VÍA Emprendida se hace grande. Tan grande que ahora su historia se escribe de cinco en cinco. Tan grande que nos dejamos el alma con un manifiesto y reivindicamos que "No queremos clics, queremos minutos". Tan grande que ya no es un medio sino una conversación. Tan grande que mucho más allá de la postveritat, todo queda dedo y todo para decir. Para celebrarlo, hemos soplado las velas al Pier 01 de Barcelona Tech City acompañados de nuestra comunidad de lectores y colaboradores. Todo empieza cuando en lugar de vender disrupción, la haces y para hablar hemos contado con una alineación inédita: Mar Alarcón (CEO de SocialCar), Christian Rodríguez (Fundador de ByHours), Xavier Ferràs (Profesor de innovación, estrategia, emprendeduría y tecnología a UVic y Esade) y Josep Almendro (fundador de Casa Almendro).
La directora de VÍA Emprendida, Laia Corbella, ha dado el pistoletazo de salida desde la sala InnovaHub de Gas Natural que se ha quedado pequeña: "Me gustaría que este debate fuera una conversación, un diálogo alrededor de la disrupción, puesto que cuando conversamos es cuando más aprendemos". Todo el mundo en habla y todo el mundo la vol. Pero, qué es la disrupción? "La única premisa es que la innovación es la única manera de crear valor y diferenciarse", ha asegurado.
Ferràs: "Una disrupción es hacer una propuesta de valor sin que el mercado te lo pida"
Con la voluntad de romper tópicos, Ferràs ha reivindicado desde buen comienzo que "una disrupción es hacer una propuesta de valor sin que el mercado te lo pida". Es decir, innovar con el riesgo que esto supone pero sin petición previa. Ante la presencia de los "depredadores digitales" como Amazon que invierte en I+D el mismo que toda la economía española, Cataluña va tirando su camino con una estructura más bien "germánica" de empresas familiares y comprometidas que trabajan a medio y largo plazo. Según Ferràs, "en Cataluña tenemos un espíritu emprendedor que recuerda a San Francisco".
En este sentido, Almendro ha apuntado que "sin mejora continua no hay ni innovación ni disrupción". Poco a poco y con buena letra que se llama. En el caso de Almendro que tiene más de 2.000 trabajadores y 94 tiendas, el yogur de oliva fue un ejemplo de disrupción. "La disrupción es una cosa que nadie se espera", ha añadido Alarcón. Mientras tanto, Rodríguez ha matizado que "cada sector tiene disrupciones adaptadas". Aún así, el proceso acostumbra a ser a menudo el mismo: ignorancia, rechazo, se piensa que el futuro es ilegal y se tiene que prohibir y finalmente, se empieza a aceptar de acuerdo con el cambio de hábitos de las personas.
Disrupción versus tradición
Los cambios no son fáciles pero acostumbran a ser necesarios en el camino de la disrupción. Ganadores y/o perdedores? En todo caso, voluntad de convivencia. Alarcón ha insistido que "las startups hagamos la nuestra pero siempre somos amigos de todo el mundo" y es que al final, "la disrupción es una propuesta de sentido común". Tanto es así que las grandes corporaciones se apuntan al carro de las aceleradoras para poner una marcha más a la innovación.
Ahora bien, Rodríguez también ha defendido que a medida que crece la competencia entre los que empiezan y los que hace tiempos queestán, las startups dejan de ser startups como tal. "El proyecto de innovación antes creaba malestar", ha insistido Ferràs. Todo está cambiante y precisamente por eso, Almendro apuesta por una transformación continua y saber leer el entorno sin perder la esencia de startup. Que qué hacen los disruptors? Así de fácil o difícil: "Pensar que las cosas se pueden hacer diferentes".
Alarcón: "Las startups hagamos la nuestra pero siempre somos amigos de todo el mundo"
Ante el vox populi que la regulación va a menudo a remolque de la disrupción, Alarcón ha aclarado que desde la Administración pública ya se está empezando a impulsar una regulación "inteligente y estratégica". Rodríguez se ha mostrado más crítico: "Generalmente, los políticos no acostumbran a arriesgar y para regular se necesita valentía". A parecer suyo, la administración no acelera, especialmente Hacienda, hasta que la tecnología no impacta el usuario y mueve grandes cantidades de dinero.
Ferràs ha apuntado que duplicar la inversión de I+D es un reto de país. Las comparaciones son odiosas pero necesarias: La China ha incrementado un 560% su inversión en I+D mientras que España lo ha hecho sólo un 12%. Dentro del refranero español es conocida la expresión Zapatero a tose zapatos. O el que es el mismo, que cada cual se ocupe de sus cosas. Rodríguez lo ha utilizado para dar un consejo a pie de calle: "Quizás la primera innovación que puede hacer la tienda de la esquina es preguntar a su cliente".
Si no tienes relato, no existes
"Sin storytelling no hay marca y sin marca no existiríamos", ha asegurado Almendro. Cuanto más autenticidad se busca, más construcción del relato se necesita. Para Rodríguez, storytelling es sinónimo de preguntarse lo porque de la marca: "El relato ayuda no sólo a vender sino a contemplar la esencia de la empresa". Frenar, mirar atrás para seguir ninguno adelante.
Almendro: "Sin storytelling no hay marca y sin marca no existiríamos"
A todo ello, el cliente se encuentra, como siempre, en el centro de todo. Almendro defiende que "el mundo digital ha hecho soberano al cliente, todos sufrimos por el qué dirán". Al vino viejo en botellas nuevas ahora se le dice Customer Centric. "Intentamos que el cliente esté cliente contento pero las empresas tenemos que estar bastante implicadas en este proceso", ha concluido Rodríguez. Y quien dice cliente, dice lector.
Ya podéis felicitar a la @LaiaCorbella, flamante cabeza de comunicación de la Consejería de empresa y Conocimiento.
— Josep M. Ganyet (@ganyet) 4 de junio de 2018
Hasta ahora era mi directora a @VIAEmpresa .
"Las luces se han apagado, han sacado el pastel. Aplaudían los padres, los tiets y los amigos, todos a la vez, agrupados en un único grito: que pida un deseo, que pida un deseo", que cantan Manel. Y nuestro deseo es.... Seguir conversando con todos vosotros con más y mejores minutos de disrupción. Muchas gracias Laia por todo el que nos has dado. Muchas gracias queridos lectores para acompañarnos en este largo e intenso viaje.