Que las matemáticas son una de las asignaturas que más les cuesta a los niños y niñas es una realidad. Sin embargo, "son la base de la mayoría de los puestos de trabajo del futuro que se están creando o que todavía no existen: programación, desarrollo informático, análisis de datos, biomedicina...", destaca el cofundador de Smartick, Javier Arroyo. Es por eso que la startup quiere ayudar a mejorar el nivel de matemáticas de los niños a través de un aprendizaje muy personalizado. Una personalización por la cual también apuesta Kumon, con 60 años de experiencia en el refuerzo escolar. Ahora bien, mientras que esta última cuenta con un método presencial y un orientador como figura esencial para esta enseñanza, Smartick se basa en un método online personalizado gracias a la Inteligencia Artificial (IA). Dos metodologías de refuerzoescolares muy diferentes, una más tradicional y la otra más digital, que hoy en día conviven para ofrecer en los niños y niñas el mejor aprendizaje.
"Smartick nace a raíz de ver los malos resultados de los niños y niñas, no sólo españoles sino también europeos, en matemáticas. Y de conocer métodos tradicionales en papel que están desaprovechando totalmente las nuevas tecnologías", señala Arroyo. Es por eso que Smartick ha creado un método de refuerzo escolar totalmente personalizado gracias al uso de la IA, puesto que el contenido se va adaptando en tiempo real al ritmo y a la velocidad de aprendizaje de cada niño. En este sentido, la IA les permite averiguar con el máximo de detalle posible cuáles son las áreas que el alumno domina y cuáles le cuestan más, y a partir de aquí crean un plan de estudio único y personalizado. "Lo que diferencia Smartick de otras plataformas es que el contenido se va generando en el mismo instante en función de cómo se esté comportando el alumno y de su capacidad", añade el emprendedor.
Arroyo: "Smartick nace de conocer métodos de aprendizaje tradicionales en papel que están desaprovechando totalmente las nuevas tecnologías"
Un método totalmente adaptado en las tecnologías actuales y que se diferencia mucho del aprendizaje más tradicional y presencial, como es el caso de Kumon. Kumon es una empresa educativa con más de 240 centros y 21.000 alumnos en España y presente además de 50 países que, a través de su método, busca que los niños y niñas sean capaces de aprender por sí mismos. Y esto lo hace a partir de clases presenciales, material didáctico en papel y la figura de un orientador que ayuda a los alumnos en todo el proceso de autoaprendizaje. "Lo que caracteriza nuestros programas de formación -centrados en matemáticas, lectura e inglés- es el método personalizado. A partir de una valoración inicial de las capacidades de cada alumno, el orientador hace un plan de estudios personalizado con el material más adecuado en función del ritmo de aprendizaje del niño", explica la directora de formación de Kumon España, Lorena Rodríguez. En este sentido, Kumon apuesta por una formación absolutamente presencial, puesto que "en el caso de nuestro método, el papel del orientador es muy importante", añade.
Presencialidad pero con tecnología
La figura de un profesor es clave en todo aprendizaje, por lo cual la formación presencial sigue siendo la principal demanda de la mayoría de padres y madres. Así lo detecta TeachApp, una plataforma que pone contacto profesores particulares y alumnos: "Más del 95% de los alumnos que buscan profesor a través de TeachApp quieren clases presenciales, especialmente en el caso de matemáticas o instrumentos musicales", afirma uno de los socios fundadores de la startup, Alejandro de Zuloaga.
TeachApp, que en casi tres años en el mercado ya cuenta con más de 10.000 profesores de todo el Estado español registrados a su plataforma, nace de la necesidad de los alumnos de encontrar profesores particulares cerca de donde viven y con un perfil muy especializado. "Ahora hay muchas más aplicaciones que dan respuesta a necesidades que hasta ahora no estaban cubiertas, y todos los sectores tradicionales me atrevería a decir que están saltando ahora a este tipo de plataformas, ya sea para encontrar un cuidador para la gente mayor, una persona que limpie el hogar o un profesor particular", apunta de Zuloaga.
El futuro de la educación: híbrido entre papel y digital
El mundo de la educación está inmerso un momento de transformación a raíz del acceso universal a la tecnología desde una edad muy temprana. Para Arroyo, el punto clave de esta transformación es la aparición de las tabletas en el mercado: "Antes tú accedías en la tecnología desde el portátil de casa a los 12 o 14 años. Pero ahora, de repente, los niños desde el primer o segundo año de vida ya tienen acceso a la tecnología con las tabletas", explica el cofundador de Smartick. Un hecho que ha comportado que las tabletas y las pizarras digitales hayan llegado también a las aulas. "El sector está cambiando mucho y están apareciendo muchas plataformas que intentan implementar soluciones digitales en el aula para que las clases sean más amenas y los alumnos estén más motivados. Y todo esto está pasando de forma tan rápida que creo que no somos conscientes de cómo cambiará el sector en los próximos 20 años", señala de Zuloaga.
De Zuloaga: "No somos conscientes de cómo cambiará el sector de la educación en los próximos 20 años"
Ahora bien, para Arroyo, esta introducción de tabletas y tecnología en las aulas tiene que ir acompañada de un proyecto pedagógico basado en la personalización de contenidos. "Replicar el modelo de un libro físico pero en una tableta tiene poco sentido. La tecnología por sí sola ni suma ni resta, sino que lo importante es el uso que hagas de la tecnología", apunta el emprendedor.
Por lo tanto, vamos hacia una combinación entre métodos de aprendizaje que aprovechen las ventajas de las nuevas tecnologías pero sin olvidar los beneficios de la educación tradicional presencial y en papel. "Hay numerosos estudios de neurociencia que señalan que los procesos cognitivos involucrados en una tarea que el alumno hace de forma manuscrita son diferentes de cuando se realiza de manera más digital", defiende Rodríguez. Para la directora de formación de Kumon, las tecnologías facilitan el aprendizaje, pero no tendríamos que sustituir la interacción personal para no perder el área más emocional de la educación.
Convivencia entre presencial y online, entre papel y digital. Y es que, a pesar de los beneficios del método tradicional de aprendizaje, tampoco se puede olvidar que vivimos en un mundo cada vez más tecnológico. "En la medida en la que capacitemos a los alumnos para que puedan desarrollar todas sus capacidades en entornos diferentes, con una combinación de trabajo en papel y con herramientas digitales, estaremos llenando la mochila de nuestros niños y niñas de los recursos necesarios para adaptarse a un mundo que cambia cada vez más deprisa", concluye Rodríguez.