El banco ya no es la única opción, como tampoco las tres F ni la busca de un único business angel. El crowdlending se ha convertido en una opción válida para los que buscan financiación, y es que la aprobación el pasado mes de abril del marco regulador del crowdfunding ha hecho que las reticencias ante este modelo vayan desapareciendo poco a poco.
Es la realidad que han vivido desde LoanBook, una start-up catalana nacida el 2012 que se atrevió a trasladar a España el sistema que tan éxito estaba teniendo en los países anglosajones. "Somos un país al cual lo incomoda la no regulación, a pesar de que tener una ley no siempre quiere decir seguridad", comenta el director de crédito y riesgo, Eloi Noya, que asegura que el recelo inicial está desapareciendo para dara una actitud más abierta ante este nuevo sistema.
El actual CEO de la compañía, James Buckland, y uno de los dos consejeros, Octavi Solé, fueron los impulsores. La empresa, pero, se creó con un capital inicial de 200.000 euros aportado por seis socios.
Un crecimiento lento
España no es el Reino Unido. Lo sabían y todavía lo tienen presente, por eso Noya remarca que el progreso no ha sido tan rápido cómo habría podido ser si hubieran nacido al mercado inglés.
El primer handicap era la falta de ley que regulara el crowdfunding –y en él el crowdleding-; el segundo, el perfil del inversor. "Aquí son mucho más conservadores y priorizan la seguridad por ante la rentabilidad. No se arriesga tanto y la novedad se mira con mucha más tranquilidad por miedo a tomar decisiones equivocadas", detalla el director de crédito y riesgo.
Por eso, tener de lado una ley que ampare la actividad, según Noya, ha sido vital: "Estar dentro de un entorno regulado como por ejemplo facilita nuestra tarea. Ente los últimos meses hemos visto un impulso hacia arriba en operaciones de transacciones y estamos recibiendo cada vez inversores más profesionales y cantidades más grandes de dinero. Y el crecimiento del negocio es exponencial".
Apostar por las pymes
Trabajan sólo con pequeñas y medios emprendidas con tres años de vida y una facturación entre 300.000 y 10 millones de euros, dejando un margen por empresas de hasta 50 millones de euros. Por qué únicamente pymes? "Porque nos sentimos cómodas con ellas, sabemos bien como analizarlas y hay muchas pymes fuertes en el país", responde Noya.
De este modo, centran su actividad en compañías que quieren crecer u obtener liquidez por alguna operación, y no en start-up y particulares que buscan capital para empezar. Esto hace que sus productos sean tres: préstamos de circulante, líneas de crédito y financiación de pagarés.
Para optar a la financiación, hay que pasar el control de riesgo creado por Loanbook. "Analizamos cada caso con detalle, obtenemos una pérdida esperada y una calidad de pago. En un máximo de dos días, notificamos a la pyme si puede acceder o no a nuestro marketplace, donde la clasificamos en un nivel de rating que hará variar el tipo de interés del préstamo", explica Noya sobre el procedimiento de inclusión que siguen.
Un 'marketplace' diverso
A estas alturas, hay en subasta 6 operaciones y todas son de sectores diferentes. Es un disparo característico del marketplace, pero también de España, "que es un país fuerte en todos los sectores", añade el director de LoanBook. Hasta ahora, se ha habilitado crédito más de 40 pymes, financiando más de 120 operaciones.
Quehaya esta diversificación es un atractivo por el inversor. Noya concreta que permite participar en proyectos de naturaleza a menudo opuesta y contar con rentabilidades del 5% y el 6% y una volatilidad muy baja.
El mecanismo de funcionamiento del marketplace es sencillo. El inversor estudia la oferta, elige una empresa y licita escogiendo el importe y el interés. Su perfil es diverso, hay tanto pequeños ahorrativos que participan a partir de 100 euros, como profesionales de banca privada con patrimonios líquidos de 300.000 euros y que pueden invertir hasta 2.000 euros por préstamo. A guisa de resumen, Noya los describe como "o bien inversores jóvenes que quieren probar y que están cansados de no obtener nada por el que tienen en los bancos, o bien profesionales y family office –encargados de gestionar el patrimonio de una familia- que aportan grandes cantidades para obtener ganancias elevadas".
Buenas previsiones de crecimiento
LoanBook sostiene el negocio con las comisiones que cobran a las pymes para ofrecer el servicio. Esto significa que el inversor no se hace cargo de nada, sino que recibe íntegramente el interés fijado.
En poco más de un año y medio, la start-up ha transaccionado cerca de cuatro millones de euros, con una media de entre 400.000 y 500.000 euros por mes. Noya subraya, pero, que en los últimos meses el crecimiento ha sido exponencial, el que le permite decir que "el ritmo es muy bueno".
LoanBook, el 'marketplace' de la financiación
Basada en el modelo del crowdlending, la start-up pone contacto pymes que quieren un préstamo con inversores
09
de Junio
de
2015
Act.
09
de Junio
de
2015