Al frente de la idea hay en Xavier Jiménez, ingeniero y doctor en ingeniería biomédica, quien ha sido hasta ahora el principal impulsor de Neosonics, un dispositivo no invasivo para la detección y prevención de la meningitis infantil. Esta enfermedad, señala, "es difícil de detectar, porque uno de sus principales síntomas es la fiebre, que puede ser provocada por cualquier otra patología".
Hacer una punción lumbar al niño, "un método que resulta muy invasivo", es la única manera de encontrar la enfermedad para hospitalizar y medicar el paciente. A pesar de ser un sistema agresivo, reconoce que en nuestra sociedad se realizan muchas pruebas y que el 95% dan negativo, justo al contrario del qué pasa en el Tercer Mundo: "Allá tienen mucha meningitis, pero no tienen laboratorios para analizar la muestra de líquido que se extrae de una punción lumbar. Y a menudo estos niños de zonas endémicas de malaria se mediquen con antimalàrics, cuando realmente tienen meningitis y acaban muriendo para no tener la medicación adecuada sin que nadie lo sepa". Según apunta, cerca de 170 niños mueren al día por meningitis en países subdesarrollados, una cifra que se podría reducir drásticamente con el análisis en el momento que efectúa su dispositivo del líquido que se extrae al enfermo.
Nacidos para impulsar el sector biomédico
Las bases de New Borne Solutions nacen en Madrid a través de un consorcio entre la comunidad madrileña y el Massachusetts Instituto of Technology (MIT). "A mí me seleccionaron dentro de un panel internacional para entrar en este programa creado para identificar proyectos que impulsen la industria biomédica de la Comunitat", relata sobre los inicios del proyecto.
Todo el trabajo de investigación duró tres años y generó colaboraciones entre Boston y Madrid que han traído a la posterior creación el noviembre del 2015 de la empresa. Pero entre los contactos también seencuentra una empresa danesa, que es con quien trabajan codo con codo para desarrollar el prototipo. A pesar de que la empresa está situada en la capital española – por el hecho de estar vinculada al consorcio con el MIT-, la startup centra toda la actividad en Barcelona.
Neosonic puede detectar la enfermedad con rapidez para acelerar el proceso de hospitalización. Cedida |
Buscar la excelencia para captar financiación
De la constitución de la compañía acá, el equipo –formado por Jiménez como CEO y Pablo García, director financiero- ha sido trabajando el plan de negocio. "Una de las consecuencias de este trabajo fue entrar al programa de aceleración Imagino If! y ganar una plaza a la final de Cambridge", relata. El programa internacional organizado por primera vez en Barcelona por IQS Tech Factory, pretende impulsar proyectos emprendedores de base científica que puedan tener un impacto positivo en la salud.
Hasta ahora, el primer premio obtenido de la Fundación Madrid D al ser escogidos la mejor idea de base tecnológica y dinero propio, los han servido para aportar el capital inicial necesario y cubrir los costes de la actividad. Ahora quieren obtener una línea de financiación Neotec, una subvención pública que sufraga el 70% del presupuesto que presenta una empresa, dejando que sea esta quien encuentra sus fuentes por el 30% restante. "La idea de presentarnos a lo Imagino IF era tener esta opción abierta", concreta, "si ganamos en Cambridge, nos pueden dotar con 30.000 dólares o bien obtener visibilidad y contactos de los inversores quehabrá, de forma que podremos afrontar este 30%".
Una cursa de fondo
Sea cual sea la vía para obtener financiación, Jiménez está convencido que obtendrán el dinero. "Creemos que el Neosonic podrá estar en los hospitales en dos años", arrecia, y recuerda que el hecho de trabajar con una compañía danesa ya consolidada, con experiencia y conocida al sector, es un valor añadido: "Ellos ya tienen la tecnología desarrollada, nosotros sólo hacemos las modificaciones necesarias para adaptarlas a nuestro contexto clínico".
Además, considera que poner un plazo de dos años no es "correr demasiado" porque "siempre se pueden introducir mejoras gradualmente". "Uno de los handicaps principales cuando desarrollas una herramienta médica es obtener los certificados europeos para implantarla. Nosotros esto lo tenemos superado, porque los agentes con quienes trabajamos ya están familiarizados con nuestra tecnología y con el proceso de certificación", explica con convencimiento.
Es por todo ello que, a pesar de querer ir internacionalizando poco a poco el desarrollo del hardware, no quieren perder la colaboración que tienen la compañía de Dinamarca. Cómo también quieren mantener otros acuerdos como el que tienen con los hospitales de Paz, Quirón y el Clínico San Carlos de Madrid o con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), entre otros muchos. "Algunos nos ayudan en la validación del prototipo, otros a trabajar al laboratorio con líquidos de muestra... cada cual aporta su granito de arena y para nosotros es vital para llegar como antes mejor a los centros médicos", resume.