Los avances tecnológicos que ha ido haciendo la Humanidad han sido gracias a la inquietud de determinados individuos y organizaciones. A menudo se realizan sin saber el objetivo claro. Un nuevo descubrimiento o una nueva invención hacen avanzar, pero de las consecuencias no sabemos demasiado. A menudo, los inventos tienen efectos al cabo de tiempo. Uno de los resultados que generalmente se obtienen es una mayor productividad. Para hacer lo mismo, se requiere menos esfuerzo. Es así que los países más avanzados lo son porque son más productivos y así pueden tener más recursos que les lleva a un mejor nivel de vida. Se tienen más cosas y, además, puede ayudarse a los demás (estado del bienestar). Menos productividad significa menos estado del bienestar, y eso en España deberíamos ponerlo en el magín de una vez.
Sin embargo, medir la productividad no es fácil. Sobre todo, no está claro. Si tomamos el concepto de PIB per cápita obtendremos una lista donde, mira por dónde, en lo más alto están los países explotadores de recursos preciados como el gas y el petróleo. Sin hacer demasiado -a menudo nada- los habitantes de determinados países están los primeros en la riqueza per cápita. La riqueza les sale de la tierra y su valor añadido es bajo. La mejor forma consiste en computar el número de horas realmente trabajadas -es decir, descontando ineficiencias, bajas, absentismo, etc.- y contarlas para saber cuanto PIB produce cada uno.
La productividad probablemente se dispare en el futuro gracias a la consolidación de los avances tecnológicos: robots y del software que se ha pasado a denominar “inteligencia artificial”
Aquí las cifras son más creíbles. Y recordamos la frase "no es lo mismo trabajar que trabajar". Habrán oído a mucha gente decir cosas como: “¡En Francia (o en Alemania, etc.) llamas a las 6 h de la tarde y no hay nadie!”. Lo suelen decir en sentido peyorativo: “¡Nosotros trabajamos más!”. Y es cierto. Pero ellos hacen más trabajo. La productividad es el conjunto de horas trabajadas, de la organización implantada, de los métodos empleados, de los procesos, etc.
Es interesante tomar series históricas e ir ligando con la historia. Fíjense lo que dicen las series sobre productividad de los países que nos rodean:
¡Es significativo observar que hubo una época en que el PIB per cápita producido de Gran Bretaña llegó a estar por debajo de la española! ¿Por qué creen que ganó la señora Thatcher sucesivas elecciones? Gran Bretaña era el enfermo de Europa. ¿Y el fenómeno Italiano de los sesenta y setenta? Llegaron a estar por encima de todos. Desde el año 2000, pero se han convertido en el nuevo enfermo de Europa. Bien, después de España, que es el enfermo crónico que hay que rescatar cada x años... Destacan, y por eso son motores, las productividades francesas y alemanas. Son países sin recursos naturales, como sí los tiene Estados Unidos (petróleo y minería) que, en parte, tienen una productividad alta a causa de este hecho.
Bien, el caso es que la productividad probablemente se dispare en el futuro gracias a la consolidación de los avances tecnológicos: robots y del software que se ha pasado a denominar “inteligencia artificial”. El salto desde los años setenta es importante, la productividad se ha multiplicado por tres. Quizás es la hora de redistribuir el tiempo libre, ¿no encuentran? Les hablé de Francia (las 35 horas semanales) pero otros países avanzan hacia los 4 días semanales. A ver... España tendrá que esperar un poco, por lo que dicen los datos...