Barcelona es poderosa. Y atractiva, tanto para empresas como para trabajadores. Así lo pone de manifiesto el último ranking de Boston Consulting sobre las ciudades que más gustan a la hora de ir a trabajar. Más allá del Brexit, Londres y Nueva York siguen al frente con un 22% y un 16%, respectivamente, de los encuestados que pueden elegir más de una opción.
Pero, Berlín y Barcelona pisan los talones en la ciudad de los rascacielos, empatadas con un 15%. Las dos han subido hasta tres posiciones en los últimos cuatro años. Amsterdam cierra el top 5 con un 14% y una escalada de hasta 11 posiciones. Las siguen: Dubai, Los Angeles, París, Sidney y Tokyo. Madrid se queda a las puertas del top 10 y se lo mira desde la undécima posición.
"En Cataluña no ha habido traslado ni de personas ni de espacios. No se está produciendo deslocalización y no se producirá", aseguraba la presidenta y CEO de Savills Aguirre Newman, Anna Gener, en una cena del think tank Catalanes Libres. Tanto es así que de cumplirse este los buenos pronósticos de este ranking, el traslado de personas acabará viniendo de fuera hacia Barcelona.