• 'La gran estafa americana' y la falsedad en las relaciones

'La gran estafa americana' y la falsedad en las relaciones

David O. Russell se basa en el caso real de unos mafiosos de segunda reclutados por el FBI para probar sobornos a políticos

Fotograma de la película
Fotograma de la película
Judith Vives
28 de Febrero de 2014
Act. 02 de Marzo de 2014

La gran estafa americana se basa en los hechos reales que tuvieron lugar en los Estados Unidos a la década de los setenta, cuando el FBI reclutó unos estafadors de poca monta para enredar altos cargos de Washigton y pillarlos aceptando sobornos. Un argumento que en manso del director David O. Russell ha dado pie a una película exagerada y grotesca, pero que no pierde nunca de vista un tema importante: el de la falsedad en las relaciones, tanto las personales cómo, en este caso, en las que se establecen en el mundo de los negocios y la política.

"Algo de esto realmente pasó", advierte un mensaje al inicio de esta película que oscila entre el cine de gàngsters al estilo de Scorsese con una comedia gruesa. El homenaje a Scorsese queda más que explicitado tanto en el uso de la banda sonora cómo en algunos planes que directamente están calcados de películas del prestigioso director italoamericà. Y de hecho, La gran estafa americana compite este año a los premios Oscars con una película de Scorsese, El lobo de Wall Street. Dos títulos que muestran las sombras, los estafadors y las ambiciones que se mueven en las altas esferas del poder.


En este caso, los protagonistas son dos estafadors de poca monta (Christian Bale y Amy Adams), que son reclutados por el FBI para probar sobornos a políticos. Por eso, reciben el encargo de crear una empresa ficticia para sobornar los altos cargos a cambio de favores políticos. Pero más allá de este engaño –conocido con el nombre del caso Abscam-, la película prefiere centrarse en la estafa como motor de las relaciones: todos los personajes acaban fingiendo para conseguir aquello que buscan des demés.