Tinder ha revolucionado (y evolucionado) el flirteo, pero no ha cambiado las relaciones de género. A pesar de generar más de un millón de citas en todo el mundo y haber modificado la manera de ligar de la gente, la aplicación no ha contribuido a cambiar la subordinación de las mujeres en las relaciones.
Ocho de cada diez mujeres solteras en España sostienen que cruzan en el amor verdadero y el 70% de ellas tienen claro que lo pueden encontrar navegante por la red, según datos de Meetic. Y no sólo esto. Una de cada cinco mujeres confiesa estar buscando una relación de forma activa, mientras que sólo un 11% descarta tenerlo dentro de sus planes.
La socióloga e investigadora del IN3 de la UOC Ana González sostiene que "las mujeres todavía se comprometen condicionadas por el concepto de amor romántico" y añade que "confían que las relaciones amorosas tienen que ser duraderas, centradas en la familia y la cura mutua". Además, González asegura que "la libertad sexual de las mujeres todavía arrastra consecuencias sociales, juicios morales que las penaliza". A parecer suyo, estos ideales del amor romántico continúan reproduciendo las relaciones de subordinación de las mujeres.
Más exigencia (y solidez)
La socióloga citada va un paso más allá y considera que el uso de estas aplicaciones han contribuido a la libertad de elección de las mujeres y sustenta que ahora "muestran expectativas más exigentes en cuanto a sus parejas como resultado de su emancipación, más conciencia de sí mismas y determinación a perseguir sus propias expectativas".
Las relaciones surgidas de la red, pero, son más sólidas. El sociólogo y profesor del UOC Francesc Nuñez pone encima la mesa que, en estos casos, "el punto de partida de la relación, está mucho más avanzado, más maduro, que en las parejas que se conocen en otras circunstancias". Además, según Nuñez, "la facilidad de elegir debilita la necesidad de vínculos fuertes, hace innecesarios protocolos muy largos de relación y afecta el proceso de seducción".
Según un estudio de la Universidad de Stanford realizado en los Estados Unidos, una de cada cuatro parejas se ha formado a través de Internet desde el año 2005. Ahora bien, esto no quiere decir que el comportamiento entre un hombre y una mujer sea el mismo en la red y, de hecho, según Mobifriends, ellos suelen visitar los perfiles otros usuarios tres veces más que las mujeres y se muestran un 40% más dispuestos a iniciar el primer contacto después de visitar un perfil.