Vuelve la ilusión y vuelven las ganas. Un año después del primer día de la mona diferente, en confinamiento y todavía con la novedad de una pandemia mundial, los pasteleros recuperan la confianza y prevén rescatar las cifras de antes de la covid-19 con la venta de más de 700.000 mones por Pascua. Ahora bien, será un lunes diferente por las restricciones y las prohibiciones de juntarse diferentes burbujas familiares y, precisamente por eso, a pesar de que el Gremio de Pasteleros calcula vender una cifra similar de monas que en 2019, tiene cuello abajo que la facturación será entre un 15% y un 20% inferior puesto que la medida de los pasteles será más reducida.
"La pastelería es una de nuestras mayores joyas gastronómicas". Así bautiza quién fue campeón de pastelería de España en 2015 y subcampeón del mundo de heladería 2018, Marc Balaguer, el sector, al mismo tiempo que señala que "contamos con un nivel de exigencia, profesionalidad y creatividad de grandísimo nivel". Y esto se nota, y mucho, en Catalunya. Justamente por este motivo, el Ayuntamiento de Sant Vicenç dels Horts ha celebrado la segunda edición de los Premis Faba de Cacao, unos galardones que no sólo distinguen las 50 mejores pastelerías de Catalunya, sino que también pone en valor la actividad profesional del sector pastelero entre el público general reconociendo los mejores establimientos pasteleros del territorio catalán a través de un jurado formado por periodistas de gastronomía y pasteleros profesionales.
Dicho esto, y en palabras de Balaguer, el objetivo de los premios es "contribuir al reconocimiento del sector y acercarnos todavía más al gran público". De este modo, entre las 50 mejores pastelerías de Catalunya, se reparten diez menciones especiales vinculadas a la innovación, a la tradición, a la singularidad y a la mejor pastelería de la zona distribuidos entre los diferentes territorios catalanes.
Entre las mejores pastelerías catalanas, destacan, como no podía ser de otra manera, la pastelería Escribà -que ha recibido el galardón a la tradición viva-, o la pastelería Hofmann -con el premio a la mejor pastelería de Barcelona y comarca-. La lista es larga y tenemos variedades y gustos para todo el mundo a la hora de ir a comprar la mona o cualquier otro dulce (o salado) que nos apetezca.
De momento, toca disfrutar de una mona con nuestra burbuja, pero esta vez sin el miedo de salir a la calle y que nos puedan llamar la atención por saltarnos el confinamiento domiciliario para ir a comprar este dulce. Eso sí. Este año no estarán los personajes de moda, como explicaba el Gremio de Pasteleros, por la falta de estrenos en el cine, pero, con la creatividad siempre por delante, los pasteleros han recuperado personajes otros años como la saga de Star Wars o los jugadores del Barça, cosa que nunca falla y siempre se juega sobre seguro.