La visión por computador es una rama de la inteligencia artificial que tiene por objetivo dotar a un ordenador de la habilidad de entender una imagen, es decir, la enseña a "ver" a través de las cámaras, el que deriva en aplicaciones de reconocimiento automático de las emociones esperanzadoras en varios ámbitos.
Se trata de un sector que está en pleno auge y que en Europa ha crecido un 5% el último año. En el caso de Cataluña, se considera una tecnología estratégica. Un informe del Departamento de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña de junio de 2017 afirma que "en Cataluña hay un ecosistema potente y pionero en temas de inteligencia artificial aplicada a la visión y que la visión por computadora se ha convertido en una de las tecnologías estratégicas". En este estudio, se ha hecho un mapeo y una caracterización del sector en el territorio y se ha encontrado que hay más de 67 empresas dedicadas a esta tecnología y 70 millones de euros de facturación agregada sólo el 2016.
Reconocimiento de emociones
La investigadora de la UOC Ágata Lapedriza ha ganado la edición de este año del UOC Research Showcase con un proyecto sobre el reconocimiento automático de emociones a partir de imágenes de personas. Lapedriza es especialista en el campo del reconocimiento de escenas y, concretamente, de emociones: "El que hacemos es crear la inteligencia artificial asociada al proceso de entender el que se ve. Dentro de este ámbito, me dedico a crear sistemas de visión artificial que puedan entender como se siendo la gente, como se comporta y por qué".
Hay más de 67 empresas catalanas dedicadas en esta tecnología y 70 millones de euros de facturación agregada sólo el 2016
Actualmente trabaja en un proyecto de modelado del contexto, el que está relacionado con todo el que rodea una persona. "La percepción emocional está fuertemente influida por el contexto. Por ejemplo, no es el mismo una persona que llora en un casamiento que una persona que llora en un funeral. Actualmente una máquina no podría entender la diferencia. El proyecto en el cual trabajo trata de modelar el contexto en que se encuentra la gente para entender como el que los rodea o el espacio donde se encuentran afecta sus emociones", argumenta la investigadora.
En el campo de la salud, el investigador principal del grupo SUNAI, David Masip, trabaja en la fase inicial de un proyecto también de reconocimiento de la expresión facial pensado en la terapia con autistas. "Es un proyecto de aprendizaje profundo en el cual buscamos analizar todos los componentes de la expresión facial del autismo y determinar como podemos ayudar en la diagnosis o el acompañamiento terapéutico de los afectados", señala. Este trabajo pretende desarrollar algoritmos de reconocimiento facial y construir prototipo de emociones para definir una base de datos teórica que ayude a reconocer patrones.
Otra aplicación relevante del reconocimiento de las emociones es enel aprendizaje en linea. Lapedriza apunta que puede ser una herramienta muy útil para ajustarse a necesidades concretas de los alumnos: "En entornos de enseñanza a distancia, en los cuales el estudiante está solo ante el ordenador, es muy útil que el ordenador pueda detectar cuando el estudiante está frustrado, entender por qué y ofrecer una ayuda personalizada de forma empática".