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El altruismo y la filantropía son fantásticamente egoístas

14 de Octubre de 2024
Eva Villa-Massanas | VÍA Empresa

El altruismo es la preocupación por los otros que nos lleva a comportarnos procurando el bien. Y su término opuesto sería el egoísmo. Pero yo no estoy de acuerdo.

La palabra filantropía deriva del griego (filos), que significa amor, y (ánthropos), que se traduce como humanidad. Cuando la leemos, nos vienen a la mente imágenes de personas con mucho dinero, los high-net-worth individuals, como dicen elegantemente los angloparlantes, que hacen donaciones espectaculares a fundaciones contra el cambio climático o la pobreza.

Pero esta reflexión no va de esto. Quiero explicaros, e incluso convenceros, que todas las personas podemos ser altruistas y filántropas.

No puedo recordar cuál fue la chispa que lo inició, pero en mi etapa universitaria empecé a colaborar como voluntaria en una ONG de la ciudad. Fue en el Casal Juan Salvador Gavina del Raval de Barcelona, acompañando a niñas y niños que no tenían una red familiar de apoyo que pudiera ayudarles a hacer los deberes o simplemente hablar y jugar con ellos. Aquella chispa me enganchó y descubrí una realidad que, mea culpa, no conocía en mi propia ciudad. También entendí que aquellas horas, un día a la semana, eran el mejor regalo que me podía hacer y me abrieron los ojos.

Cuando fui a estudiar en la universidad en Estados Unidos, al llegar, me facilitaron información de clases, actividades deportivas... y también me pidieron en qué actividad de voluntariado me quería implicar. Así conocí a Charleen, una niña muy extrovertida y curiosa de 8 años con discapacidad intelectual, que viviendo en Greencastle nunca había conocido a una chica que no fuera del Midwest. Sonrío al recordar la llamada de su madre cuando vivía en Nueva York, que me quería ver, aprovechando que estaban en la ciudad, y me invitaron a ver El Rey León. Yo también salí ganando.

No os quiero aburrir con mi vida, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad que me ofrece VIA Empresa sin explicaros qué hago ahora, sobre todo por si inspiro a alguien.

"Desde hace unos 4 años soy patrona de la Fundación Ared, una organización que ayuda a mujeres con alto riesgo de exclusión social a insertarse en el mercado laboral a través de la formación"

Al llegar a una cierta edad (tengo una amiga que no para de recordarme que soy silver), reflexioné sobre cómo podía aportar más. Como soy muy racional, llegué a la conclusión que el ROI más alto en una causa social era el que podía aportar desde el patronato, porque ahora mis contactos y conocimientos pueden ayudar más que las mismas horas de acción directa.

Y desde hace unos 4 años soy patrona de la Fundación Ared, una organización que ayuda a mujeres con alto riesgo de exclusión social a insertarse en el mercado laboral a través de la formación, para tener derecho a una segunda oportunidad y a una vida digna.

Pero atención, el voluntariado es también necesario y todo el mundo es diferente. Conozco unas hermanas que, cuando se fueron jubilando, se hicieron progresivamente voluntarias en Ared, y hacen juntas, una vez a la semana, clases de costura. Este es también su momento de hermanas semanal que disfrutan enormemente.

Y no penséis que tenemos que ser millonarias para ser filántropas. Sé perfectamente que hay muchas personas a quienes les cuesta llegar a final de mes y que no tienen tiempo ni para respirar, pero en medio somos un grupo todavía numeroso. Hace poco conocí un grupo de mujeres (las podéis investigar en su web, Barcelona Social Venture Circle), la mayoría extranjeras, que cuando llegaron a Barcelona, acostumbradas como estaban en su país, decidieron implicarse en el nuestro, y ahora también el suyo. Ellas hacen una pequeña donación una vez el año a título individual, que juntas ya no es tan pequeña. De una manera democrática y profesional, cada año deciden una causa y una organización, y hacen esta donación, creando un vínculo con el proyecto y con el territorio.

"La filantropía y el altruismo son para mí egoístas, porque siempre recibes mucho más de lo que das"

Y, ¿cómo nos podemos implicar? Aquí van unas cuantas ideas que espero que os inspiren:

  • Las escuelas y centros formativos tendrían que dar visibilidad a las causas sociales y hacer que nos impliquemos de manera natural y progresiva. Y no solo la infancia, sino también las familias y el profesorado.
  • En las empresas se habla mucho ya de impacto social, valores, conexión con el territorio. Pero no se trata solo de hacer donaciones, que son muy necesarias e importantes (y, por favor, que no sean simbólicas), sino de dar visibilidad, cocrear, ofrecer trabajo pro-bono y premiar la implicación de los equipos en causas sociales en la evaluación anual.
  • Cuando sea vuestro cumpleaños, Navidad, os caséis, os divorciéis... pedid que el regalo sea una donación.
  • Si hacéis una fiesta o una cena, buscad a quién podéis ayudar. Por ejemplo, Ared hace unos caterings espectaculares (tengo que aprovechar este espacio).
  • Si sois high-net-worth individuals, donad e implicaos personalmente. Hacer una transferencia está muy bien, pero si conocéis lo que se hace con esta donación, para quién o que, y sus resultados, no podréis dejar de implicaros. Os generará una cantidad de endorfinas que ni una clase de cardio. Y esto es clave porque nos encontramos en un momento en que la filantropía y las donaciones son pocas y muy "infieles". Es muy complejo para una fundación empezar cada año a buscar nuevos donantes o gestionar proyectos que no saben si podrán tener continuidad.

 

La filantropía y el altruismo son para mí egoístas, porque siempre recibes mucho más de lo que das.