Me quería estrenar a VÍAEmprendida con un tema emocionante, excitando y tecnológico y me ha tocado hablar de... robots sexuales!puede haber un tema más pescaclics?
Me encanta la idea de la inteligencia artificial (IA) como la que se empezó a plantear con Aristóteles y que continúa vigente a nuestros días. Una máquina que piensa y actúa por ella misma. Sin nadie que lo haya preprogramada. En nuestros días la IA se plantea desde la nevera, al coche o a la cámara del teléfono móvil. Pero donde algunos están empezando a implementarla es a la muñeca hinchable de toda la vida: haciéndola completamente realista, desde los pechos hasta el cerebro. Y aquí la inteligencia artificial tiene todo el sentido del mundo.
El sexo ha sido desde siempre un grande impulsor, conjuntamente con el desarrollo militar, de la implementación de ciertas tecnologías: el videoxat, el vídeo en streaming, la realidad virtual...
"Me quería estrenar a VÍA Emprendida con un tema emocionante, excitando y tecnológico...puede haber un tema más pescaclics?
Expertos de todo el mundo apuntan como los robots sexuales serán más comunes del que nos piensan en menos de 10 años. No estamos hablando sólo de fetichismos extraños (que casualmente siempre nos llegan del Japón), sino como complemento terapéutico para gente mayor, solitaria o con algún tipo de discapacitado. O simplemente gente normal con ganas de darle un punto diferente del dormitorio.
Es frustrante como la sociedad y la cultura estereotipa las mujeres hasta tener extremos con cosas que no tendrían que ser normales porque faltan al respecto al otro. Asusta ver como la pornografía refleja el papel de la mujer y como este llega a traspasar el mundo real, pero pueden estos robots perpetuar esta objetivación? O es mejor que algunas personas tengan relaciones sexuales con estos robots antes de que con gente de carne y oso?
"Qué pasaría si los creadores de estos robots fueran diferentes?"
Estos 'folla-chips' (perdonáis la brometa fácil, pero lo tenía que hacer) no son enfermos mentales. Solamente quieren vivir una fantasía y si la tecnología se los puede dar, por qué no tendrían que poderla vivir? Expertos de todo el mundo se ponen los sombreros de pensar y llegan a la idea que el mercado es el que manda. Pero está claro, las cabezas que piensan acostumbran a ser masculinos y se los acusa de poca empatía hacia la otra parte, puesto que mientras la percepción de cómo se tienen que comportar cada uno de los géneros de la sociedad no cambie, la evolución tecnológica seguirá el mismo camino que la social... Un pescado que se muerde la cola. Y no sólo hablamos del mundo de la tecnología, sino también del del deporte, la empresa, la educación o la salud.
El debate está servido. Qué pasaría si los creadores de estos robots fueran diferentes? Si no buscaran objectificar el que ya viene de serie, se comerían una tostación? El sexo es el sexo, y el que manda muchas veces no es ni el corazón ni el cerebro, sino el entrecuix.