29
de Enero
de
2015
Act.
29
de Enero
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2015
"Con Muzze puedes crear, a través de un smartphone, una audioguia de manera instantánea", así explica Richard Lagrand, cofundador de Muzze, la idea de esta aplicación por amantes de los museos y las exposiciones.
Lagrand encontró en el sector museístico un nicho de mercado para explotar: el de las audioguies en exposiciones temporales o museos pequeños. Según explica este holandés establecido en Barcelona, "los comisarios tienen muchas cosas para explicar, pero el 90% de los museos, los más pequeños, no tienen los medios para comprar una audioguia. Por los grandes museos con exposiciones fijas sí que es una inversión que vale la pena, pero por los pequeños o por las exposiciones itinerantes no es rentable hacer la inversión".
Los museos intentan convencer a los visitantes porque vengan a ver las exposiciones, compran la audio-tour, pero a la exposición temporal no funciona. Aquí es donde entra Muzze: "Nos pedimos si sería posible hacer algo con los smartphones; el hardware ya lo tenemos, todo el mundo lo tiene, los museos ya no hace falta que hagan esta inversión". Sólo falta una aplicación con el contenido.
Una aplicación, dos funciones
Muzze tiene dos partes, explica Lagrand: "Una parte para crear la audioguia y otra para escucharla". Cuando un museo contrata el servicio recibe una caja con unos nodos bluetooth y unas claves de acceso. Entonces pueden empezar a hacer su propia audioguia. Lagrand afirma que "el proceso tradicional de creación de un tour audioguiat normalmente es muy largo –de unos dos meses-, caro e implica mucha gente", con Muzze el proceso se reduce a dos horas.
El comisario o experto de la exposición con su propio teléfono móvil puede crearla de manera instantánea. El proceso es el siguiente: se coloca un dispositivo bluetooth –nodo- en la sala correspondiente y con el teléfono se crean puntos de interés haciendo una foto de la obra a comentar, que se graba con el móvil. Ahora mismo el precio de este servicio es de 39 euros al mes y cada nodo cuesta 25 euros, "un precio simbólico que cada museo puede permitirse", dice Lagrand. La idea es que estos nodos son reutilizables y se puede crear una nueva audioguia con cada nueva exposición.
Una empresa pequeña con un gran proyecto
A Muzze trabajan tres personas a tiempo completo y tres a tiempo parcial. El proyecto arrancó la primavera del año pasado: "En aquella época presentamos la idea a unos museos que quedaron entusiasmados, pero nos dijeron que querían ver un prototipo funcional", dice Lagrand. Por este motivo se pusieron manso a la obra y en verano lo desarrollaron.
De los cuatro museos que fueron pioneros en la implantación ahora participan 25, entre los cuales hay, por ejemplo lo Cobra Museum de Amstelveen, museo de Historia de la Haia, MOTI - Museum of the Image de Breda, el Boerhaave de Leiden o las Fluweelengrot, unas cuevas al sur de Holanda. "Es curioso mencionar estas cuevas porque bajan hasta 200 metros de profundidad y allí abajo, con el 95% de humedad, sólo funciona Muzze", explica Lagrand. "Los visitantes descargan la aplicación y la información se descarga de los nodos seas donde seas", añade.
Este holandés de la Haia explica a VIAempresa que llegó a Barcelona por casualidad: "Durante la feria Web Summit en Dublín a la cual estábamos invitados –junto con 2.000 start-ups- buscábamos inversores y contactamos con el mentor de Startup Bootcamp". Después de aquella estancia en Irlanda, Muzze entró al programa y en estos momentos el equipo se encuentra en el proyecto Startup Bootcamp para mejorar la experiencia del visitante y el diseño. Con el apoyo de Barcelona Activa ,"estamos mejorando los contactos con los museos y comisarios para presentarnos y que nos conozcan y que prueben Muzze", resalta el emprendedor. "Todo y el estadio del proyecto, también estamos buscando ampliar la plantilla", añade.
"El Shazam de los museos"
En el futuro Muzze quiere mejorar el diseño, convertir el proceso de creación "de fácil a muy fácil" y encontrar inversores para expandirse internacionalmente. Lagrand quiere que esta app sea "una aplicación para cualquier museo" y explica que en el mundo hay 55.000 museos que reciben un total de un billón de visitantes . "Si un porcentaje de estas personas tiene la app, los museos sepodrán comunicar y las posibilidades son muy grandes", dice Lagrand. El futuro de Muzze es que a partir de los gustos del usuario, la aplicación pueda sugerir museos o exposiciones, acontecer algo, dice Lagrand, como "el S hazam de los museos".
Lagrand encontró en el sector museístico un nicho de mercado para explotar: el de las audioguies en exposiciones temporales o museos pequeños. Según explica este holandés establecido en Barcelona, "los comisarios tienen muchas cosas para explicar, pero el 90% de los museos, los más pequeños, no tienen los medios para comprar una audioguia. Por los grandes museos con exposiciones fijas sí que es una inversión que vale la pena, pero por los pequeños o por las exposiciones itinerantes no es rentable hacer la inversión".
Los museos intentan convencer a los visitantes porque vengan a ver las exposiciones, compran la audio-tour, pero a la exposición temporal no funciona. Aquí es donde entra Muzze: "Nos pedimos si sería posible hacer algo con los smartphones; el hardware ya lo tenemos, todo el mundo lo tiene, los museos ya no hace falta que hagan esta inversión". Sólo falta una aplicación con el contenido.
Una aplicación, dos funciones
Muzze tiene dos partes, explica Lagrand: "Una parte para crear la audioguia y otra para escucharla". Cuando un museo contrata el servicio recibe una caja con unos nodos bluetooth y unas claves de acceso. Entonces pueden empezar a hacer su propia audioguia. Lagrand afirma que "el proceso tradicional de creación de un tour audioguiat normalmente es muy largo –de unos dos meses-, caro e implica mucha gente", con Muzze el proceso se reduce a dos horas.
El comisario o experto de la exposición con su propio teléfono móvil puede crearla de manera instantánea. El proceso es el siguiente: se coloca un dispositivo bluetooth –nodo- en la sala correspondiente y con el teléfono se crean puntos de interés haciendo una foto de la obra a comentar, que se graba con el móvil. Ahora mismo el precio de este servicio es de 39 euros al mes y cada nodo cuesta 25 euros, "un precio simbólico que cada museo puede permitirse", dice Lagrand. La idea es que estos nodos son reutilizables y se puede crear una nueva audioguia con cada nueva exposición.
Una empresa pequeña con un gran proyecto
A Muzze trabajan tres personas a tiempo completo y tres a tiempo parcial. El proyecto arrancó la primavera del año pasado: "En aquella época presentamos la idea a unos museos que quedaron entusiasmados, pero nos dijeron que querían ver un prototipo funcional", dice Lagrand. Por este motivo se pusieron manso a la obra y en verano lo desarrollaron.
De los cuatro museos que fueron pioneros en la implantación ahora participan 25, entre los cuales hay, por ejemplo lo Cobra Museum de Amstelveen, museo de Historia de la Haia, MOTI - Museum of the Image de Breda, el Boerhaave de Leiden o las Fluweelengrot, unas cuevas al sur de Holanda. "Es curioso mencionar estas cuevas porque bajan hasta 200 metros de profundidad y allí abajo, con el 95% de humedad, sólo funciona Muzze", explica Lagrand. "Los visitantes descargan la aplicación y la información se descarga de los nodos seas donde seas", añade.
Este holandés de la Haia explica a VIAempresa que llegó a Barcelona por casualidad: "Durante la feria Web Summit en Dublín a la cual estábamos invitados –junto con 2.000 start-ups- buscábamos inversores y contactamos con el mentor de Startup Bootcamp". Después de aquella estancia en Irlanda, Muzze entró al programa y en estos momentos el equipo se encuentra en el proyecto Startup Bootcamp para mejorar la experiencia del visitante y el diseño. Con el apoyo de Barcelona Activa ,"estamos mejorando los contactos con los museos y comisarios para presentarnos y que nos conozcan y que prueben Muzze", resalta el emprendedor. "Todo y el estadio del proyecto, también estamos buscando ampliar la plantilla", añade.
"El Shazam de los museos"
En el futuro Muzze quiere mejorar el diseño, convertir el proceso de creación "de fácil a muy fácil" y encontrar inversores para expandirse internacionalmente. Lagrand quiere que esta app sea "una aplicación para cualquier museo" y explica que en el mundo hay 55.000 museos que reciben un total de un billón de visitantes . "Si un porcentaje de estas personas tiene la app, los museos sepodrán comunicar y las posibilidades son muy grandes", dice Lagrand. El futuro de Muzze es que a partir de los gustos del usuario, la aplicación pueda sugerir museos o exposiciones, acontecer algo, dice Lagrand, como "el S hazam de los museos".