Los Juegos Olímpicos de Tokyo (Japón), que se celebrarán en 2020, así como sus equivalentes Juegos Paralímpicos, usarán un sistema de reconocimiento facial para controlar la entrada del personal, los deportistas y los medios acreditados.
Los sistemas de reconocimiento facial se colocarán a las entradas de los recintos olímpicos y a las salas de prensa para detectar las caras de las personas y compararlas con una base de datos de imágenes de los acreditados. El sistema funciona incluso cuando la persona trae sombrero, ojeras de solo o ha envejecido respecto a la fotografía. La organización de los Juegos Olímpicos emitirá de todos modos un total de entre 300.000 y 400.000 identificaciones físicas, con fotografía incluida, por el total de personas acreditadas.
El objetivo es mejorar la seguridad y evitar la intrusión de personas mediante el robo de tarjetas identificativas. Así mismo, la organización de los Juegos Olímpicos quiere reducir el tiempo de espera en los ingresos y evitar colas.
Aún así, la organización del acontecimiento no aplicará la tecnología a los espectadores, quienes mantendrán el sistema de billetes y de cacheos de mochilas y bolsas que se utiliza habitualmente.
La compañía japonesa NEC Corp será la responsable de aplicar la tecnología al acontecimiento. Su sistema de reconocimiento facial ya se utiliza desde octubre al aeropuerto de Haneda, en el Japón.