El Center for Globalization and Strategy de la escuela de negocios IESE publica cada año el informe Cities inMotion . Por segundo año consecutivo, Nueva York ha sido declarada la ciudad más inteligente del mundo, entendiendo que es aquella que está generando las mejores condiciones por la prosperidad de sus ciudadanos, de acuerdo con una serie de indicadores desglosados en 9 variables: la concentración de capital humano, la cohesión social, el crecimiento económico, la governança, la calidad medioambiental, la movilidad, la planificación urbana, su grado de internacionalización, y su nivel de desarrollo tecnológico.
Las variables se miden de forma muy amplia, con un total de 83 indicadores, que van desde la proporción de población con educación superior, el número de business schools en el top 100, el paro, la tasa de criminalidad, los headquarters de empresas cotizadas, el número de embajadas, las emisiones de CO₂, el índice de bike sharing, el número de vuelos, el número de McDonald's o de Apple Stores, las cuentas registradas a Facebook, LinkedIn o Twitter; o la penetración móvil y de internet. Se configura así un índice holístic que da una idea de la posición relativa de cada ciudad respecto a sus competidoras. 164 ciudades han sido analizadas, de las cuales 74 son capitales de estado. Tres de ellas han sido calificadas con ranking A (máxima puntuación): Nueva York (100 puntos), Londres (99,27), y París (90,20). Las tres ostentan buenas puntuaciones en todas las dimensiones del ranking, pero Nueva York destaca especialmente por su potencia económica. Londres queda primera en capital humano gracias a su elevado número de business schools y universidades de elevada calidad. París se significa por el número de turistas internacionales, y su movilidad equilibrada, con un sistema de metros, ferrocarriles de alta velocidad, y bike-sharing de primer nivel.
Entre las 10 primeras ciudades, dominan las europeas, con Londres (2a), París (3a), Reykiavik (5a), y Amsterdam (10a); y las asiáticas: Tokyo (4a), Singapur (6a), Seúl (7a), y Hong Kong (9a). Los Estados Unidos sólo tiene Nueva York (1a), y al top 10 aparece también una ciudad canadiense: Toronto (8a). Madrid y Barcelona quedan en las posiciones 25 y 26 respectivamente, con 67,76 y 67,53 puntos. Just al último está San Francisco (27a).
"Barcelona es una ciudad que se prepara para entrar en la liga selectiva de las mejores smart cities del planeta"
Barcelona queda mucho por ante otras ciudades significadas por su capacidad innovadora, como Dublín, Múnich, Shanghai o Tel-Aviv. Barcelona obtiene puntuaciones elevadas (dentro de los top 15) en las dimensiones de governança, planificación urbanística, internacionalización, desarrollo tecnológico, y movilidad. Pero puntúa peor en indicadores relacionados con crecimiento económico y cohesión social. Quedan deberes para hacer, a pesar de que es importante notar que en dos años, Barcelona ha subido de la posición 34 a la 26.
Cruzando las valoraciones en el ranking con las tendencias de los últimos años, aparece una interesante segmentación de ciudades. Las "consolidadas" son aquellas que puntúan en posiciones elevadas, pero que han desacelerado su crecimiento. Las "potenciales" son las que crecen, estando todavía en posiciones bajas. Las "vulnerables" no destacan actualmente, ni muestran indicios de progreso. Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que Barcelona se encuentra entre las ciudades llamadas "challengers" (reptadora): aquellas que tienen posiciones elevadas en el ranking, y que muestran tendencias ascendentes. Ciudades ambiciosas que aspiran al liderazgo global. Líderes emergentes. En el clúster de reptadors, en situaciones similares en Barcelona encontramos Helsinki, Hamburgo, Frankfurt, Lisboa o Milà.
Las evidencias objetivas indican que Barcelona es una ciudad reptadora, una ciudad que se prepara para entrar en la liga selectiva de las mejores smart cities del planeta. Tenemos los ingredientes (una ciudad abierta y atractiva, un entorno científico de excelencia, una renovada cultura emprendedora, escuelas de negocio de primer nivel mundial, creatividad mediterránea, calidad de vida y tradición industrial). La dinámica es positiva. Conjurémonos para conquistar el liderazgo.