El nuevo supercomputador MareNostrum 5 comienza a andar dentro de las instalaciones del Barcelona Supercomputing Center. Con una inversión de 202 millones de euros, el equipamiento es capaz de realizar 314.000 billones de cálculos por segundo y cada hora puede realizar los movimientos que un ordenador portátil tardaría 46 años en hacer. Entre las funcionalidades del supercomputador destacan los proyectos relacionados con el análisis de grandes volúmenes de datos, inteligencia artificial o simulaciones del cambio climático. Más allá de la capital catalana, en el resto de Europa solamente hay dos ciudades que albergan un ordenador de las mismas características: Kajaani (Finlandia) y Bolonia (Italia). La Comisión Europea ha financiado el 50% del MareNostrum 5, España el 34%, Turquía un 9% y el porcentaje restante ha corrido a cargo de Portugal.
"Estamos muy contentos porque tenemos la mejor máquina de Europa", apunta Mateo Valero. En este sentido, el director del Barcelona Supercomputing Center considera que el ordenador "permite a los investigadores soñar y hacer cosas que nunca hubieran podido imaginar". Actualmente, el centro de supercomputación tiene una plantilla de 900 trabajadores, repartidos entre cuatro departamentos: Ciencias de la Computación, Ciencias de la Vida, Ciencias de la Tierra y Aplicaciones Computacionales por Ingeniera y Ciencia. En paralelo, en lo que va de año, Lenovo ha activado una inversión de siete millones de euros en el Barcelona Super Computing Center (BSC-CNS) en los próximos tres años para avanzar en medicina de precisión a través de supercomputación y el diseño y desarrollo de chips europeos de código abierto.
La inversión, que es la más alta de la multinacional tecnológica china en investigación en España, también se destinará a la creación de más supercomputadores y centros de datos energéticamente sostenibles. Parte de los recursos se destinará a mejorar y acelerar la medicina de precisión y la generación de nuevos tratamientos contra enfermedades como el cáncer. La inversión de la compañía china se enmarca en su apuesta por Europa, junto con la nueva fábrica de Hungría y el centro de investigación de Alemania. El Barcelona Supercomputing Center ha captado también cinco millones de euros procedentes de fondos europeos en competición para financiar cinco nuevos proyectos destinados a estudiar procesos relacionados con el cambio climático y sus efectos sobre la salud, la sociedad y el medio ambiente. Los proyectos serán gestionados por el Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, centrado en el estudio de la predicción y evolución del clima, la composición de la atmósfera y el desarrollo de servicios climáticos y de calidad del aire.