El 4 de febrero hace quince años que Facebook vio la luz, y la compañía celebra el zenit de su adolescencia con un regusto agredolç. Si bien es un imperio empresarial, propietaria de la efervescente red social Instagram y de la aplicación de mensajería WhatsApp, la red que bautizó el imperio vive un proceso de decadencia en cuanto a la reputación y a los usuarios más jóvenes. Con todo, ha cerrado el 2018 con un aumento de beneficios: nada más y nada menos que 22.112 millones de dólares, un 39% más que en 2017, y con más usuarios globalmente. Así lo ha informado la compañía este 30 de enero.
Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) analizan el pasado, el presente y el futuro de Facebook coincidiendo con su aniversario. Y no son muy optimistas en cuanto al porvenir de la red social tal como la conocemos hasta hoy. "Facebook es un zombi: todavía anda, a menudo de manera descerebrada, pero es muerta", asegura contundentemente Ferran Lalueza, profesor de comunicación y medios sociales de la UOC.
Un año negro que puede acelerar el fin de la red
Al poco de hacer catorce años, Facebook tuvo que enfrentarse en el momento más llevar de su historia. El marzo del 2018 se hacía público que se habían filtrado datos de 50 millones de perfiles de usuarios de la red social a la consultora Cambridge Analytica, que las podría haber aprovechado para propiciar la victoria de Donald Trump a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos el 2016. A pesar de que el propietario y fundador de la compañía, Mark Zuckerberg, acabó dando explicaciones y compareció en el Congreso, aquel escándalo, sumado a un ciberatac confirmado el mes de septiembre o a las diversas informaciones sobre el uso de la plataforma para difundir noticias falsas, ha ido minando la confianza en Facebook.
Silvia Martínez Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y directora del máster universitario de Social Media: Gestión y Estrategia, subraya que, si bien todo ello ha afectado la imagen y la reputación de la red, hay más factores que contribuyen a debilitarla. "Modificaciones en su algoritmo han impactado en la visibilidad de contenidos y páginas, hecho que incide en aquello que consumen los usuarios y también en las estrategias de comunicación corporativa de las empresas", explica.
"Es la suma de todos estos factores y de otro que no tendríamos que menystenir: el ciclo de las redes sociales es corto", destaca por su parte Lalueza. Tanto él como Martínez Martínez coinciden que, si bien YouTube y LinkedIn tienen edades parecidas, su carácter más especializado puede favorecer que se mantenga la fidelidad. "Llegar a un nicho de público más concreto o con unos intereses muy delimitados permite estar más atento a sus necesidades, a su evolución, y poder dar respuesta", dice Martínez.
Los jóvenes, los primeros a marchar
Según un estudio publicado a mediados de año pasado sobre el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes norteamericanos, tan sólo la mitad usan Facebook, que ha quedado desbancada por YouTube, Instagram y Snapchat. "El valor central que estas redes sociales otorgan a la imagen, además de la experimentación que hacen con las nuevas narrativas, como las stories o historias efímeras, parecen acomodarse más a las necesidades y preferencias de los jóvenes", indica Martínez Martínez. Quizás por eso Facebook, la red social, ha acabado introduciendo las historias.
Esta tendencia de los jóvenes "es preocupante por dos motivos: primero, porque los adolescentes son los usuarios que tendrían que nutrir el crecimiento de Facebook de manera natural, y segundo, porque son el perfil que marca tendencia y que puede arrastrar usuarios adultos a emplear una red social u otra", argumenta Lalueza. El profesor de comunicación y medios sociales de la UOC pronosticaba el 2018 que a Facebook le quedaban tres o cuatro años de vida. Después de los acontecimientos de los últimos meses, reafirma este pronóstico.
Integrar Messenger, Instagram y WhatsApp, nueva estrategia
En los últimos días se ha hecho público, por una información de The New York Times, que Facebook (la compañía) prepara una estrategia para integrar la infraestructura técnica de Instagram, WhatsApp y el chat Messenger de Facebook (la red social). Pero, para Lalueza, "es una fuga cabe adelante y está generando mucha polémica, porque, por ejemplo, podría violar la legislación antimonopolio".
Además, dice el experto, "esta integración puede provocar que Instagram y WhatsApp, que hasta ahora han salido bastante indemnes de los escándalos, se vean finalmente salpicadas por la mala reputación de Facebook. Probablemente, las dimisiones del año pasado de algunos de los impulsores fundacionales de WhatsApp e Instagram fueron originadas como reacción a esta voluntad integradora que puede contribuir a desdibujar la personalidad diferenciada de cada plataforma".
Que la reputación de Facebook y su fundador han caído en picado parece indiscutible. Incluso medianos de gran prestigio, como The New York Times o The Guardian, se han posicionado en contra en los últimos tiempos. Los dos expertos coinciden que su posición hegemónica pone la empresa en el punto de mira de las críticas, pero también prevén que, como compañía, Facebook tiene mucho camino por adelantado.