Fines hace relativamente poco, el transporte público motorizado a disposición de una persona o un pequeño grupo se reducía a los taxis y a los taxistas, que, negros y amarillos o bien blancos, ya habían pasado a formar parte de nuestro pequeño paisaje.
Pero hace unos pocos años aparecieron los vehículos de transporte con conductor (más conocidos por la sigla VTC), a menudo berlinas de negro riguroso, que aprovechaban las licencias ya existentes de conducción de limusinas para ocupar parte del espacio taxista. De la mano de multinacionales, se esparcieron rápidamente en todo Europa.
De cara a los usuarios, que diferencia taxis y vehículos de transporte con conductor? Básicamente, que los taxis pueden circular libremente por el espacio público y coger clientes en cualquier momento, mientras que los VTC sólo pueden ocupar el espacio público cuando están haciendo un servicio y, además, tienen que ser reservados con antelación.
Con cuánta antelación? Ah, esto depende, y dependerá, de la legislación de cada país y de la fuerza que pueda hacer cada colectivo. Por un lado, los que consideran que se los toma el trabajo; de la otra, los que hablan de romper monopolios.
Y es que paradójicamente, por más que el mundo virtual avance, cada vez nos resulta más imprescindible trasladarnos físicamente, y de la manera más rápida posible, de una punta a la otra de la geografía…