Empezamos un nuevo año que llega con señales que la crisis iniciada el 2007 puede empezar a quedar atrás por la economía real y por los puestos de trabajo. El aumento del 4% del salario mínimo interprofesional, que lo sitúa en 736 euros por mes, es una primera evidencia. Un salario que sigue siendo bajo, muy alejado del requerido para afrontar el coste de la vida, pero que parece puede poner fin a la bajada sistemática de los salarios iniciada el 2009. Una bajada de los salarios que perseguía aumentar la productividad y la competitividad de los productos ignorante, a veces, que la clave es extraer capacidad productiva a la tecnología y el talento.
En los últimos años la tecnología ha avanzado enormemente abriendo a la industria 4.0 en varios lugares y sectores, en estos la penetración de la tecnología en los procesos productivos ha sido notoria, pero en otros muchos casos el ritmo de penetración ha sido bajo o insuficiente si se considera la aceleración continua a que está sometido el progreso tecnológico. Unos adelantos tecnológicos que ponen en riesgo las empresas que no asumen los nuevos retos asociados a la competitividad y la innovación en producto. Extraer competitividad de las tecnologías ya no es una opción, es la única opción para competir, de no asumirlo la afectación, a corto plazo, sobre la retribución salarial es notoria y a medio plazo la continuidad de la empresa peligra. A la vez no innovar en producto comporta competir por coste en lugar de por valor, en consecuencia, ser apartado primero de los mercados avanzados y en después, andar hacia la obsolescencia del producto y consecuentemente, sufrir la no aceptación por el mercado.
"Los adelantos tecnológicos que ponen en riesgo las empresas que no asumen los nuevos retos asociados a la competitividad y la innovación en producto"
El enorme poder transformador de la tecnología comporta que vivimos una época donde todo fluye con mucha rapidez. Los procesos acontecen obsoletos del mismo modo que las pautas de relación se transforman impulsadas por digitalización de la información, las comunicaciones, la robótica, la inteligencia artificial, los smart products o las redes sociales. Una época en la cual es imprescindible aumentar la formación y el desarrollo de las redes telemáticas, aceptando que la accesibilidad a la información por parte de las empresas es imprescindible dado que está cambiando no sólo la naturaleza de los mercados y la forma de acceder a ellos, sino también los modelos de producción.
Es en este escenario donde las empresas en general y la industria en particular, necesitamos cambiar profundizando en los desafinaments de la globalización, la productividad y la innovación en el marco de la sociedad y la Industria 4.0, aceptando que sólo estos puede generar salarios de calidad y muy remunerados. Estos son los retos a entomar y superar el 2018 aceptando que acontecerá básico incorporar tres tecnologías con gran capacidad disruptiva cómo son la inteligencia artificial en especial en cuanto a modelos de aprendizaje automático y su potencial transformador de la naturaleza del trabajo; la realidad aumentada que permitirá cambiar radicalmente los procesos de mantenimientos de las cadenas de producción acelerando su mantenimiento y puesta a punto, a la vez que mejorando los procesos de diseño y visualización y la robótica, reconociendo que la complejidad de los robots, y sus aplicaciones, crece continuamente consiguiendo un estado evolutivo que los permite realizar tareas complejas de todo tipos. Son robots cada vez más humanos, los cuales mercedes a su movilidad, se convertirán en 'robots de servicio' en varios campos, como por ejemplo en el seno de las fábricas o en el hogar, en el ocio, la educación, o la vigilancia de bienes e instalaciones, entre otras.
"Tenemos que superar el 2018 aceptando que acontecerá básico incorporar tres tecnologías con gran capacidad disruptiva"
Ciertamente incorporar, o iniciar la incorporación, de la inteligencia artificial, la robótica y la realidad aumentada en el seno de las empresas son los tres grandes retos de la Industria por el 2018, unos retos asociados a la vegada a las oportunidades asociadas al incremento de la híperconnectivitat por las redes 5G, ahora en desarrollo, las cuales permitirán el desarrollo lleno de la internet de las Cosas, un hecho que permitirá que los objetos se comuniquen e interactuïn de forma autónoma entre ellos. Objetos inteligentes que permitirán interactuar de manera más natural con el entorno cambiando la relación entre el ser humano y las máquinas. Estos es el cuarto reto que afrontan las industrias el 2018: iniciar las actuaciones encaminadas a rediseñar sus productos, puesto que estos tendrán que ser, más bien que tarde, inteligentes.
Un cuarto reto, fabricar pues smart products, que es el que justifica los otros tres, no va el objetivo de toda empresa es diseñar, fabricar y vender productos que aprovechando los adelantos técnicos y científicos permiten a los humanos interactuar con el en torno a forma más sencilla, respetuosa con el medio ambiente y más sostenible.
Que sea un buen año para todos.