22
de Enero
de
2016
Act.
22
de Enero
de
2016
Stephanie Marko se define como la CEM "Chief Executive Mom" de Stikets , una empresa online de etiquetas personalizadas. Originaria de Dakota del Sur, vino de los Estados Unidos hace más de veinte años. Para venir a vivir en Cataluña puso tres condiciones a su marido: "Un coche, un perro y acceso en Internet". Entonces, a mediados de los noventa, esta tercera condición no estaba tan garantizada como hoy. "La gente de Collbató me decía, y tú tienes Internet en casa? Cómo si pudiera tener todo Internet al garaje", río. Ella ya estaba muy familiarizada con la red, a la cual había podido acceder desde que era estudiante. "Antes de que Internet fuera público, era una herramienta que se utilizaba entre las universidades americanas", recuerda.
Su empresa, Stikets, nació precisamente para solucionar un problema del día a día de la Stephanie y de la mayoría de padres. "Buscaba la manera de marcar los zapatos de mis hijos, estuve probando muchas opciones, pero ninguno se enganchaba bastante bien y, al final, decidí que esto lo podía hacer mejor yo misma". A partir de aquí hizo varias pruebas hasta que consiguió unas etiquetas que le dieron buen resultado. "En el mundo de las madres hay mucha solidaridad, cuando encuentras una cosa que te da buen resultado la compartes con las otras", comenta. Y así fue como "empecé a hacer etiquetas para las amigas, para las otras madres de la clase, de la escuela, para las amigas de las otras madres...y al final me planteé si de aquípodía salir una empresa", recuerda Marko.
La decisión no fue sencilla, puesto que entonces la Stephanie había dejado de trabajar para dedicarse a ser madre a tiempo completo de sus tres hijos. "Me lo estuve rumiant durante dos años hasta que, una noche, cuando uno de mis hijos estaba enfermo pensé que si igualmente ahora ya no dormía mucho, ya no vendría de aquí". Con la mentalidad emprendedora de los americanos y la colaboración de una amiga, Marko arrancó Stikets hace ocho años "al garaje de casa" y con un capital inicial de 35.000 euros. "Tenía muy claro que este proyecto no era una afición, sino que tenía que tener visión empresarial", matiza la fundadora.
Una e-commerce para madres
La empresa nació con mentalidad online: "Destinamos un 50% de la inversión inicial a la maquinaria de producción de las etiquetas y el otro 50% a hacer una tienda online muy atractiva". Este es, considera Marko, uno de los puntos fuertes del negocio, "se ve claramente qué estás comprando y es sencillo de usar". El otro punto fuerte de Stikets es el alto grado de personalización del producto. Todo ello, la trajo a ganar el premio E-commerce Awards a la web con mejor diseño y usabilitat de España en 2011.
Cuando se puso en marcha la web, en octubre de 2010, todavíahabía un cierto recelo a comprar por Internet. "Para muchos de nuestros clientes esta es su primera compra online, incluso algunos nos trucan para asegurarse que existimos y que no es una estafa", explica Marko. "Seguramente, por el hecho que el precio del producto es bajo, hay poco riesgo y las personas se atreven a dar el paso".
Precisamente como que conocen el recelo que puede generar el mundo de la e-commerce, el equipo centra los esfuerzos a hacer la empresa cercana y generar confianza al cliente. "Trabajamos el boca-oreja a través de lac omunitat de madres bloggers que tienen mucha credibilidad e influencia, buscamos el feed-back de los usuarios a las redes sociales y premiamos con descuentos a las 'madres Stikets', clientes que ofrecen el producto a sus familiares, amigos y conocidos".
De Igualada en el mundo
Desde su creación en 2010, Stikets no ha parado de crecer. Hoy en día, la empresa de Igualada tiene 14 trabajadores, factura 1,2 millones de euros, y ha llegado a los 100.000 clientes. "Hemos conseguido fidelitzar muchos de nuestros clientes y 1 de cada 4 repite el pedido de etiquetas al año siguiente". Según Marko, el objetivo para el próximo año es crecer un 70%. Además del Estado español, tienen presenciadirecta en Francia e Italia y ahora quieren llegar además países. Las ventas en el extranjero suponen un 15% de la facturación total y sus productos ya han llegado a 32 estados diferentes. "Enviamos a cualquier lugar del mundo", asegura la fundadora.
Aunque mantienen el público infantil y familiar como objetivo, también han trabajado para muchas empresas y han hecho desde estampados para bicicletas a etiquetas de códigos de barras. A guisa de anécdota, una madre que compraba Stikets para sus hijos trabajaba como secretaria en un quarter del Ejército de España, y los hizo un pedido para resolver el etiquetado de uniformes. "El que más valoran las empresas es que no los exigimos un pedido mínimo", destaca Marko.
Con el tiempo han ido ampliando el tipo de producto y ahora también ofrecen etiquetas adhesivas, para planchar sobre la ropa, vinilos, pulseras identificativas desechables y fotos personalizadas. "Vamos mejorando la oferta siguiendo lo qué nos piden y proponen los clientes, por ejemplo, ahora hemos abierto una gama de etiquetas que alertan que el niño o niña es alérgico a algún alimento".
Empresa 'family-friendly'
Pero uno de los valores más grandes de Stikets es su esfuerzo para ser una empresa family-friendly y garantizar la conciliación de trabajo con la vida familiar de sus trabajadores. "En lugar de poner pegas, quiero que entre mis trabajadoreshaya gente que tenga familia, especialmente madres con niños pequeños" afirma Marko. "Para mí, es muy importante que nosotros mismos seamos clientes de nuestros productos, nos permite conocer los gustos y necesidades de nuestro mercado", añade.
Los horarios de la empresa, de 9 a 5, coinciden con los de la escuela y la mayoría de la documentación con que trabajan está colgada a la nube, así que se puede trabajar desde casa. "Para mí, tener trabajadores con hijos es un plus; las madres van por trabajo, son más productivas y responsables", subraya. Además, Marko defiende que "respectar las necesidades de los trabajadores y darlos flexibilidad los hace estar más contentos y agradecidos, y esto hace que no sea un problema pedir más implicación cuando la empresa lo requiere". Justamente para seguir esta filosofía empresarial, Stikets recibió el premio Familia, que otorga el Grupo de Entidades Catalanas de la Familia, en 2012.
Su empresa, Stikets, nació precisamente para solucionar un problema del día a día de la Stephanie y de la mayoría de padres. "Buscaba la manera de marcar los zapatos de mis hijos, estuve probando muchas opciones, pero ninguno se enganchaba bastante bien y, al final, decidí que esto lo podía hacer mejor yo misma". A partir de aquí hizo varias pruebas hasta que consiguió unas etiquetas que le dieron buen resultado. "En el mundo de las madres hay mucha solidaridad, cuando encuentras una cosa que te da buen resultado la compartes con las otras", comenta. Y así fue como "empecé a hacer etiquetas para las amigas, para las otras madres de la clase, de la escuela, para las amigas de las otras madres...y al final me planteé si de aquípodía salir una empresa", recuerda Marko.
La decisión no fue sencilla, puesto que entonces la Stephanie había dejado de trabajar para dedicarse a ser madre a tiempo completo de sus tres hijos. "Me lo estuve rumiant durante dos años hasta que, una noche, cuando uno de mis hijos estaba enfermo pensé que si igualmente ahora ya no dormía mucho, ya no vendría de aquí". Con la mentalidad emprendedora de los americanos y la colaboración de una amiga, Marko arrancó Stikets hace ocho años "al garaje de casa" y con un capital inicial de 35.000 euros. "Tenía muy claro que este proyecto no era una afición, sino que tenía que tener visión empresarial", matiza la fundadora.
Una e-commerce para madres
La empresa nació con mentalidad online: "Destinamos un 50% de la inversión inicial a la maquinaria de producción de las etiquetas y el otro 50% a hacer una tienda online muy atractiva". Este es, considera Marko, uno de los puntos fuertes del negocio, "se ve claramente qué estás comprando y es sencillo de usar". El otro punto fuerte de Stikets es el alto grado de personalización del producto. Todo ello, la trajo a ganar el premio E-commerce Awards a la web con mejor diseño y usabilitat de España en 2011.
Cuando se puso en marcha la web, en octubre de 2010, todavíahabía un cierto recelo a comprar por Internet. "Para muchos de nuestros clientes esta es su primera compra online, incluso algunos nos trucan para asegurarse que existimos y que no es una estafa", explica Marko. "Seguramente, por el hecho que el precio del producto es bajo, hay poco riesgo y las personas se atreven a dar el paso".
Precisamente como que conocen el recelo que puede generar el mundo de la e-commerce, el equipo centra los esfuerzos a hacer la empresa cercana y generar confianza al cliente. "Trabajamos el boca-oreja a través de lac omunitat de madres bloggers que tienen mucha credibilidad e influencia, buscamos el feed-back de los usuarios a las redes sociales y premiamos con descuentos a las 'madres Stikets', clientes que ofrecen el producto a sus familiares, amigos y conocidos".
De Igualada en el mundo
Desde su creación en 2010, Stikets no ha parado de crecer. Hoy en día, la empresa de Igualada tiene 14 trabajadores, factura 1,2 millones de euros, y ha llegado a los 100.000 clientes. "Hemos conseguido fidelitzar muchos de nuestros clientes y 1 de cada 4 repite el pedido de etiquetas al año siguiente". Según Marko, el objetivo para el próximo año es crecer un 70%. Además del Estado español, tienen presenciadirecta en Francia e Italia y ahora quieren llegar además países. Las ventas en el extranjero suponen un 15% de la facturación total y sus productos ya han llegado a 32 estados diferentes. "Enviamos a cualquier lugar del mundo", asegura la fundadora.
Aunque mantienen el público infantil y familiar como objetivo, también han trabajado para muchas empresas y han hecho desde estampados para bicicletas a etiquetas de códigos de barras. A guisa de anécdota, una madre que compraba Stikets para sus hijos trabajaba como secretaria en un quarter del Ejército de España, y los hizo un pedido para resolver el etiquetado de uniformes. "El que más valoran las empresas es que no los exigimos un pedido mínimo", destaca Marko.
Con el tiempo han ido ampliando el tipo de producto y ahora también ofrecen etiquetas adhesivas, para planchar sobre la ropa, vinilos, pulseras identificativas desechables y fotos personalizadas. "Vamos mejorando la oferta siguiendo lo qué nos piden y proponen los clientes, por ejemplo, ahora hemos abierto una gama de etiquetas que alertan que el niño o niña es alérgico a algún alimento".
Empresa 'family-friendly'
Pero uno de los valores más grandes de Stikets es su esfuerzo para ser una empresa family-friendly y garantizar la conciliación de trabajo con la vida familiar de sus trabajadores. "En lugar de poner pegas, quiero que entre mis trabajadoreshaya gente que tenga familia, especialmente madres con niños pequeños" afirma Marko. "Para mí, es muy importante que nosotros mismos seamos clientes de nuestros productos, nos permite conocer los gustos y necesidades de nuestro mercado", añade.
Los horarios de la empresa, de 9 a 5, coinciden con los de la escuela y la mayoría de la documentación con que trabajan está colgada a la nube, así que se puede trabajar desde casa. "Para mí, tener trabajadores con hijos es un plus; las madres van por trabajo, son más productivas y responsables", subraya. Además, Marko defiende que "respectar las necesidades de los trabajadores y darlos flexibilidad los hace estar más contentos y agradecidos, y esto hace que no sea un problema pedir más implicación cuando la empresa lo requiere". Justamente para seguir esta filosofía empresarial, Stikets recibió el premio Familia, que otorga el Grupo de Entidades Catalanas de la Familia, en 2012.