona con unas cápsulas tipos Nespresso que contienen los ingredientes, y su uso parece que será muy fácil", argumenta el director general de entresD, quien añade que "teniendo en cuenta que algunos de los gadgets que tenemos ya en nuestros hogares rondan este precio, el problema no es económico".
Buenas sensaciones entre los pasteleros
Este año, los pasteleros catalanes prevén vender entre 800.000 y 900.000 mones de Pascua, la mayoría de las cuales se venderán entre viernes y el mismo lunes de Pascua. El presidente del Gremio de Pasteleros de Barcelona, EliesMiró, se muestra "moderadamente optimista" y espera que las ventas aumenten hasta un 2% respecto al año anterior.
Se calcula que cada familia catalana se gastará entre 40 y 50 euros de media, a pesar de que también hay quién opta por una pieza más elaborada y de artesanía que puede llegar a valer entre 70 y 80 euros.
Los pasteles con más salida continúan siendo los de mantequilla, de trufa y de fruta confitada y como ya pasó con los juguetes de Nadal y los disfraces de carnaval, los personajes estrella de este año son las princesas Elsa y Anna de la película Frozen de Disney. Los más pequeños, pero, también piden Pepa Pig o las figuras relacionadas con el Barça.
Huevo de chocolate de la pastelería Baylina
Hace unos años se pedían pasteles con fotografías o con impresiones (2D) encima del pastel. Es la llamada 'impresión en tinta'. "El cliente envía un montaje de imágenes y letras vía corred electrónico a la pastelería, y las impresoras imprimen tinta comestible sobre pan de ángel. A partir de aquí le aplicamos una gelatina y queda perfecto; todo es comestible", explica Oriol Baylina, propietario de la Pastelería Baylina.
La pastelería Baylina de Barcelona abrió el 1899. El negocio familiar que empezó el abuelo, siguió el padre y que ahora actualmente dirige Oriol mezcla innovación y tradición. Desde bombones y dulces tan tradicionales como el tortell de reyes y las cocas de San Juan, como las creaciones más innovadoras con pasteles digitales. "Del mismo modo que en su momento creímos mucho en la impresión en tinta, ahora también creemos que la impresión en 3D será el futuro, es fascinante", argumenta Baylina. En esta pastelería ya hace dos años que sienten a hablar de las impresoras en 3D. "Ahora estamos en contacto con HP para hacer las primeras pruebas".
Tecnología comestible
No hay elemento mágico, sólo alta tecnología. "Con la pastelería se están haciendo verdaderas filigranas, como ya sucede con la arquitectura, la joyería, la moda, la medicina y la automoción", anuncia Marc Torras, director general de entresD; empresa de productos tecnológicos con sede en Barcelona, Madrid y en la China. Según Torras, "las impresoras que imprimen en chocolate o azúcar ya empiezan a estar en boca de todo el mundo. Podremos crear formas imposibles, con diseños inimaginables". Otra utilidad en pastelería, que ya se está llevando a cabo con las impresoras que imprimen con plástico ABS es la de crear moldes para después trabajar con silicona y chocolate. "En los Estados Unidos el gobierno está invirtiendo mucho capital y recursos en investigación 3D; nos traen unos dos años de ventaja", advierte Torras.
Actualmente ya se puede encontrar una buena impresora en 3D por menos de 800 euros. De hecho, una de las primeras impresoras 3D es la Foodini , una máquina de Barcelona que empezará a fabricar la empresa catalana Natural Machines bien pronto en la China y del cual ya han recibido más de 400 pedidos, principalmente de los Estados Unidos y de los países norteños de Europa. "Con un precio alrededor de los 1.000 euros, se supone que no tiene que ser exclusivamente para uso profesional. Esta funciona con unas cápsulas tipos Nespresso que contienen los ingredientes, y su uso parece que será muy fácil", argumenta el director general de entresD, quien añade que "teniendo en cuenta que algunos de los gadgets que tenemos ya en nuestros hogares rondan este precio, el problema no es económico".
Buenas sensaciones entre los pasteleros
Este año, los pasteleros catalanes prevén vender entre 800.000 y 900.000 mones de Pascua, la mayoría de las cuales se venderán entre viernes y el mismo lunes de Pascua. El presidente del Gremio de Pasteleros de Barcelona, EliesMiró, se muestra "moderadamente optimista" y espera que las ventas aumenten hasta un 2% respecto al año anterior.
Se calcula que cada familia catalana se gastará entre 40 y 50 euros de media, a pesar de que también hay quién opta por una pieza más elaborada y de artesanía que puede llegar a valer entre 70 y 80 euros.
Los pasteles con más salida continúan siendo los de mantequilla, de trufa y de fruta confitada y como ya pasó con los juguetes de Nadal y los disfraces de carnaval, los personajes estrella de este año son las princesas Elsa y Anna de la película Frozen de Disney. Los más pequeños, pero, también piden Pepa Pig o las figuras relacionadas con el Barça.
Huevo de chocolate de la pastelería Baylina