Este verano hemos viajado a China, hacía unos cuántos años que no iba y sí, todo ha cambiado mucho. Una de las cosas que más nos ha sorprendido es el dinero, bien la ausencia de dinero.
"Una de las cosas que más nos ha sorprendido de China es el dinero, bien la ausencia de dinero"
Cuando compras algo, en la caja ves una pequeña caja negra. El vendedor te dice el importe, quien compra enseña su código QR a esta caja negra con fondo blanco y un pequeño agujero e instantáneamente recibe la confirmación con el importe. Ya está. No hay recibo, no hay nada.
De repente aparece un extranjero, ves como el cajero ajetreado busca, medio desesperado, la TPV y mira tu tarjeta de crédito con la misma cara que nuestros hijos mirarían un teléfono fijo con rueda de marcar. Finalmente, encuentra el chip y lo pone dentro, marca el importe, te da el aparato para que pongas el código, pasan siete segundos inacabables, la cola se hace larga, te da un papel, lo signas, te da el recibo, la cola se hace más larga...
Poco después otro extranjero aparece, a este no le funciona la tarjeta. Lo intentan con un par de TPVs, pero nada. Finalmente paga con dinero. El vendedor chino busca dinero y ves que muy bien no tiene. Le devuelve el cambio, el recibo y más cola.
Después de unos días te das cuenta de lo más obvio: que eres un bicho extraño. En China, todo el mundo paga con WeChat Pay (un WhatsApp aumentado) o AliPay (Alibaba es el equivalente a Amazon). No hay dinero en China, no hay recibos, los pagos son super rápidos (aproximadamente 1/3 o ½ de segundo, unas 10-15 veces más rápidos que con tarjeta de crédito), colas, sí, colas en todas partes.
"Los chinos se pasan la vida en WeChat: Whatsapp, transferencias de dinero, Didi, entradas de cine o Tinder"
Pero lo que te sorprende más es ver que todavía no has descubierto nada, ni entendido nada. Luego cuando entras en un restaurante ves que todas las mesas tienen una pegatina verde (WeChat) y una azul (AliPay) con un código QR. Cómo si fueras un detective te dedicas a chismorrear las mesas vecinas y ves que los otros clientes escanean el código, te acercas y ves como al móvil aparece en el menú con fotos y una descripción del plato con el precio. Ponen la cantidad, hacen el pedido y poco después aparece un chino/a con la bebida y los platos. Si quieren más, repiten la operación.
Pero yo no tengo WeChat operativo (sólo puedes tener si tienes una tarjeta de crédito de un banco chino) y miro de hacerme entender con el camarero. Encuentro un menú imprimido en algún lugar y voy señalando los platos y lo apunta. Otra vez siento que soy la excepción en una sociedad que ya no imprime menús... Para pagar, igual que antes, enseñan su código, miran la pantalla del móvil que esté bien el importe, dicen Zai jié (adiós) y ya está... Y mientras tanto, yo sigo con mi tarjeta de crédito.
Pero todavía no he entendido nada! WeChat sirve para todo, como la película de El Señor de los Anillos, un anillo para gobernarlos a todos! En WeChat no sólo tienes los amigos, grupos y foros a los cuales te has subscrito (como WhatsApp), también puedes enviar dinero como quien envía una foto, llamar un coche Didi (el Uber de aquí), alquilar una bici o una moto eléctrica (sólo hay motos eléctricas y con el calor que hace, bicis pocas), comprar entradas para espectáculos, billetes de avión, pedir créditos, incluso hay un Tinder para ligar. Los chinos se pasan la vida en WeChat, sí.
Puedes pagar desde tu monedero, limitando tu exposición, o desde la tarjeta de crédito.
Una de las preguntas que te haces, es cómo ha conseguido imponerse a las tarjetas. investigando encuentras muchas respuestas, la banca retail en China es muy limitada, las tarjetas son extranjeras... Finalmente, intentas averiguar las comisiones de los comercios y lo entiendes todo: el 0.6%. Hay también toda una ventana de servicios, pueden poner promociones, anuncios, se les da el registro electrónico de ventas...
Las transferencias de dinero entre usuarios, en sus múltiples variedades (puedes dividir automáticamente la cena con tus amigos, enviar un regalo con dinero – red envelope) no tiene coste hasta 1000 RMB (unos 140 dólares) en WeChat Pay o 20.000 RMB (unos 2.800 dólares) en AliPay, a partir de esta cantidad la comisión es un 0.1%. Ambos intentan que el dinero se quede en el sistema y hay toda una variedad de ofertas financieras, como por ejemplo depósitos que te dan entre un 3% y un 6%, créditos... En China, como en ninguna parte, las comisiones no gustan!
El sistema es bastante sofisticado. Lo que hemos descrito es el Express Pay, el sistema que se utiliza habitualmente en los comercios donde no hay que confirmar la compra poniendo el password. Hay sistemas por compra online, pero quizás uno de los más interesantes es aquel que te permite pagar escaneando el código QR del vendedor y poniendo el importe. Este es el que usan los vendedores que están en la calle y los artistas que tocan música en la calle o cantan. Esto permite que cualquier persona pueda cobrar simplemente poniendo un cartoncito con el QR de WeChat Pay (verde) o con el de AliPay (azul), no hace falta nada más!
Uno de los servicios más utilizados es el pago del transporte público, es un pago un poco complicado porque va por zonas y hay tarifas especiales. Al hacerlo con el móvil todo se convierte en muy sencillo, simplemente enseñas tu código en la entrada y en la salida y ya está, como siempre el pago es instantáneo, la velocidad de las colas en las máquinas del metro es incluso sorpresiva!
Aunque los dos sistemas tienen muchos puntos en común son un poco diferentes. WeChat Pay tiene una orientación más social, más del día a día, de la vida cotidiana y AliPay es más mercantil, orientado a negocios y transacciones con un importe más grande. Hay servicios donde esta orientación se ve con mucha claridad, por ejemplo, si sacudes el móvil verás todos los amigos que tienes cerca. Entre los dos dominan buena parte del dinero y todo el sistema de banca retail en la China.
"Entre WeChat Pay y AliPay dominan buena parte del dinero y todo el sistema de banca retail en China"
Una de las claves de la expansión de WeChat tanto en número de usuarios (unos 900M activos al mes) cómo en servicios es que es una plataforma. Además de los servicios que WeChat ofrece directamente, tienes todos los servicios de otras empresas a tu disposición, como por ejemplo el Uber chino (Didi), hoteles, ventas flash, tren y aviones, entradas de espectáculos, compras en grupo (cada cual paga una parte)... Son plataformas extensibles en las que van apareciendo nuevas aplicaciones que automatizan y hacen más sencilla la vida cotidiana. Esto tiene consecuencias importantes para las empresas puesto que los usuarios usan la aplicación todavía más y pueden monetizar su atención con anuncios y servicios de marketing.
Uno de los temas más interesantes es el impacto en la sociedad. Por un lado, tenemos un impacto directo en términos monetarios. El sistema es mucho más eficiente que el nuestro y hay que sacar mucho menos capital de las empresas y de los usuarios. Comisiones cero o muy bajas quiere decir muchos más dinero disponible en circulación que se pueden destinar a inversiones, ahorro u ocio.
"El sistema es mucho más eficiente que el nuestro y hay que sacar mucho menos capital de las empresas y usuarios con comisiones cero"
Ahora bien, este no es el único efecto. La atención es uno de los bienes más preciados, sólo tenemos 24 horas al día y nuestra capacidad es limitada. Estos sistemas permiten que las transacciones y su control sean prácticamente automáticas y se hagan sin tener que prestar atención, ni los usuarios ni los comercios puesto que disponen de un sistema estándar, muy barato y conocido para todo el mundo.
Ligado con la atención también hay la velocidad. La extraordinaria rapidez del sistema hace que no provoque cuellos de botella a transportes, tiendas o servicios. El caso más evidente es el de los restaurantes que operan con una fracción del personal que necesitamos en Europa y donde nunca te tienes que pasar media hora llamando la atención de un camarero que no te quiere ver, simplemente lo pides en la aplicación.
El transporte ofrece una ventana al futuro. Cómo que el pago es individual se pueden implementar con facilidad esquemas muy personalizados (mayores de 65 años, estudiantes...) y probablemente veremos precios dinámicos en función de la demanda, del día o de la hora.
Hay también un aspecto importante en el crecimiento empresarial. El hecho de que esté construido en modo plataforma y que todo el mundo lo utilice, hace muy fácil integrarlo en cualquier aplicación de una forma rapida y trueque que permite la aparición de nuevas empresas que ofrecen productos y servicios innovadores con una gran facilidad. Es un entorno perfecto para la emprendeduría y la innovación.
Estos meses Facebook ha anunciado su plataforma de pago y su moneda Libra, si bien es cierto que aquello que sabemos se asemeja mucho a aquello que hay funcionando en China, como decía William Gibson (Jonny Memonic) el futuro ya está aquí sólo desigualmente repartido.