No nos hemos dado cuenta, pero esta semana el mundo del videojuego ha hecho un salto espectacular hacia adelante con un par de noticias de dos compañías: Google ha presentado Stadia y Apple ha presentado Apple Arcade.
Los de Google presentan un sistema de juego en la nube que permite ejecutar en cualquier ordenador (incluso en un móvil o un ordenador "cuatro-latas") en tan sólo cinco segundos, y con una resolución en 4K y 60 fotogramas por segundo gracias a la conexión de Internet. Estaremos mirando un trailer de la última flipada de Ubisoft, pulsaremos un botón y en cinco segundos estaremos jugando al juego. Sin descargarlo previamente, ni pasar por plataformas extrañas de DRM (Stadia ya es una plataforma de Digital Rights Management en si mismo).
Por otro lado los de cupertino han presentado Apple Arcade, un sistema de suscripción mensual que permite acceder a un catálogo de videojuegos para móvil sin publicidad, micropagos, ni siquiera la necesidad de conectarnos a Internet. Se ha acabado estar sin cobertura y no poder jugar con el móvil porque el juego requiere datos.
Estas dos noticias plantean dos escenarios de industria completamente diferentes de cómo se planteaba la industria hace dos semanas. Es cómo si hubieran abierto una línea de tiempo alternativa al futuro que nos esperaba, puesto que recordamos que tanto Apple como Google tienen las plataformas de juego más bestias del mercado (las tiendas de Apps), y consiguen reunir millones de descargas para productos globalizados.
Hay buenas y malas noticias.
Las buenas noticias es que con Stadia los desarrolladores estarán libres de conceptos como hardware, cliente, servidor... puesto que el sistema está pensado para funcionar en los servidores de Google, y por lo tanto no tienen que uniformar sistemas y protocolos. Parece que no, pero la experiencia de diseñar para Stadia es contundente y mucho más llana: no es lo mismo diseñar para todos los ordenadores y sistemas, que para un sistema universal. No hay generaciones, ni plataformas, lo que ahorrará tiempo en el desarrollo.
Stadia permite a los desarrolladores diseñar para un sistema universal, pero refuerza el monopolio de Google, que invisibilizará los productos que no se avengan a trabajar con ellos
La mala noticia con Stadia puede ser, como siempre que vemos a estas grandes empresas tirar productos rompedores, con el tema del monopolio: si tu juego no está en Stadia, no tienes visibilidad en YouTube o Google. Para que te querrán dar visibilidad si no eres de los suyos? Ya se ha demostrado que estas prácticas abusivas son las que nos han traído a discutir sobre la neutralidad de la red y los grandes monopolios de Internet. Google y Facebook saben un montón de esto y ya han tenido que pagar grandes multas.
Para el sistema de Apple, la buena noticia es que los usuarios dejaremos de tener aquellas aplicaciones "de mierda" donde salen anuncios irrelevantes insalvables cada diez segundos para vendernos algo que no nos interesa. O juegos que nos van pidiendo limosna para continuar. Esto hará que los diseñadores se planteen juegos con mecánicas diferentes, más profundas y menos superficiales.
La mala noticia de Apple es que juega a la contra que el sistema de Spotify. Me explico: en Spotify cada vez las canciones son más cortas, puesto que los artistas cobran por cada reproducción. Si tienes diez minutos, los artistas prefieren que escuches cinco canciones suyas que no una o dos. Con Apple Arcade pasa a la inversa, el sistema monetiza de acuerdo con la cantidad de horas que pases con un producto, por lo tanto los desarrolladores preferirán hacer juegos de 40 horas que de dos. El reto es completamente opuesto y mayúsculo.
Apple Arcade nos ahorrará anuncios irrelevantes en los videojuegos, pero obliga los desarrolladores a crear videojuegos muy largos
Venimos de un sistema donde las partidas eran de diez minutos, y ahora tendremos un sistema donde querrán que nos estemos el máximo tiempo posible. Los diseñadores de videojuegos ya han empezado a pensar en historias profundas que enganchen, donde la originalidad y la calidad gráfica sean la carta de presentación, pero que tampoco sean "películas interactivas". Tienen que volver a aprender a diseñar para el móvil.
Cómo veis, los debates que tienen otras industrias culturales como la digitalización o la nube, en el mundo de los videojuegos ya hace tiempos que son una pantalla pasada. No estamos con boss final, pero sí que tenemos que llegar preparados. Catalunya es un pozo de talento que emerge como referencia en todo el mundo, pero los profesionales tienen que saber adaptarse a los cambios de tecnología y de modelo de negocio, o tendremos que volver a empezar la partida.