El ecommerce se incorpora con firmeza en los hábitos de compra y ha acontecido una verdadera amenaza al comercio tradicional, que se tiene que adaptar para competir. En este contexto, es de valorar el esfuerzo de muchas organizaciones, como la que sirve aquí de ejemplo, en su voluntad de crecer.
Empujar un proyecto empresarial exige disponer de recursos que, en la mayoría de casos, no existen o se desvanecen con rapidez. Por este motivo interesa preguntarse cuáles son los criterios seguidos para otorgar o denegar créditos y ayudas.
La financiación privada analiza el riesgo de una inversión atendiendo que proviene de los mismos recursos. Caso diferente son las ayudas públicas, sufragados con fondos aportados por todas las personas físicas y jurídicas de la sociedad, gestionados por organismos que los distribuyen y que afectan sectores donde tendría que prevalecer la competencia.
Apreciando la transparencia, causa cierta sorpresa observar como algunas empresas con resultados dudosos obtienen financiación pública. Es el caso de Ulabox, organización en linea que suministra producto fresco a domicilio que, según ha informado la prensa, ha obtenido un crédito de un millón de euros del Departamento de empresa y Conocimiento.
"Parece una paradoja que el préstamo de un millón de euros públicos se conceda a una empresa en la cual un porcentaje muy relevante de su capital está en manos de una multinacional que el 2018 ha facturado 5.951 millones de euros"
Con el objetivo de "acelerar el desarrollo de su estrategia para digitalizar el comercio local", ha sido concedido por Innova Global, una de las líneas de financiación de las entidades Avançsa y Acció. Desde la máxima prudencia interpretando los datos, conviene comentarlo pues se trata de fondos públicos.
A pesar de que no es fácil conocer las ayudas que otorga la línea Innova Global, ateniéndonos lo que se desprende de la nota de diciembre del 2016 anunciando su creación, es probable que se trate de un préstamo participativo. La percepción del riesgo es diferente en cada persona que evalúa la capacidad de devolver un crédito, pero en este caso nos encontramos con una sociedad que tiene unas pérdidas acumuladas de gran volumen.
En números redondos las pérdidas de Ulabox han sido de -4,1 millones de euros el 2017, -4,7 millones el 2016, -3,0 millones el 2015, -1,1 millones el 2014, -0,8 M el 2013, -0,5 millones el 2012, -0,4 millones el 2011 y -10.000 euros el 2010. En total desde el 2010 hasta el 2017 más de 14 millones de euros acumulados en pérdidas que deben de estar en el pasivo del balance soportadas por las aportaciones de los socios.
A pesar de la admiración que merece su trayectoria de casi diez años de funcionamiento, no puede ser un caso de éxito una empresa que cada año pierde dinero contando con accionistas de gran solvencia. Según información publicada, Ulabox ha dispuesto de una financiación con recursos propios del que pocos emprendedores pueden disfrutar, con ampliaciones de capital protagonizadas fundamentalmente por el gigante Sonae, que llegó a tener un 40% del capital y que después redujo hasta un 25%.
Parece una paradoja que el préstamo de un millón de euros públicos se conceda a una empresa en la cual un porcentaje muy relevante de su capital está en manos de una multinacional de la distribución que el 2018 ha facturado 5.951 millones de euros, propietaria de centros comerciales y de exitosas cadenas de distribución. Convendría conocer los motivos de conceder una ayuda a quien dispone de tal potencia económica detrás en lugar de promocionar otros proyectos innovadores sin propietarios tan solventes.
"Convendría conocer los motivos de conceder una ayuda a quien dispone de tal potencia económica detrás en lugar de promocionar otros proyectos sin propietarios tan solventes"
El préstamo se ha concedido a través de Innova Global, de la que no hay mucha información accesible, pero sería deseable más transparencia dado que en el 2018 se han ejecutado 18,8 millones de euros de su línea tal como aparece en documentación accesible. No se conocen las condiciones del crédito concedido a Ulabox pero pueden ser de interés los criterios asumidos dado que un préstamo participativo acostumbra a contemplar un tramo de remuneración asociado a unos beneficios que, desde su fundación, nunca han existido.
Como se puede leer en algunas publicaciones, "Ulabox tiene como objetivo hacer la vida más fácil a quienes compran, ahorrándoles tiempos y dinero, con una atención al cliente excelente y un 95% de clientes satisfechos", pero el éxito también se mide en resultados, no sólo en la emisión de facturas.
Ahorrar tiempo y dinero a los clientes ha requerido asumir pérdidas. Aun así parece un trasvase, una cesión, desde la empresa que pierde dinero hacia los clientes que los ahorran, una ecuación que siempre es bienvenida por el mercado pero que no se puede mantener mucho tiempo. Ahora aparecen fondos públicos y se tiene que saber si también se dedicarán a ahorrarle dinero al clientes, lo cual podría hacer la administración pública otras maneras y para todo el mundo.