La industria catalana vive un momento dulce y próspero. Hay sectores que están teniendo una mayor productividad que otras, pero en general, se dibuja un escenario favorable al crecimiento a corto y mediano plazo. Pudiendo dejar de banda la preocupación latente de las ventas de hace tan sólo tres años, el sector industrial está mostrando cada vez más interés por la eficiencia y, por supuesto, para integrar sea como fuere la industria 4.0 en sus procesos.
Esta es, sin duda, una buena noticia de base, porque querer mejorar es un síntoma saludable de prosperidad económica, si bien tiene algunos matices. Desde Bossard, nos encontramos con diferentes interlocutores en una industria: el responsable de compras, el de producción, el CEO o el de logística, para citar los más comunes. Y a pesar de que el objetivo de toda empresa es la investigación de eficiencia y el ahorro operativo, el que advertimos es que cada uno de ellos prima los objetivos independientes de su departamento en la toma de decisiones sin aplicar, en la mayoría de casos, una visión estratégica global. Mientras el CEO busca reducir gastos totales e incrementar la productividad, el responsable de compras quiere los mejores productos del mundo y el de logística el máximo ahorro de costes. Cómo se unifica todo esto? Hay que aplicar coherencia y soluciones globales.
"Mientras el CEO busca reducir gastos totales e incrementar la productividad, el responsable de compras quiere los mejores productos del mundo. Cómo se unifica todo?"
La industria 4.0 requiere procesos interconectados y esto exige comunicación entre departamentos. Toda organización que quiera entrar a formar parte de la industria 4.0. tiene que asumir previamente este proceso de transformación digital, que implica un cambio de cultura corporativa. El problema más grande de las empresas a la hora de asumir el cambio tecnológico es la dificultad para crear una cultura digital.
Esta nueva manera de organizar los medios de producción requiere versatilidad, transparencia, conocimiento, y para lo cual es clave la comunicación entre personas y entre departamentos. El reto de la industria catalana y española es tener el convencimiento de las ventajas que supone la industria 4.0 y saber transmitir la visión estratégica del negocio con unos criterios alineados y unificados.