Un 10% de la energía eléctrica producida durante el 2016 a la Unión Europea lo ha generado el viento. Esta cifra multiplica por cinco la del 2005, cuando el porcentaje era tan sólo de un 2%. Aún así, en el tránsito hacia un sistema energético protagonizado por las renovables no todos los países del continente van al mismo ritmo. Los últimos datos de Eurostat, publicadas en el marco de la semana europea de la energía sostenible que ha acabado este domingo, muestran como Dinamarca es quien mejor aprovecha el potencial del viento. Nova, un 43% de la electricidad generada al país escandinavo ha tenido el origen en los molinos eólicos.
Lituania (27%) e Irlanda (21%) completan el podio de los estados que más energía generan a partir del viento. Todo ello en una clasificación donde España se sitúa quinta (18%) viviendo de los réditos de su expansión en este campo, frenada el último lustro.
A la cola de Europa en producción eólicaencontramos Eslovaquia, Malta, Eslovenia y la República Checa, con porcentajes que no llegan ni al 1%. Tampoco Letonia o Hungría (2%), así como Francia, Luxemburgo o Finlandia (alrededor del 4%) están para lanzar cohetes en este ámbito.