02
de Agosto
de
2016
Hace sólo 24 horas que Tesla, el fabricante norteamericano de coches eléctricos, ha anunciado que la compañía unirá fuerzas con SolarCity, el primer fabricante de paneles solares de los Estados Unidos.
Las dos empresas tienen fuertes vínculos más allá de su objetivo de negocio: el máximo accionista de las dos compañías es Elon Musk, fundador de Tesla y Lyndon Rive y Peter Rive, fundadores de Solar City son, curiosamente, primos de Musk.
Según ha explicado Musk, la fusión se producirá con un intercambio de acciones por valor de 2,6 billones de dólares (unos 2.300 millones de euros). Así pues, los accionistas de SolarCity recibirán 0,110 acciones de Tesla por cada acción de la compañía de placas solares.
De este modo, el plan de expansión para la empresa resultante es realmente prometedor. El nuevo gigante de la energía fabricará tejados solares con baterías incorporadas que podrán proveer de electricidad limpia lo PowerWall, la batería doméstica de Tesla capaz de nutrir de electricidad un hogar entero, además de recargar los coches eléctricos de la compañía.
Pero el objetivo de Musk no son sólo los usuarios domésticos. Algunos informes apuntan que la compañía ya trabaja en vehículos de transporte público y camiones eléctricos que también podrían beneficiarse enormemente de las versiones empresariales del PowerWall y, está claro, de los paneles solares de gran formato de SolarCity.
Y mientras los Estados Unidos –un país que asociamos al consumo energético desmesurado– hace con este movimiento una pasa de gigante hacia la energía limpia, a casa nuestra el llamado "impuesto al sol" penaliza la producción para la autoconsum de energía eléctrica.
Las dos empresas tienen fuertes vínculos más allá de su objetivo de negocio: el máximo accionista de las dos compañías es Elon Musk, fundador de Tesla y Lyndon Rive y Peter Rive, fundadores de Solar City son, curiosamente, primos de Musk.
Según ha explicado Musk, la fusión se producirá con un intercambio de acciones por valor de 2,6 billones de dólares (unos 2.300 millones de euros). Así pues, los accionistas de SolarCity recibirán 0,110 acciones de Tesla por cada acción de la compañía de placas solares.
De este modo, el plan de expansión para la empresa resultante es realmente prometedor. El nuevo gigante de la energía fabricará tejados solares con baterías incorporadas que podrán proveer de electricidad limpia lo PowerWall, la batería doméstica de Tesla capaz de nutrir de electricidad un hogar entero, además de recargar los coches eléctricos de la compañía.
Pero el objetivo de Musk no son sólo los usuarios domésticos. Algunos informes apuntan que la compañía ya trabaja en vehículos de transporte público y camiones eléctricos que también podrían beneficiarse enormemente de las versiones empresariales del PowerWall y, está claro, de los paneles solares de gran formato de SolarCity.
Y mientras los Estados Unidos –un país que asociamos al consumo energético desmesurado– hace con este movimiento una pasa de gigante hacia la energía limpia, a casa nuestra el llamado "impuesto al sol" penaliza la producción para la autoconsum de energía eléctrica.