¿Cómo influye el uso de la mascarilla en la propagación del coronavirus? ¿Cuándo se debe iniciar un confinamiento y en qué grado? Son preguntas capitales en un contexto de pandemia como el que vive todo el mundo desde principios de año y que el primer observatorio de epidemiología de Catalunya quiere ayudar a responder a través de bigdata e inteligencia artificial (IA). Es un proyecto que cuenta con un presupuesto de 600.000 euros y que impulsan la Generalitat, el Mobile World Capital Barcelona, el recientemente creado CIDAI (Center for Innovation in Data tech and Artificial Intelligence) y varios centros de investigación.
Las caras médicas visibles de la iniciativa son el doctor Bonaventura Clotet, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol y presidente de la Fundació Lluita contra la Sida; el doctor Oriol Mitjà, médico investigador de la FLS; y el doctor Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. También forman parte de la alianza el Eurecat, el Barcelona Supercomputing Center, y las universidades Rovira i Virgili y la de Girona.
El objetivo es detectar y predecir el comportamiento de la covid-19 y de posibles epidemias futuras. "Todos habríamos agradecido tener respuestas con base científica a las preguntas que nos planteamos", ha dicho el doctor Oriol Mitjà durante la presentación del observatorio. Es la primera iniciativa que promueve el CIDAI, creado en febrero. El consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, ha destacado que se trata de un proyecto que combina tecnología y salud y ha explicado que la Generalitat aporta la mitad de la financiación, 300.000 euros, mientras que del resto se hacen cargo los otros partners.
El CIO del Mobile World Capital de Barcelona, Eduard Martín, ha puntualizado que se trata de un proyecto de investigación. Como tal, los resultados no serán inmediatos, ha explicado el doctor Bonaventura Clotet durante su intervención en la presentación. En este sentido, no se dirige únicamente a monitoritzar y adelantarse a la covid-19, sino que también tiene por objetivo servir en futuras epidemias.
Una herramienta abierta
¿Cómo se concreta el proyecto? El primer paso para ponerlo en marcha son los datos. Tal como ha explicado Marc Torrent, director del CIDAI, se utilizarán datos de las instituciones de salud, de las redes de tecnología móviles, meteorológicas y del censo. La idea es que en un futuro se incluyan más, como muestras de aguas residuales o de redes sociales, para analizar el estado de ánimo de la población. Eso sí, todos los datos serán anónimos.
El observatorio epidemiológico analizará datos de las instituciones de salud, de redes de tecnología móvil, del censo y meteorológicas
La primera fase del proyecto acabará a finales de año y permitirá mejorar los modelos predictivos. La segunda fase incluirá tecnologías como la inteligencia artificial, a través del machine learning, y la supercomputación. El plazo fijado para este segundo paso es de un año: tendría que finalizar a finales del 2021. En este punto, los datos se integrarán y se ofrecerán indicadores a partir de la información en bruto. Todo esto estará disponible a través de una herramienta de libre acceso -en forma de página web-, es decir, que el ciudadano también podrá consultarla, en vez de estar restringida a la comunidad científica.
"Esta herramienta tiene que ayudar a comprender mejor la propagación de las epidemias y el impacto de las decisiones que se toman para contenerlas", ha explicado Torrent. La finalidad es que los gobiernos puedan mejorar la toma de decisiones y, como consecuencia, hacer más eficiente el gasto público. Tendrá dos partes: el primer bloque ofrecerá los datos brutos y el segundo los agrupará e interpretará con indicadores.
La herramienta debe ayudar a comprender la propagación de las epidemias y a mejorar las decisiones tanto políticas como de la sociedad ante situaciones como esta
Las fortalezas de Barcelona
Según ha resaltado Puigneró, la iniciativa ha nacido de una colaboración públicoprivada. En la misma línea, Oriol Mitjà ha asegurado que esta alianza ha sido compleja: "No es fácil habernos sincronizado; es un desafío que ya hemos superado". Pero la principal fortaleza del proyecto es que se hace en Barcelona. El médico investigador de la Fundació Lluita contra la Sida considera que la ciudad tiene dos elementos favorables para el éxito de este observatorio: "El primero es que es un centro neurálgico de innovación y el segundo, que tenemos capacidad de establecer conexiones internacionales".
El doctor Clotet ha querido remarcar que este observatorio solo representa una parte del trabajo en investigación que se debe hacer para frenar el coronavirus y epidemias futuras. La otra parte es dar con tratamientos y vacunas para frenarlas. "Esto lo conseguiremos en medio año o nueve meses; las vacunas tardarán más".